Cómo la inteligencia artificial ya ha cambiado las reglas de internet

GinebraDesde su popularización a finales de la década de los 90, internet se ha establecido como principal medio de comunicación digital. Con la irrupción desde hace unos años de la inteligencia artificial, sin embargo, internet ha sufrido un cambio de paradigma que ofrece a los usuarios un amplio abanico de nuevas funcionalidades: desde nuevas formas de buscar información hasta compras personalizadas. Sin embargo, estas nuevas herramientas conllevan una serie de riesgos a tener en cuenta para poder navegar de forma segura.

"Antes buscábamos, ahora preguntamos"

Una de las principales características de internet es el acceso que proporciona a la información. Los motores de búsqueda son los sistemas que lo ordenan, de modo que los usuarios puedan encontrar de forma fácil lo que están buscando. Durante los primeros años de la red estos motores de búsqueda eran simples directorios que clasificaban a los sitios web por temáticas. Este sistema era muy primario y tenía limitaciones que no siempre permitían llegar a lo que se buscaba. Con la llegada de motores de búsqueda más complejos, como los de Yahoo! y Google, la información empezó a indexarse ​​de forma más eficiente y permite que el usuario llegue a la información deseada de forma fácil y precisa.

Con la IA hemos entrado en una nueva era de la búsqueda de información online. Las nuevas herramientas "inteligentes" permiten a los usuarios interactuar con los nuevos motores de búsqueda de una forma más natural. "Somos testigos de un cambio profundo. Hemos pasado del buscador al asistente", explica Antonio Pita, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), que añade que "antes buscábamos, ahora preguntamos".

Los nuevos sistemas de IA sintetizan toda la información de internet con la que han sido entrenados y dan una respuesta más o menos ajustada a la pregunta que se les ha realizado. Sin embargo, utilizar sistemas como ChatGPT para realizar búsquedas puede implicar algunos riesgos. Estos modelos tienen tendencia a la generación de información falsa (las conocidas como alucinaciones) así como en muchas ocasiones cuyas fuentes extraen la información son incorrectas o inexistentes. Así pues, es importante contrastar siempre la información con otras fuentes.

No creer todo lo que vemos

El avance de la IA generativa, la que es capaz de crear texto o imágenes de forma semiautónoma, tiene un gran impacto en el contenido que se encuentra en internet. "Vamos hacia una internet en la que gran parte del contenido será creado por máquinas", alerta Pita, quien afirma que la calidad de ese contenido se convertirá en el principal elemento diferenciador.

En este contexto, el papel de los profesionales humanos puede verse cuestionado. Pita comenta que "donde haya una mirada diferente, una historia bien contada o una opinión fundamentada, lo que emocione, sorprenda o simplemente haga pensar, es donde los humanos marcaremos la diferencia". En concreto, el avance de la IA tiene un impacto significativo en los medios de comunicación. "Deberán reinventarse porque ya no basta con informar. Hay que ofrecer contexto, interpretación y confianza, y diferenciarse, porque si todo suena igual, nadie escucha", considera este experto.

Entre los grandes retos a los que se enfrentan los medios de comunicación se encuentra la lucha contra la desinformación, donde la IA sirve de motor de impulso y difusión de este tipo de contenido. Sin embargo, por otra parte, la inteligencia artificial también puede proporcionar a su vez una herramienta para detectar manipulaciones o para rastrear el origen de la información y poder así contrastarla. "Si algo debe enseñarnos esta era es que no podemos creernos todo lo que vemos ni todo lo que sentimos", advierte Pita, que recomienda no dejarlo todo en manos de la tecnología.

Compras más sensoriales y personalizadas

La inteligencia artificial ha provocado también un cambio significativo en la forma que los usuarios tienen de comprar por internet. A las adquisiciones en un clic hay que sumarle los anuncios personalizados basados ​​en perfiles que sistemas inteligentes hacen de nuestras preferencias. Estos agentes utilizan la información que dejamos por internet para perfilar más detalladamente nuestros gustos y promocionar contenido afín a nuestra personalidad. Según Pita, el desarrollo de otras tecnologías inmersivas permitirá a las marcas generar experiencias de compra virtuales "más sensoriales, personalizadas y eficientes". Habrá que cuestionarnos, pues, si internet sabe más sobre nosotros que nosotros mismos.

Adversarios que aprenden

El aumento de la complejidad de internet ha provocado que la ciberseguridad se convierta en un aspecto aún más importante de cara a evitar ataques que pongan en peligro el funcionamiento de algunos sistemas digitales, así como los datos que circulan por ellos. En este aspecto, la IA es una espada de doble filo. Por un lado, permite crear ataques más sofisticados y, por otro, también posibilita evitarlos de una forma más eficiente que hasta ahora. "La IA nos obliga a convivir con un nuevo tipo de adversario: uno que también aprende", destaca el profesor de la UOC, que sugiere impulsar la cultura de ciberseguridad entre la población para hacer frente a estos nuevos riesgos.

Una regulación a remolque

Las nuevas tecnologías basadas en inteligencia artificial conllevan una serie de retos legales a los que los legisladores llevan años enfrentando. El principal problema es que la tecnología avanza a gran velocidad y la legislación es lenta. En esta línea, recientemente la Unión Europea ha desplegado la ley de IA, conocida como AI Act, que establece las bases reguladoras de esta tecnología. Sin embargo, el desafío es continuo para poder adaptarse a los cambios que se producen en el mundo digital de internet. "La IA nos hace reflexionar no sólo sobre qué podemos hacer, sino sobre qué deberíamos hacer. Y eso no lo van a decidir los modelos, lo vamos a decidir nosotros", concluye Pita.