Harina de gusano como ingrediente: la OCU y la Comisión Europea aclaran la polémica
La comercialización de este producto en la Unión Europea ha generado confusión por su seguridad y su etiquetado
BarcelonaEn los últimos días, una noticia falsa alarmaba a los consumidores sobre un ingrediente que todavía es bastante desconocido: la harina de gusano. Al contrario de lo que se ha hecho creer, es seguro comerlo y la Unión Europea no obligará a incluirla en los alimentos sin que los clientes lo sepan. Tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) como la Comisión Europea han aclarado esta información: los insectos permitidos para consumir cumplen unas normas muy estrictas, y los ingredientes estarán claramente etiquetados en los productos que compramos.
De hecho, la información falsa se ha generado a partir de un nuevo reglamento aprobado por la UE en el que autoriza la venta del polvo tratado con radiación ultravioleta de las larvas del Tenebrio molitor (el gusano de la harina). Ahora se podrá comercializar como ingrediente, y aparecerá etiquetado en los productos que lo incluyan. Pese a las comprensivas barreras mentales a la hora de comer insectos, su uso no es nuevo: tanto estos animales como la langosta migratoria, el grillo doméstico o las larvas del escarabajo del estiércol están permitidos desde el 2018 en la Unión Europea.
Harina de gusano en nuestra dieta?
El consumo de insectos puede resultar beneficioso para nuestra alimentación. Nuria Tous, investigadora del Programa Nutrición animal del Instituto de Investigación y Tecnología Alimentarias (IRTA), explica que la harina de insecto es rica en proteína, pero también en otros nutrientes como lípidos, fibra, minerales y vitaminas. "También contiene compuestos bioactivos que pueden presentar ventajas por la salud intestinal", explica Tous.
Las larvas del gusano de la harina son una muy buena fuente de proteína "de alta calidad", dice la investigadora. La nueva regulación implica tratar el polvo que viene de las larvas del Tenebrio molitor con radiación ultravioleta. ¿Qué implica este tratamiento? Tous da detalles: "Se utiliza para mejorar la calidad biológica del producto, controlar la posible presencia de microorganismos y asegurar la seguridad del producto final". Además, según la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea, aumenta también la concentración de vitamina D3.
Sobre dónde encontraremos este nuevo ingrediente, la nueva regulación autoriza utilizar la harina de gusano en panes, pasteles, quesos o compotas de fruta y verdura, entre otros.
¿Qué dice la legislación europea?
Según las normas, cualquier alimento que no se haya consumido en la Unión Europea de forma significativa a partir de 1997, debe ser considerado novel food ("alimento nuevo" en inglés). A partir de ahí, para poder comercializarse debe pasar por unos controles estrictos de la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Esta institución es quien decide las condiciones de uso, los requisitos del etiquetado y el seguimiento posterior después de su comercialización.
Ante la duda, la Comisión Europea lo deja claro: consumir insectos no es obligatorio, es completamente seguro y los detalles de estos alimentos estarán indicados en los productos que compramos. Ahora bien, es necesario estar alerta a los alérgenos. Núria Tous explica que los artrópodos como el Tenebrio molitor "contienen un conjunto de proteínas potencialmente alergénicas, que pueden provocar reacciones a personas alérgicas a los crustáceos, ácaros o al polvo".
¿De dónde sale el gusano de la harina?
El polvo proviene del Tenebrio molitor o escarabajo de la harina, una especie de coleóptero que durante su vida sigue un ciclo de cuatro estadios: huevo, larva, pupa e imago. Se alimenta de insectos muertos, heces, semillas y plantas y es precisamente por la posibilidad que ofrece cubrir las necesidades nutricionales del planeta que se está empezando a introducir en la dieta occidental.
La investigadora del IRTA explica que los insectos son producidos en granjas adaptadas: "Hablamos de entornos controlados para garantizar la salud de los insectos y la seguridad alimentaria del producto final". Allí se les alimenta en ingredientes ricos en carbohidratos, como cereales o harinas.
Y, una vez compramos la harina de gusano, ¿la notaremos al gusto? Núria Tous explica que si la concentración en el alimento es baja "difícilmente lo notaremos", pero que el sabor normalmente se define como pardo o tostado. También tiene un color marrón o amarillento, que puede variar en consistencia, pero que a efectos prácticos es muy diferente a la harina de trigo: "la de insecto es una fuente de proteína, mientras que la de trigo es una fuente de carbohidratos", concluye Tous.