Bajada de precios en picado: el aceite de oliva lo compraremos a 4 euros el litro a partir del otoño

Los productores de aceite de oliva en Andalucía están eufóricos. Es el sentimiento que domina cuando piensan en la próxima cosecha de oliva, que empezará en otoño, que prevén muy buena y que provocará que el precio del litro del aceite de oliva caiga en picado hasta los cuatro euros. Las lluvias abundantes del mes de febrero y sobre todo de Semana Santa, que enturbiaron e impidieron que salieran las procesiones, favorecieron los olivos en el momento justo que brotaban, por lo que los olivos han podido dar fruto e inflarlo. Por el contrario, en Cataluña, los presidentes de la DOP Garrigues, Enric Dalmau, y de la DOP Empordà, Simon Casanovas, afirman que en nuestra casa la sequía ha continuado en las zonas productoras de aceite de oliva, y las cosechas continuarán en la línea del año pasado: escasa.

"Llovió en febrero, pero sobre todo fueron muy buenas las lluvias de marzo", afirma Paco González, productor de Olis Guadalimar, en Jaén (Andalucía), que añade que este año "no será tampoco un año como los que teníamos antes de la sequía, porque el resumen del año tampoco será un año hidrológico muy bueno”. Para entenderlo, el productor de Jaén compara las cifras de un año y otro: "El año pasado hubo una cosecha de 851.000 litros; el anterior, de 660.000 litros, y este año mi previsión es de 1.500.000 de litros". Así pues, el aumento de precios del año pasado se produjo debido a que, durante dos años seguidos, la producción de aceite de oliva fue pequeña, "lo que no había pasado nunca, porque de un año por otro, el olivo siempre se había recuperado". Como había escasez de producción, aumentó el precio hasta los 10 euros.

Botellas viejas versus nuevas

A partir de este otoño, especialmente de noviembre, cuando lleguen al mercado las nuevas botellas de producción del aceite de oliva el precio bajará en picado, y oscilará entre los 4 y 4,50 y quizás 5. botellas que pertenezcan a la cosecha del 2023 aún se venderán a precio superior, pero en cuanto se acaben, todas las de la nueva cosecha tendrán el precio inferior", señala Paco González.

Por el contrario, en Catalunya, los directores de las denominaciones de origen protegidas Garrigues y Empordà coinciden en afirmar que aquí la sequía sigue provocando estragos en los olivos, que no recuperarán la producción respecto al año anterior. "Es cierto que ha llovido en primavera, pero no en Les Garrigues ni en general en Lleida ni en Tarragona", afirma Enric Dalmau, de la DOP Garrigues. Tanto es así, que la flor del olivo, en primavera, cayó al suelo una vez florecida por la falta de agua. "Nosotros decimos que «se quemó la aceituna», en el sentido de que cayó la flor", dice Dalmau, que añade que en algunas zonas de las Garrigues y Lleida hay zonas de riego para los olivos, "pero suponen un 20% de la producción", es decir, una parte pequeña. Dalmau también comenta que "los precios del aceite de oliva no los marca Cataluña, que es una zona productora pequeña respecto a Andalucía". Para continuar, en la DOP Empordà, Simon Casanovas relata que los olivos de Catalunya son la otra cara de la moneda de las de Andalucía. En el Empordà tampoco se recuperará la producción, y las previsiones están muy lejos de ser optimistas ni alegres, tal y como están en Andalucía.

La recuperación del consumidor

Por último, el productor de Aceites Guadalimar de Jaén, Paco González, expone la incertidumbre de que comparten en general los productores de aceite de oliva en el sur del Estado. "Durante este año hemos perdido a consumidores, que han buscado otras alternativas para no recurrir a los 10 euros del aceite de oliva, por eso nos preguntamos qué porcentaje volverá a comprar de nuevo el aceite de oliva", dice. Y la pregunta la basa en que tanto la industria alimentaria como en el hogar han buscado opciones económicas. "Es una pregunta que nos hacemos, porque ahora necesitaremos recuperar a este consumidor que sabemos que hemos perdido, mientras que el de la exportación se ha mantenido durante todo el año", concluye.