Sergi Carbonell: "La muerte de mi madre fue la primera gran lección de amor"
La historia de amor del músico y exmiembro de Txarango
Hace ocho años, durante la época en que Sergi Carbonell tocaba con Txarango, el grupo catalán recibió un correo electrónico de una ONG que trabajaba con adolescentes en Uganda y que les pedía permiso para cantar una de sus canciones en el corazón. "Trabajaban las heridas psicológicas y lo hacían a través de la música", explica el músico. En Txarango estuvieron encantados y contestaron que querían saber más sobre el proyecto. Se reunieron con la coordinadora de la ONG, Almudena, y Carbonell no tardó mucho en enamorarse.
"La conocí y me quedé «uave». Estaba maravillado por su fuerza, su magnetismo y su bondad", explica el músico. Los espacios para encontrarse fueron dándose y ahora hará siete años que se casaron en la India. "Fue bastante improvisado, sin invitados. Estábamos allá de viaje y recorrimos las calles buscando sastrerías para vestirnos. Celebramos la boda en medio de las ceremonias hindúes que se hacen por las noches en el Ganges, con ofrendas y flores. Cenamos en un lugar precioso con vistas al río y vamos a cenar con vistas al río y cenamos en un lugar precioso con vistas al río. y la gente nos felicitaba, fue muy bonito", recuerda Carbonell.
De la Almudena, dice el músico, ha aprendido "a amar con mayúsculas, a entregarse a la otra persona ya poner la bondad en el centro". Este último concepto lo explora en el disco Amorosa bondad (discográfica), que Carbonell define en el sentido budista: "Si eres bondadoso no puedes serlo sólo con tu familia y la gente cercana, debes serlo con todos los seres vivos. Los estudios del neurocientífico Richard Davison demuestran que un cerebro sano es un cerebro bondadoso", explica Carbonell.
Carbonell explica que la primera gran lección de amor del músico fue la muerte de su madre cuando tenía 14 años. "Aprendí a querer la fugacidad de la vida ya saber que todo está en permanente cambio. Creo que es bueno amar los cambios e intentar abrazarlos. Y no huir del dolor. Vivimos en una sociedad con mucha prisa que intenta deshacerse de ciertas emociones, pero hay procesos que son necesarios cuando vas a sentirme cuando tienes dolor, y de permitirte sentir lo que está. como proceso alquímico que me permite transformar el dolor en belleza", concluye.