El fallecido en un incendio en Badalona es el principal sospechoso de la decapitación de Can Ruti
Los Mossos le vinculaban con la muerte de Joan Pere Madurell, que desapareció a finales de enero en Badalona
BadalonaEl asesinato de Joan Pere Madurell es un crimen lleno de giros de guión. Empezó como una desaparición de un hombre de Vic que, una mañana cualquiera, se envolvió a tomar copas por bares de Badalona con un aparente desconocido hasta que nadie le vio más. La historia continuó con la aparición de su cabeza en una zona boscosa junto al Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona. Lo encontraron nada menos que unos hombres que buscaban espárragos. Diez días más tarde, tal y como avanzó el ARA, apareció la parte restante del cadáver, el cuerpo, tapado con bolsas de plástico en la calle Ca l'Alegre de Dalt, en el barrio de Gràcia de Barcelona. Cuerpo y cabeza, separados por 15 kilómetros de distancia. Desde el inicio de la investigación el principal sospechoso fue aquel vecino de Badalona que también se animó a tomar copas aquella mañana. El nuevo giro de guión está relacionado con él: tal y como ha podido confirmar el ARA, Oscar Arriba, principal investigado por este crimen, ha fallecido este martes por la noche en un incendio en su piso de Badalona. En paralelo, los Mossos investigan cuál ha sido la causa del incendio y todavía no existe ninguna hipótesis clara.
Según fuentes consultadas por el ARA, durante este martes aún no estaba confirmado que el cadáver que los Bomberos de la Generalitat han encontrado tras apagar las llamas de este ático de la calle Granada de Badalona fuera el de Oscar Arriba , una de las últimas personas que vio con vida a Joan Pere Madurell. Por último, la confirmación definitiva de la identidad ha llegado 24 horas después.
Este martes hacía exactamente 120 días que Joan Pere Madurell desapareció. Tenía 44 años y era vecino de Vic, pero la noche del 28 de enero se quedó a dormir en casa de su pareja, en Santa Coloma de Gramenet. Al día siguiente por la mañana fue a tomar el metro en la parada de Fondo para después tomar el tren e ir a Vic, donde trabajaba. Hasta ahí, todo normal. Pero en la estación conoció a Oscar Arriba y no se sabe exactamente ni cómo ni por qué (y eso que era primera hora de la mañana) acabaron haciendo una ruta de bares por Santa Coloma de Gramenet y Badalona. Se sabe a ciencia cierta que Madurell envió un mensaje a un compañero de trabajo en el que decía que ese lunes no iría a trabajar y también envió un vídeo a su novia desde un bar de Badalona. En esta grabación, de fondo se veía Oscar Arriba.
De bar en bar, ese día se le perdió la pista. Los Mossos empezaron a investigar su desaparición y creían que no era voluntaria. De hecho, Oscar Arriba era ya uno de los principales sospechosos y llegó a declarar con algunas incongruencias. Sea como fuere, nunca llegó a estar detenido. Pasaron 38 días y los hombres que buscaban espárragos confirmaron que la desaparición era, más bien, un crimen: encontraron una cabeza humana que, según las primeras exploraciones, llevaba un mes muerto. Las fechas cuadraban y la familia de Madurell se puso en contacto con la policía para darles muestras de ADN. Por último, se confirmó que la cabeza era del desaparecido. Pero faltaba el cuerpo, que una semana después apareció en Gràcia. Este hallazgo fue el 16 de marzo y durante todo este tiempo los Mossos han intentado vincular a Oscar Arriba con el crimen. Sin embargo, el incendio de esta madrugada lo ha cambiado todo.
"Asesino"
Nada más llegar al portal número 8 de la calle Granada de Badalona sorprende una pintada en la pared: "Asesino", y una flecha que señala hacia arriba. Los vecinos recuerdan que las pintadas aparecieron poco después del hallazgo de la cabeza humana en Can Ruti y que iban dirigidas a su vecino del ático, Oscar Arriba. Dentro del portal se repiten las mismas pintadas. Los vecinos explican que Oscar pasaba "olímpicamente" de estas acusaciones e incluso en alguna ocasión había hecho bandera para amenazarles. Mientras, seguía con su vida "poco ordenada". Desordenada porque se drogaba habitualmente, "era difícil no verle borracho" y los vecinos sufrían a menudo sus fiestas hasta altas horas de la madrugada. También, explican, frecuentaba el entorno de los Boixos Nois, el sector ultra de la afición del Barça. "Lo conozco desde que nació y cuando no iba bebido era un solo", comenta una vecina del blog.
Oscar Arriba pasó toda su infancia en ese ático de Badalona. Era hijo de una familia desestructurada con cinco hermanos. De todos, él y un hermano acabaron viviendo en el piso familiar. Pero ahora vivía solo desde hacía un tiempo porque se peleó con este hermano, según explican los vecinos. De hecho, costaba encontrar a un vecino al que el Oscar no hubiera amenazado y acumula una veintena de detenciones de la policía, así como numerosos antecedentes por robos con violencia e, incluso, tentativas de homicidio. Su muerte genera muchas contradicciones a la vecina del entresuelo, al que a veces Oscar le llamaba "mamá" y recuerda cuidarle cuando no estaba bien. Pero él había respondido en alguna ocasión haciéndole daños a la puerta y amenazándola. El incendio ha despertado a esta señora mayor a la una y media de la madrugada, cuando ha escuchado la explosión de las bombonas de butano del ático. Ella ha sido uno de los 33 vecinos evacuados.