La vacuna de Oxford sería efectiva para cortar la transmisión del virus
Dos tercios de las personas vacunadas no muestran presencia del SARS-Cov-2, según un estudio de la universidad pendiente de revisión
LondresUn estudio elaborado por científicos de la Universidad de Oxford, pero que todavía no se ha sometido a revisión, muestra que la aplicación de una primera dosis de la vacuna que ha desarrollado un equipo del Instituto Jenner de la misma institución, y que produce la farmacéutica anglo-sueca AstraZeneca, tendría unos efectos "sustanciales", hasta el 67%, en la reducción de la transmisión del virus, de acuerdo también con un comunicado de la compañía hecho público este miércoles.
"El análisis [de los datos] muestra el potencial de la vacuna para reducir la transmisión asintomática del virus, basado en los datos de PCRs obtenidos de voluntarios del ensayo del Reino Unido. Estos datos –sigue la información– muestran que los positivos se han reducido un 67% después de una monodosis y un 50% después del régimen de dos dosis, cosa que avala un impacto sustancial en la transmisión del virus".
Esta es una de las grandes incógnitas para resolver en el desarrollo de la pandemia. Si se acaban confirmando las primeras conclusiones, prácticamente se podría abrir la puerta a acabar con la propagación del SARS-Cov-2.
El mismo estudio, en fase de prepublicación, también asegura que una sola dosis de la vacuna tiene, al menos, un 76% de eficacia y evitaría, además, el 100% de ingresos hospitalarios y de muertes.
En cuanto a la protección que la vacuna aporta contra las nuevas variantes y mutaciones, el doctor Andrew Pollard, investigador jefe del ensayo y del proyecto de desarrollo de la vacuna, ha hablado en el programa Today, de BBC Radio 4: "Prevemos una buena protección contra el B117, la variante de Kent, que ha estado circulando durante el último par de meses aquí en el Reino Unido".
"Sobre otras posibles variantes y mutaciones –continúa Pollard–, si bien el virus se puede continuar transmitiendo, espero que sea como otros coronavirus que tenemos siempre a nuestro alrededor, que causan resfriados e infecciones leves, y de los cuales sabemos que toda su razón de ser es poder transmitirse entre humanos. Pero habremos acumulado suficiente inmunidad para prevenir la enfermedad grave que hemos visto durante el último año".
Colapso sanitario
Si la vacuna solo impide el desarrollo de los casos más graves, ya se evita el colapso del sistema sanitario, sin duda un hecho bastante importante. Pero si no se para la propagación, el virus todavía tendría la posibilidad de continuar variando o mutando mientras se extiende entre la población. Y una mutación incluso podría llegar a escaparse de la inmunización, bien por haber superado la infección o la vacuna.
Pero si la vacuna, como parece el caso, también impide que el virus se esparza, el impacto en materia de salud pública, en este caso de manera global, se amplificará, porque cada persona que haya recibido la vacuna también protegerá a las otras de contagiarse.
Otro dato relevante del estudio es que con la aplicación de las dos dosis con un intervalo de 12 semanas la eficacia llega al 82%. Este efecto es especialmente relevante para ratificar la estrategia de vacunación del Reino Unido, que decidió espaciar la administración de la vacuna de Oxford más tiempo del que, en principio, se había hecho en las diferentes fases de los ensayos clínicos.
Esto ha permitido, hasta ahora, extender una amplia protección además de diez millones de personas, ya vacunadas, si bien solo medio millón han recibido el ciclo completo de dos dosis, en este caso solo con la vacuna de Pfizer/BioNTech, la primera autorizada en el Reino Unido.
Una vez se dio la luz verde a la de la Oxford, el 30 de diciembre, la prioridad de las autoridades sanitarias británicas ha sido vacunar al máximo número de personas posible con una primera dosis. Hasta la primera semana de marzo no empezará la administración de las segundas dosis de Oxford.