Salud

La sequía complica el año a los alérgicos (y también a quienes no lo son)

Las plantas generan más cantidades de polen porque racionalizan el agua para reproducirse y subsistir

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Se vislumbra una primavera con niveles importantes de polen. FRANCISCO MELCION

BarcelonaLas plantas en Cataluña también han entrado en emergencia por la sequía y llegan a la primavera en condiciones extremas: ha llovido muy poco, tienen el agua justa y deben priorizar a qué la destinan. Y este proceso de supervivencia puede perjudicar a los alérgicos de polen esta temporada. A diferencia de otros años con mayores precipitaciones, las plantas se sienten amenazadas y gastan la poca agua que reciben en la reproducción. En palabras de la coordinadora de la Red Aerobiológica de Cataluña (XAC) e investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), Jordina Belmonte, están realizando unas "explosiones florales" muy importantes. De hecho, la cantidad recogida por los distintos captadores que hay repartidos en todo el territorio supera ya las medias históricas registradas desde 1994. "Será una primavera dura", advierte al ARA Belmonte.

El ICTA ha presentado este lunes su informe anual de previsión de polen para la primavera y ha anticipado que la presencia de esta pizca de las plantas con flores alcance este año niveles más altos que años anteriores. Si bien se pensaba que la falta de lluvias haría bajar la cantidad de ese alérgeno esta primavera, la emergencia climática ha generado el efecto contrario. Para combatir la sequía, las plantas se han conjurado para perpetuar la especie y, en lugar de realizar más hojas o más ramas, están destinando toda la energía a florecer para reproducirse y evitar una posible desaparición. Esto comporta unos niveles más elevados de estas células reproductoras en el aire que amenaza a los alérgicos.

Ante este comportamiento y elevados niveles de polen, Belmonte prevé que las personas que tienen una mala reacción a las micrósporas de las plantas tengan más problemas esta primavera e incluso los que hasta ahora no habían tenido alergia también puedan tener complicaciones. Aunque la investigadora aclara que no es necesario asustarse más de la cuenta, recomienda que las personas con alergias tomen las precauciones oportunas para minimizar los síntomas, ya que esta semana las polinizaciones empezarán a liberarse en "cantidades notables" ".

Este 2024 ya se han superado las medias históricas de polen registradas desde el año 1994, pero no los máximos históricos. Para evitar que se produzca este episodio de polen más elevado de lo habitual, se necesitarían episodios de fuertes lluvias durante las horas de luz que arrastraran la pizca al suelo. Las precipitaciones pausadas, en cambio, podrían incrementar aún más las polinizaciones y alargar su presencia en el aire, ya que aportarán agua para las plantas que deben florecer en breve. Ahora bien, si aumentan las temperaturas y existen episodios de fuerte viento también se reducirá el riesgo: en el primer caso, se acortaría la polinización de las plantas; en el segundo, disminuirían las concentraciones de polen. Sin embargo, si las rachas de viento provienen de zonas con altas concentraciones, aún incrementarán más el riesgo de alergia.

Mascarilla, ahora por la alergia

Este año el período de alergia se inició en enero, especialmente por el ciprés, y puede extenderse hasta bien entrado en abril en cuanto a las polinizaciones invernales, que incluyen también especies como el avellano y el fresno . Las primaverales como el plátano, la parietaria y las gramíneas seguirán también su calendario habitual. Por este motivo, desde la XAC aconsejan que a partir de esta semana las personas que padecen alergias tomen las medidas pertinentes, como salir con mascarilla en el momento de la polinización de la planta que les afecta. Proteger la nariz y la boca "aleja" a las proteínas que provocan el malestar, concreta Belmonte.

La enfermedad alérgica más frecuente es la respiratoria y en Cataluña se estima que dos millones de personas padece alguna. La cifra, según la Sociedad Catalana de Alergología e Inmunología Clínica (SCAIC), se doblará en 2050. Un 25% de la población sufre rinitis y un 12% asma alérgica, provocados mayoritariamente por el polen, y la media de edad de los pacientes es de entre 29 y 30 años en ambos casos, aunque entre los asmáticos también existen picos en población pediátrica. En el caso de los pacientes con rinitis es básico realizar una detección precoz para evitar que progrese a asma ya otras enfermedades alérgicas asociadas, como la dermatitis atópica o la alergia alimentaria, sobre todo en niños.

Los inviernos suaves y primaveras y veranos cálidos crean un ambiente propicio para el crecimiento de las especies que producen polen. Además, el cambio climático modifica el comportamiento de las plantas e influye en sus períodos de polinización. El aumento de la temperatura y de los niveles de dióxido de carbono promueve la producción de polen, prolonga la temporada de exposición y aumenta la concentración de alérgenos en el aire. Por otra parte, la contaminación también se asocia al aumento de las alergias porque las partículas de emisión diésel modifican las características del polen y lo hacen más alérgico.

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