Crean un 'Google Maps' del cerebro de una mosca
Dos estudios revelan más de 50 millones de conexiones neuronales y abren el camino para investigar las de otras especies
BarcelonaUna mosca sobrevuela el cuenco de fruta de la cocina. Lo hace de forma errática, parece casi improvisar, pero llega a su destino: un plátano maduro, casi en descomposición, que le ha parecido apetitoso. Se frota las patas, todo está listo para empezar el festín. Ahora bien, el movimiento fugaz de una mano la pone en alerta y, antes de que lo atrape, levanta de nuevo el vuelo para escapar del peligro. Es una escena cotidiana que todos hemos vivido con este insecto diminuto sin darle mucha importancia. Total, es sólo una mosca. Sin embargo, los comportamientos que ha tenido –volar, reconocer algo que le gusta y detectar un peligro y anticiparse– son complejos y hasta ahora no se entendía cómo se organiza ni cómo funciona su sistema nervioso para hacer todas estas cosas. Por primera vez, investigadores de todo el mundo han elaborado un mapa completo del cerebro de una mosca de la fruta que permitirá entender su funcionamiento.
Se trata de dos publicaciones científicas que recoge este miércoles la revista Nature y que revelan que el cerebro de una mosca de la fruta contiene unas 140.000 neuronas y más de 50 millones de conexiones. Este mapa forma parte de una colección de documentos del Consorcio FlyWire que han coordinado la Universidad de Princeton, la Universidad de Cambridge, la Universidad de Vermont y el ERC Laboratorio de Biología Molecular. En total, participaron investigadores de todo el mundo de más de 127 instituciones. Sus autores coinciden en que han desarrollado una especie de Google Maps del cerebro del insecto. "Hemos conseguido la imagen satélite de todo el cerebro de la mosca, por un lado, y, por otro, los nombres de las calles y de los edificios, es decir las clases neuronales, los tipos de células y sus grupos funcionales", explica al 'ARA la investigadora catalana Laia Serratosa Capdevila, que ha participado en la elaboración de los dos estudios
En total, han identificado más de 8.400 tipos de células, de las cuales más de la mitad son nuevas y no se conocían. hasta ahora. ¿Esto significa que ya entendemos cómo funciona el cerebro de la mosca? No, todavía no, pero disponemos de muchas más herramientas para hacerlo. Maps. Puedes entender cómo están estructuradas sus calles, sus edificios y su industria, pero para saber cómo interacciona todo ello, hay que combinarlo con nuevos experimentos", aclara Serratosa. Con todo, los investigadores ahora podrán recurrir al mapa y consultarlo para entender un comportamiento, ya que podrán ver qué neuronas interactúan, dónde están localizadas y con qué circuitos participan.
¿Y el cerebro humano?
El cerebro de una mosca contiene un millón de veces menos neuronas que el cerebro humano, del que aún desconocemos muchas cosas. Así, ¿por qué le han escogido para este estudio? Su reducido tamaño y la gran cantidad de investigaciones que se han hecho antes –habían mapas parciales de su cerebro– lo convertían en un gran candidato, pero sobre todo por sus complejos comportamientos. Por ejemplo, las moscas de la fruta tienen interacciones sociales: los machos cantan a las hembras para reproducirse. Además, existen otros aspectos, como los sentidos de la visión y la propiocepción (que utilizan para navegar), que le convierten en un organismo "interesante" para investigar su cerebro, asegura Serratosa.
Los investigadores consideran que este mapa es un paso adelante para entender cómo funcionan los sistemas nerviosos. Hay otros estudios que trabajan con el cerebro de ratones y con partes pequeñas del cerebro humano, pero su tamaño hace que todavía no sea posible realizar un estudio tan detallado como el que se ha conseguido ahora con la mosca de la fruta. Eso sí, la investigación ofrece oportunidades para analizar cómo funciona el cerebro con más detalle que antes y abre el camino para realizar mapas del cerebro de otras especies, incluido el humano.