El TSJC ordena otra vez ofrecer los enunciados de la selectividad "sin preferencia" por el catalán

Los examinadores no podrán repartir las pruebas en catalán y después preguntar quién las quiere en castellano ni "identificar" a los alumnos

BarcelonaLa selectividad de 2021 llegó marcada por la decisión judicial de dejar de priorizar el catalán en los exámenes y repartir los enunciados también en castellano. Ese auto fue publicado cuando los exámenes ya estaban imprimidos y la Generalitat salió al paso diciendo que la selectividad no cambiaría y que las pruebas se repartirían en catalán y quien quisiera podría pedirlas en castellano o aranés, como se había hecho siempre. A menos de 24 horas de empezar la convocatoria de septiembre, que se celebra entre el martes y el jueves, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha vuelto a emitir una resolución en la que ordena a la conselleria de Universidades e Investigación y al Consejo Interuniversitario de Catalunya que "no se identifique" a los alumnos que escojan hacer las pruebas en castellano y se ofrezca a los alumnos "los enunciados en cualquiera de las lenguas cooficiales de Catalunya, sin preferencia por ninguna de ellas".

Según el texto del TSJC, se enviará un nuevo requerimiento para que la Generalitat comunique a los tribunales de evaluación de las pruebas de acceso a la universidad (PAU) que "no anoten la opción lingüística de los estudiantes consignando nombres y apellidos" y que pregunten "en qué lengua el alumno quiere que se le entregue el enunciado, sin que el resto de alumnos tengan que conocer cómo ejerce su derecho el examinado, es decir, el ejercicio de su libertad de opción". En la convocatoria de junio, cuando los estudiantes estaban sentados en sus sillas, los presidentes de tribunal pedían que los estudiantes que querían los enunciados en castellano levantaran la mano. Menos del 5% de estudiantes pidieron hacerlas en castellano.

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La decisión del TSJC es, de hecho, una enmienda a las actuaciones de la Generalitat en la anterior convocatoria. Los jueces consideran que el correo electrónico que la Generalitat envió el día antes a todos los estudiantes que hacían las PAU en el que decía que tenían a disposición las pruebas en todas las lenguas cooficiales "es insuficiente para dar cumplimiento al derecho del alumnado". Además, creen que el documento imprimido y colocado en todas las puertas de las aulas que recuerda que los enunciados se podían pedir en catalán, castellano y aranés "se olvida del derecho del alumno a no tener que significarse" por su opción lingüística y "no garantiza su anonimato". Igualmente, el TSJC reprocha a la Generalitat que alegar el alto coste de impresión de los enunciados de las pruebas "no puede enervar la obligación de ser respetuosos con la pluralidad".

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Preguntar alumno por alumno

La decisión de los jueces, por lo tanto, da la razón a la Asamblea por una Escuela Bilingüe, una entidad anti inmersión lingüística que ya ha recogido varias victorias judiciales en este sentido. Según la organización, el auto del TSJC significa que los exámenes "no se podrán repartir primero en catalán" sino que se tendrá que entregar "un único ejemplar con los idiomas oficiales o bien en el momento del reparto se entregará al alumno el ejemplar en la lengua oficial de su elección". Es decir, que los tribunales tendrán que preguntar alumno por alumno en qué lengua quieren los enunciados y no dar por hecho que todos quieren el catalán y después, si hace falta, entregar las pruebas en castellano a quien lo pida expresamente.