El TSJC tumba la segunda propuesta del Govern para ampliar el toque de queda
Aragonès avisa de que el Govern no puede "asumir las responsabilidades" del tribunal
BarcelonaNuevo revés judicial al Govern. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha tumbado este lunes la segunda petición del ejecutivo de ampliar el toque de queda, esta vez a 62 de los municipios más poblados y con más incidencia de covid, entre los cuales estaba Barcelona. La Generalitat, después de que el TSJC hubiera denegado la ampliación del toque de queda a 148 poblaciones de como mínimo 5.000 habitantes, pedía ahora que se aplicara el confinamiento nocturno a los municipios de más de 20.000 habitantes que tuvieran una incidencia de covid-19 de más de 125 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días (IA7). El tribunal ha rechazado la propuesta por falta de justificación del departamento de Salud y ha decidido mantener el toque de queda en los 19 municipios donde ya ha estado en vigor este fin de semana.
El tribunal añade que "parte de los municipios de más de 20.000 habitantes" para los que se pedía aplicar la restricción ya "no llegan" ahora al índice de incidencia propuesto por el propio Govern cuando hizo la solicitud. Barcelona, por ejemplo, tiene este lunes una IA7 de 98,66 y ya quedaría fuera del toque de queda. Por eso el TSJC ve la propuesta del ejecutivo "todavía más innecesaria y desproporcionada". Los magistrados también destacan que "el control de las interacciones sociales no es una medida que tenga que autorizar la justicia" y dicen que la administración ya tiene "medios igualmente efectivos y menos lesivos" a los derechos y libertades que el toque de queda para hacer respetar "la distancia social y el uso de la mascarilla".
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha lamentado la decisión del TSJC y ha defendido que el toque de queda "sigue siendo necesario" para hacer bajar los contagios de coronavirus. "No podemos asumir las responsabilidades del TSJC", ha avisado en una visita al Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí, según recoge Europa Press. También ha insistido en que el toque de queda "no es una cuestión de orden público sino sanitaria", y que el Govern estudiará la decisión judicial para decidir qué puede hacer.
Aragonès ha añadido que seguirán trabajando con los recursos disponibles para afrontar la pandemia, pero ha pedido más "herramientas para proteger a la población": "Vemos cómo la falta de una normativa específica por parte del gobierno del Estado ha hecho recaer en los tribunales decisiones que son competencia de la administración sanitaria: creo que esto es un error".
En la visita al Moisès Broggi también ha participado el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, que ha insistido en que la petición de ampliar el toque de queda a 62 municipios se basaba en criterios epidemiológicos "a raíz de un alto nivel de contagios". Y ha recordado que hay 1.411 ingresados en los hospitales catalanes, 461 en unidades de cuidados intensivos, una cifra que costará "meses" reducir. Argimon ha argumentado que con la petición de ampliación querían reducir la interacción social y la movilidad cuando es "más difícil" asegurar el cumplimiento de restricciones como la distancia interpersonal y las mascarillas. Ha añadido que estaba preocupado por las actividades de más interacción social, en referencia a las fiestas del barrio de Gràcia de Barcelona, porque aumentaban el número de contagios.
Alusión al franquismo
El tribunal, en el auto en el que descarta la petición del Govern, llega a alegar que, si bien ha habido momentos de la historia contemporánea de España con "formas de gobierno" en las que el poder judicial no podía hacer "ningún tipo de control de legalidad de las actuaciones de las administraciones públicas, o lo podía ejercitar de una manera meramente formal", "actualmente España se conforma como un estado social y democrático de derecho, que implica que toda la actuación administrativa queda sometida a la ley y al resto del ordenamiento jurídico, sin que haya zonas inmunes a la fiscalización judicial".
Así justifican los magistrados que cuando denegaron la primera ampliación del toque de queda del Govern, la semana pasada, no fue para otorgarse "una capacidad técnica que evidentemente no tienen los jueces ni los tribunales", sino porque la autoridad sanitaria no había cumplido "la exigencia de justificar la necesidad". El TSJC asegura que el informe sanitario de Salud que tendría que justificar la petición de ampliación del toque de queda "reproduce" los argumentos sanitarios y epidemiológicos "que ya se contenían" en el de la anterior petición, que ya había denegado.
Tanto la Fiscalía, que también se había opuesto a la petición del Govern diciendo que Salud se limitaba a "reiterar argumentos ya alegados en la solicitud anterior", según recoge el auto, como el TSJC, recuerdan a la Generalitat que habría podido presentar un recurso de casación ante el Supremo. Pero el tribunal añade que no se podía presentar una nueva solicitud de autorización "con un contenido sustancialmente igual a una anterior" sin que cambiaran las circunstancias, y que si habían denegado suspender la movilidad nocturna en los municipios de más de 5.000 habitantes con una IA7 por encima de 125, esto ya incluía a los de 20.000 habitantes.
Un problema policial
El tribunal insiste en que la anterior petición se denegó por "la no justificación de que esa medida fuera indispensable para salvaguardar la salud pública", y no porque fuera una medida de orden público, que esto solo lo dijeron respecto de los 23 municipios que no superaban la IA7 de 125 y donde el Govern también quería aplicar el toque de queda porque quedaban rodeados por los que sí. Aún así, añade, la nueva resolución del Govern deja claro que "el mantenimiento de la seguridad y el orden público es la finalidad del toque de queda de los municipios" donde se pide que se aplique, para "limitar las interacciones sociales y el fenómeno del botellón". Pero, insisten los magistrados, "el control de las interacciones sociales no es ningún criterio sanitario" y, si la policía puede controlarlas de día, "no resulta indispensable la restricción de los derechos fundamentales que implica el toque de queda", o sea: también lo tiene que poder hacer por la noche.
La negativa del TSJC es la segunda a la que tiene que hacer frente el Govern en pocos días. El pasado jueves el tribunal ya rechazó la propuesta de la Generalitat de ampliar el toque de queda una semana más a 148 municipios y lo limitó a 19 localidades, las de más de 5.000 habitantes que registraban una incidencia acumulada de 250 diagnosticados por cada 100.000 habitantes. Así pues, las cuatro capitales y ciudades metropolitanas como l'Hospitalet de Llobregat, Badalona y Barcelona –que la última semana ha vivido aglomeraciones durante las Fiestas de Gràcia– quedaron fuera de la lista de municipios con confinamiento nocturno.
A raíz de esa decisión, el Govern modificó el criterio para pedir el confinamiento nocturno ante la proliferación de aglomeraciones y botellones y formuló una nueva propuesta, que se ampliaba a 43 nuevos municipios (además de los 19 ya autorizados). Pero este lunes la sala contenciosa ha vuelto a rechazar la propuesta. Finalmente, mientras nada cambie, el confinamiento entre la una y las seis de la madrugada se mantendrá en los municipios de Alcarràs, Amposta, Arenys de Munt, Badia del Vallès, Balaguer, Banyoles, Calafell, Celrà, Cervelló, Gelida, Manlleu, Martorell, Montblanc, Móra d'Ebre, Palafolls, Salt, Sant Feliu de Guíxols, Sarrià de Ter y Torroella de Montgrí.