Las acrobacias del dios mono que inspiraron el nacimiento de un deporte
El 'mallakhamba', una especie de gimnasia o yoga sobre un palo, es uno de los tesoros culturales de la India
BarcelonaEra el año 1936. La India, todavía parte del Imperio Británico, se preparaba para enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Berlín. Al frente, su potente equipo de hockey hierba, que ganaría el oro goleando a los alemanes en la final por 8 a 1. Pero como los indios no destacaban en muchos deportes olímpicos, añadieron a la delegación a representantes de deportes tradicionales suyos para hacer exhibiciones. Así fue como viajaron hasta Berlín un grupo de hombres del Vyayamshala(como se conocen un tipo de gimnasios) de la ciudad de Amravati. Poco se imaginaban que el mismo Adolf Hitler pediría ver su exhibición, interesado como estaba en la zona, donde envió a científicos para ver si era cierto que los arios tenían sus raíces en el Tíbet o en la India. El Führer se mostró entusiasmado cuando los jóvenes hicieron una exhibición de mallakhamba, un deporte local indio. Tanto, que recibió en audiencia a los atletas, a los cuales hizo regalos que estos escondieron, incómodos, cuando empezó la Segunda Guerra Mundial.
El mallakhamba es un deporte impresionante. Se trata de hacer ejercicios atléticos en una especie de yoga aéreo sobre un palo hecho de sisu, un árbol de la India, pulido con aceite. Es un palo alto, de 2,6 metros y 55 centímetros de ancho. También existe una versión femenina en la que se usa una cuerda colgada, a pesar de que cada vez más mujeres quieren subir al mismo palo que los hombres, sin miedo. Y es peligroso, puesto que los ejercicios del mallakhamba son muy complicados. A veces, el atleta cuelga boca abajo junto al palo cogido de un solo brazo. O sube arriba de todo y se queda en equilibrio aguantándose con la barriga contra el palo, como si estuviera volando. Ejercicios similares a los que tanta gente hace hoy en un gimnasio sobre un colchón, pero a tres metros de altura. Además, se hacen ejercicios colectivos, donde hasta 10 personas a la vez componen dibujos a la vez.
La palabra mallakhamba significa “guerreros del palo”, y es que tiene las raíces en las técnicas de entrenamiento de los soldados del centro de la India, especialmente el estado de Madhya Pradesh, donde ya hace años que fue declarado deporte oficial, y Uttar Pradesh. En la ciudad de Prayagraj se encontraron cerámicas del siglo II aC donde aparecen representados ejercicios muy similares a los del deporte actual, práctica documentada en la zona también en los cuadernos de viaje de Xuanzang, un peregrino chino. El mallakhamba reavivó en el siglo XIX, cuando se explica que dos luchadores de Hyderabad visitaron el reino de Maharashtra y apostaron dinero a que derrotarían a todos los hombres más fuertes de la región. Un joven de 18 años llamado Balambhattdada Deodhar aceptó y se encerró unos días para entrenarse en un templo donde tuvo un sueño en el que le aparecía Hanuman, el dios mono hindú, que le enseñó trucos sobre un palo. Y así derrotó a los luchadores que estaban de paso y dio un nuevo impulso a este deporte que en 1958 fue incluido en el programa de los campeonatos nacionales de la Federación de Gimnasia de la India. Trajo debate, esta idea, porque para muchos practicantes el mallakhamba no es un deporte, sino un ritual individual para cuidar el cuerpo y el alma. El mallakhamba,sin embargo, fue abriéndose camino y en 1981 se creó una federación propia, independiente de la de gimnasia, con la cual se ha ido esparciendo por todos los estados del India y, finalmente, el extranjero. Ahora se hacen Mundiales, de hecho.
Los reglamentos modernos han permitido a los jurados puntuar las exhibiciones, un sistema similar al de la gimnasia, con concursos individuales o por equipos. Un buen resumen de lo que es la India, tierra de leyendas y simbolismo, donde el pasado conecta con un presente competitivo. Deportes como el mallakhamba sirven para explicarnos la realidad. Forman parte de la cultura y la identidad local.