El análisis de Antoni Bassas: 'Explotación de menores: la peor cara de nuestra sociedad'
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Hoy, Oriol Junqueras y Xavier Trias declararán ante la comisión del congreso sobre la operación Catalunya. Buena suerte. Ya saben que la operación Catalunya es una suma de actividades fuera de la ley organizadas o amparadas, toleradas e ignoradas por el gobierno de Mariano Rajoy que incluyen la construcción de pruebas falsas, el espionaje y el uso de dinero público, y sin que la justicia española haya movido un dedo para investigarlo, porque antes que justicia es española.
Mirar al otro lado es una forma de control. Hay otra, que es hacer que la gente se canse de reclamar. Lo explicamos hoy:
Los profesores de Sant Andreu de la Barca están pidiendo un plan porque, aunque el juez archivó la causa por presunta vejación a hijos de guardias civiles, si vas a Google te encuentras sus nombres en primera fila. Los profesores quieren que el departamento de Educación les apoye. Es obligado: son trabajadores públicos que fueron acusados de delitos que no cometieron y merecen vivir defendidos de cualquier mancha.
Donde la mancha se ha hecho muy grande es en la DGAIA, con la explosión final, el caso de la niña de 12 años que residía en un centro de la DGAIA en "guardia administrativa" (la custodia la mantenían los progenitores) y que entre 2020 y 2021 fue violada y explotada sexualmente por una red.
Si no lo han visto,les recomiendo que recuperen el trabajo que hemos publicado este fin de semana firmado por Marta Rodríguez, con testigos como éste: "Las relaciones sexuales con hombres adultos a cambio de regalos o de dinero son el pan nuestro de cada día" o "Son situaciones que ocurren muchísimo, porque muchas son niñas que han sufrido abusos y no son conscientes de lo que hacen". O sea, estamos ante menores carentes de cariño y referentes adultos que tienen una baja autoestima y son fáciles de "captar con engaños y manipulaciones". Las familias en las que nacieron los menores atendidos en varios grados por la DGAIA son tan precarias, a veces tan rotas, que, según un informe del Síndic de Greuges de 2023, sólo el 19% de las criaturas tuteladas acaban volviendo con su familia.
En todo caso, estamos ante una trama o tramas de explotación de menores ante la incapacidad, la impotencia y la inoperancia de la DGAIA, sin que esto quiera decir que en esta dirección no haya grandes profesionales que se amen el trabajo y lo hagan bien. Pero el caso es que hemos llegado hasta aquí, entre otras razones, porque tenemos miles de menores en riesgo: que ya están controlados por la DGAIA, porque han pasado algún problema grave. Al volumen de trabajo se suma la precariedad de los educadores sociales, con sueldos bajos que les llevan a tener segundos trabajos. de moldear con sus criterios y su gente la dirección general de Atención a la Infancia y Adolescencia.
Estamos frente a una concentración de problemas estructurales como la pobreza económica, poca base cultural, atrofia funcionarial y mezcla de delincuencia y execrables pulsiones sexuales de adultos que abusan de menores. Es una de las fotografías de la sociedad catalana (y occidental) más desagradables que mirar, pero no hay más remedio que hacerlo para atacarla.
Buenos días.