Un chucho con mucha crema, poco aceitoso y elaborado con manteca: las claves del mejor chucho del mundo (que se hace en Barcelona)
La pastelera Gisela Bellart, ganadora del concurso El Mejor Xuixo del Món, asegura que le seguirá vendiendo al mismo precio que ahora, 2,50 €
Este lunes la pastelería Triunfo, de la Rambla de Poblenou de Barcelona, tenía cerrado, como cada lunes, por descanso semanal. Gisela Bellart, la pastelera ganadora, paseaba por el Fòrum Gastronòmic de Girona mientras le iban felicitando por haber conseguido el domingo, en L'Escala, el premio al Mejor Xuixo del Món. "Por la tarde, contaré en un showcooking como lo hago, paso a paso", iba diciendo a unos y otros.
Bellart contaba la historia del chucho de Barcelona. "Todo empezó con mi abuelo, Antoni Bellart Falcó, que realizó el servicio militar en Girona". Fue entonces cuando el hombre aprendió a hacer chuchos, apuntó su receta, y de vuelta a Barcelona, empezó a hacer en la charcutería-pastelería Triunfo, que había abierto en 1952. "Cuando empezó a hacerla , mi abuelo elaboraba mil a diario", explica la limpia, que asegura que en Barcelona aquella dulce frita azucarada rellena de crema gustó, y mucho. Sin embargo, con el paso del tiempo, la receta original del abuelo se fue modificando. "No nos acababa de agradar, así que creamos más bien una pasta parecida a un bollo", dice Bellart, que se incorporó a la pastelería con 20 años, cuando se dio cuenta de que de los ocho nietos, nadie mostraba interés por el negocio familiar.
"Cuando me enteré del concurso del Mejor Sixho del Mundo pedí a mi padre que buscara su receta original, la del abuelo", comenta la pastelera. "Al abuelo le gustaba escribirlo todo y también dibujarlo, y papá lo había guardado en carpetas. Encontramos la receta, y me puse". La pasta es de tipo hojaldre, pero sin mantequilla, "porque en nuestra casa siempre habíamos utilizado la manteca, y es lo que he querido reivindicar". A la hora de freírlo, hay que ser cuidadosos, porque no debe quedar demasiado aceitoso. Una vez frito, dos ingredientes, el azúcar, y otro, de cosecha propia: la canela. Y lo más importante, con el mordisco, lo primero que debe entrar en la boca es la crema. "Nuestro chucho lleva mucha crema, que es lo que más gusta siempre cuando lo mordemos".
Este martes, cuando abra las puertas de la pastelería a las 8.30 am, tendrá preparados unos 150 chuchos. Será un día fuerte, como lo fueron los días previos al concurso, cuando anunció a sus clientes que llevaba el chucho al certamen. "Entre semana vendemos unos veinte a diario, y en fin de semana, unos cuarenta". El martes será fiesta grande, porque prevé que la noticia le traiga clientes, que se gastarán lo mismo que se habrían gastado si la hubieran comprado el pasado sábado, el día antes del concurso: 2,50 €. "Tengo muy claro que no subo el precio, que no están las cosas para ir subiendo los precios", concluye la pastelera.