Como nos conocimos

"Sin el amor de mi mujer y mis hijas no sé si estaría vivo"

Ramon Madaula, actor

Cuando Ramon Madaula conoció a Silvia Munt, a principios de los 90, ella era una actriz muy conocida y él era un actor que empezaba. “Ella era una estrella, hacía poco que había estrenado La plaça del diamant ”, explica. Fue en ese contexto que un director de teatro les convocó a ambos en un café para proponerles que protagonizaran su obra. Era la primera vez que se encontraban en persona. “A ninguno de los dos nos acabó de interesar el proyecto y nos pasamos los teléfonos de casa para seguir hablando sobre ello. Esa misma tarde nos llamamos y confirmamos que no queríamos hacerlo. No trabajamos juntos, pero, en cambio, fue el principio de una relación que hace treinta años que dura”.

Madaula está convencido de que lo suyo fue amor a primera vista. “Desde el principio sentimos mucha complicidad. Al día siguiente de la llamada ya quedamos y a las pocas semanas de esta reunión con el director teatral ya vivíamos juntos”. No todo es coser y cantar, claro, e ir a vivir juntos tan rápido les trajo algunas complicaciones. “El amor a primera vista es una gran pasión, pero después convivir no es tan fácil. Quizá cometimos el error de ir a vivir juntos demasiado pronto, nos requirió unos meses o años de adaptación hasta que lo superamos todo. Ahora no sabría imaginarme la vida sin ella: tengo sesenta y ya hace más años que estoy con ella que sin ella”, dice Madaula.

Cargando
No hay anuncios

El actor está de acuerdo con la afirmación de que “la pareja debe trabajarse”. "Sí que creo que debes cuidar del otro, pero también creo que la relación debe ser algo que fluya", argumenta. En este sentido, también opina que es importante compartir una mirada similar sobre la vida. “Con Silvia compartimos gustos políticos, literarios, musicales… Esto crea una complicidad que perdura en el tiempo. Yo tengo ganas de estar con ella, no hace falta ni que hablemos, sólo hace falta que estemos juntos haciendo lo que sea”, dice el actor.

Para Madaula, el amor a su compañera y el amor a los hijos es lo más importante en la vida. “Yo tengo pocos amigos, es uno de mis fracasos en la vida; la amistad no la he gestionado demasiado bien”, explica. Por eso, el amor por Silvia y sus tres hijas es “el puntal de mi vida”. “Puede caer todo, pero si esto cae, caigo yo. No sé si estaría vivo si no tuviera su amor. No sólo no sabría estar solo, sino que no sabría hacer nada en la vida. La fuerza que tengo la tengo por ellas”, dice. Madaula celebra que ha tenido mucha suerte. “Creo que el amor también tiene algo de azar. No puedes buscarlo. O está o no está”.