Comprar pistolas en París para llevarlas a Cubelles: cae una de las primeras bandas de tráfico de armas de Catalunya

BarcelonaNormalmente, en una investigación policial las drogas terminan llevando a las armas. Es decir, primero se suele detectar una plantación de marihuana, o un desembarco de hachís, y después la policía acaba descubriendo que los traficantes van armados, no tanto por atacar a la policía, que es muy poco frecuente, sino por defenderse de los robos (conocidos como narcoasaltos o vuelcos) que sufren por parte de otros grupos criminales. Una investigación de los Mossos ha cambiado este orden de factores y se ha convertido en uno de los primeros operativos de la policía catalana contra el tráfico de armas en Catalunya. Tal y como admiten fuentes del cuerpo: las armas acabaron llevando a las drogas.

Todo empezó el 7 de diciembre del 2023 con una coincidencia. Dos agentes detuvieron un vehículo y dentro había algo poco habitual. Llevaba ocho armas semiautomáticas con el número de serie borrado para eliminar de dónde provienen. Tras un estudio de los especialistas de balística, descubrieron que eran armas de fogueo que habían sido manipuladas para disparar balas reales. "Y no eran armas fabricadas en Catalunya, venían de Francia", ha explicado este jueves en rueda de prensa el inspector Isard Hidalgo, jefe del Área de Investigación Criminal (AIC) de los Mossos en Barcelona.

Este fue el punto de partida de una investigación que ha acreditado cómo este grupo criminal compraba las armas en París y después las revendía a Cataluña, un operativo que se saldó el pasado 3 de junio con once detenidos. El centro de operaciones era una casa apartada de todo en Cubelles y, con los meses, la policía descubrió que también tenían una gran plantación de marihuana en una nave de Vilanova y la Geltrú, que producía cannabis para enviarlo a Francia. La droga subía y las armas bajaban. De hecho, uno de los detenidos tenía una orden internacional de detención por una condena de 9 años de cárcel por tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal en Francia.

"La feria de los encantos"

El mismo 3 de junio, los Mossos de la AIC de Girona y Vigilancia Aduanera también finalizaron otra investigación que llevaba un año alargándose, en este caso contra la mafia albanesa de la marihuana, que había logrado dispersar hasta once plantaciones en varias casas unifamiliares por toda Catalunya. El operativo se cerró con 29 detenidos, de los que 15 han ingresado en prisión provisional. "Catalunya es la feria de los encantos del sur de Europa", ha afirmado el subinspector Carles Martínez, jefe de la AIC de Girona, en referencia al tráfico de drogas. Afirmó que las sociedades líquidas del sociólogo Zygmunt Bauman también se han trasladado al mundo del narcotráfico, con grupos cada vez más dispersos, heterogéneos y de muchas nacionalidades, tal y como explicó también el ARA en un dossier sobre drogas este domingo.

Los narcos de Girona, por ejemplo, tenían una banda albanesa que controlaba las plantaciones, y otra arraigada en Catalunya que llevaba más la distribución. Los de Barcelona eran sobre todo franceses que se mezclaban con grupos asentados en Francia. La droga intervenida en ambos operativos asciende a un valor de 1,5 millones de euros, defraudando más de medio millón de euros de la red eléctrica. "Funcionan como una empresa", ha añadido Antonio Lajusticia, jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria.

Despedido por falta de iniciativa

No es nuevo que los jardineros de las plantaciones vayan y vengan de Albania, ni que el líder de la organización esté afincado en este país y tenga capataces que le hacen el trabajo sucio en Catalunya. Lo que sí es menos frecuente es que los jardineros cobren en función de la producción. Un 20% de los beneficios si la plantación funcionaba por encima de sus posibilidades, un 10% si producía lo que se considera normal, y menos si la cosa no echaba. Incluso los de Girona despidieron a un jardinero porque le faltaba "iniciativa". La estrategia era clara: ocupar casas pequeñas y plantar cannabis en todas las habitaciones. Y hacerlo en muchas poblaciones diversas. De hecho, se realizaron hasta 17 registros. La investigación aún no ha terminado y se centra en cómo blanqueaba el dinero. Por ejemplo, la policía comienza a tener claro que lo hacían en algunas peluquerías y otros negocios de esta tipología.

Aunque esta banda no se dedicaba aparentemente al tráfico de armas, sí localizaron cinco armas de fuego. Sumadas a las ocho del primer grupo criminal, el balance asciende a once. En 2024, en Catalunya se registraron 87 narcoasaltos, hasta 79 por marihuana. Por eso, los grupos criminales se arman (y éstos no eran una excepción) y toman medidas de seguridad extremas a la hora de llevar la droga por carretera hacia Europa. Por ejemplo, realizan viajes con más de un vehículo, uno de los cuales es una lanzadera que va unos kilómetros más adelante y avisa si hay algún obstáculo.

Aunque las investigaciones empezaron en Girona y Barcelona, ​​acabaron afectando a toda Catalunya, ya que también hubo registros en Tarragona y en la Catalunya Central. Estos operativos, que han contado también con el apoyo de la policía francesa, demuestran una de las últimas tendencias de los narcotraficantes, que el ARA explicó este domingo: ya no trafican sólo con una droga. En ambos casos, pasaban marihuana, pero también hachís.