El análisis de Antoni Bassas: "El catalán hace sentir extranjera a Ayuso"
Una cosa es la lengua que los presidentes utilicen cuando hablan entre ellos en su trato personal, y la otra aquella que utilizan cuando hablan en acto público, ostentando la representación institucional del país
Tienen ejército, servicios secretos, una justicia que se administra en nombre de un rey, embajadas, un puesto en la OTAN y en la UE, un Mundial de fútbol e incluso dos festivales de Eurovisión, pero la derecha española, en su intento de volver al poder, vende la idea de que España se rompe. Ciertamente, el 1 de octubre del 2017, la camisa no les tocaba la piel y, aunque sólo fuera un ejercicio teórico, tuvieron que enfrentarse por primera vez a la vida a un pensamiento: "¿Y si Catalunya…?" Reforzado, pues, con la pesadilla del Proceso, los indultos y la amnistía, el PP pretende volver al poder reeditando el 2 de mayo de 1808 y el grito del alcalde de Móstoles "La patria está en peligro".
Frase reescrita de mil maneras: "Hemos venido a defender a España", "España no calla", "Enderroquemos los muros que hay en España", etc. método", "No nos equivocaremos de adversario", "Quiero hacer como Aznar, que puso al PP en el centro"), Ayuso le desmiente en cada frase: "Los que fabrican nuevas identidades sobran", "Las dictaduras entran a tragos" y su ya histórico "Si me hablan en catalán, me voy". ser un calentamiento en las calles para el congreso extraordinario del partido que debe celebrarse dentro de un mes, y en el que Feijóo quiere crecer en autoridad, a ver si Ayuso, Aznar y la caverna mediática le dejan muy larga, la oposición, tanto como al PSOE de aquí, más o menos allá donde estamos siempre, con el PP negando la plurinacionalidad de España y el PSOE haciendo ver que lo abraza por necesidad. día estaba con los presidentes Torra, Aragonès y Urkullu hablando tranquilamente en castellano, y que lo que no tendría sentido es que después todos éstos entraran en una reunión y quisieran hablar cada uno en su lengua. público, ostentando la representación institucional del país. Ocurre cada día en Bruselas: la mayoría se entienden entre ellos en inglés, pero después, en determinados actos, utilizan su propia lengua. ha costado 48 años empezar a cambiar la mentalidad, y aún por necesidad del PSOE. Lo dijo Ayuso: oír que le hablan en catalán la hace sentir extranjera en su país.