La Guardia Civil desarticula a un grupo paramilitar neonazi que tenía armas, munición y precursores de explosivos
La organización pretendía crear un "ejército" para "acabar con el régimen establecido"
BarcelonaLa Guardia Civil ha desarticulado este sábado una organización paramilitar de ideología neonazi que quería crear un "ejército" para "acabar con el régimen establecido". Ha detenido a once líderes de esta banda y se investigan otros 11 en las demarcaciones de Almería, Alicante, Vizcaya, Castellón, Jaén, La Rioja, Madrid, Málaga, Navarra, Pontevedra, Segovia, Sevilla, Teruel, Toledo, Valencia y Zaragoza. Se les investiga por los delitos de asociación ilícita, injurias a las instituciones del Estado, atentado, tenencia ilícita de armas y fomento, promoción e incitación al odio, la discriminación y la violencia hacia varios colectivos.
En un comunicado, la Guardia Civil ha explicado que en los ocho registros que ha hecho este sábado en Málaga y Roquetas de Mar (Almería) se han incautado diez armas de fuego, más de 9.000 cartuchos, precursores de explosivos, 34 botellas de ácido sulfúrico y numerosas armas prohibidas como puños americanos, kubotanos, navajas automáticas y sprays de defensa. vídeos online "en los que se denigraba gravemente y se difundía el odio hacia diferentes colectivos, especialmente hacia los migrantes, las mujeres o el colectivo LGTBI". Tenía bastante ascendencia en entornos virtuales –acumulaba 2.800 seguidores– y llegó a decirles que había que crear un "ejército" para "acabar con el régimen establecido" e implantar su ideario. Les invitó a formar parte ya armarse.
Cuartel general en Málaga
En este punto, varios de los seguidores crearon un autodenominado "ordena militar" de "marcado carácter supremacista", cuyos líderes se autodefinían como "capitán general" y "comandante", y que tenía "capitanes territoriales" a escala provincial . Sus miembros estaban repartidos en grupos por distintos puntos de la geografía nacional, donde hacían reuniones periódicas tanto presenciales como virtuales. La asociación tenía un "cuartel general" en la provincia de Málaga.
Los líderes detenidos ordenaron a los miembros que se armaran, y varios llegaron a obtener licencias de armas ya comprar rifles, escopetas y pistolas. Otros adquirieron armas detonadoras, fáciles de transformar para poder disparar fuego real, además de varias armas blancas y prohibidas. Esta operación, liderada por la Fiscalía de Odio de Málaga y el juzgado de instrucción número 4 de Fuengirola, la llevaron a cabo agentes de Información de la Comandancia de Málaga y del País Vasco.