Primer día de FESTÍ FEST: teca, bailaruca y la quesería catalana más premiada en el mundo
La segunda edición del festival gastronómico comienza en un sábado soleado y festivo en la Antiga Fàbrica Estrella Damm
BarcelonaEs hora de abrir el recinto y los primeros que ponen los pies en la Antigua Fábrica Estrella Damm hace un rato que se esperan. Son Anna y Vicenç, de Vilassar de Mar. Ellos son repetidores, el año pasado ya estuvieron en el FESTÍ FEST, el festival gastronómico que organiza el Diari ARA con la Fira Àpat. Unos pasos más allá existe otro repetidor. Es Jon Garcia, más conocido como Jon Cake. Él, el año pasado, como se dice popularmente, lo paró. Este año, además, ha inventado una tarta especialmente para el festival: es de chocolate y avellanas de Reus. No sorprenderá a nadie que al término de la jornada sea de los más vendidos. Como el kebab de Bien Kebab y la hamburguesa de El Filete Ruso. Veremos cómo irá el desempate el domingo, segundo día de festival.
Se nota que algunos son festivalerosprofesionales. Marc, de Barcelona, me enseña que tiene en el móvil una elección de platos que quiere probar, con la foto a su lado. En primer lugar, ha elegido el bocadillo de pastrami de Mani's, en segundo los canelones al vapor de Món Viêt y, en tercer lugar, el bocadillo de butifarra de Casa Pepi. La lista es más larga y me pregunto si va a tener rincón para todo. Él tiene un plan ambicioso. Sin embargo, hay gente que ha venido a pasar el día ya primera hora empieza tranquilamente leyendo el diario con una cervecita en las zonas de descanso.
El día soleado acompaña, y todas las actividades y talleres se llenan. El de cerámica tiene overbooking. Celia dirige la cata de cervezas de Damm. La gente está animadísima y participa. Una señora encuentra aromas de papaya en la cerveza. Otra de piña. Celia explica que trabajan con lúpulo catalán de Prades. Algo único, porque el lúpulo suele ser importado. A medida que avanza la cata, la gente se anima cada vez más, claro. Otra cata que triunfa es la que dirige Sofia Miró-Sans. Ella es una de las cocreadoras de Libertine Blends, los cócteles en lata para tener en casa como si tuvieras un coctelero en la nevera. Mi preferido, Bellini hecho con vino de base de una prestigiosa bodega catalana. También tiene propuestas sin alcohol que dejan con la boca abierta a la parroquia.
A su lado encontramos los sagales templados del Empordà de Quins Pebrots. Sorprenden a todo el mundo con su aceite, las sales y las salsas picantes. Ferran Gispert y lvan Garcia Puigderrajols dejan probar sus creaciones hechas a partir de su cultivo de Parlavà, donde han realizado cruces de variedades de pimientos. Una de las salsas tiene base de escalivada, otra de sofrito. Quieren que no sea necesario comprar tabasco, sino que tengamos salsas picantes a la catalana. Un chico que tengo el lado lo prueba y decide comprar el aceite con avellanas y ñora para poner encima de los huevos fritos. Maravillosa idea.
Enfrente está la parada de los multipremiados quesos de Betara, en el Lluçanès. De hecho, son la quesería catalana más premiada del mundo. Jordi Casanovas, con su soltura, se mete a todo el mundo en el bolsillo. También ayuda que ofrece buen queso para degustar. Se hace un harto de vender y una pareja que está a punto de casarse se lleva de dos tipos. ¿Cómo sabemos que están a punto de casarse? Degustar quesos juntos une mucho y Jordi Casanovas está a punto de hacer un agujero en la pieza de queso para que le ponga a modo de anillo. Al final no lo hacen, pero me parece una forma de pedir matrimonio el mar de original.
No son los únicos quesos presentes, también tenemos los de la quesería olotina Claperol. Los garrochinos han venido bien cargados y, sin embargo, cuando llego, sólo les queda uno del Rocanegra (leche de cabra con carbón). Quien se lleve una pieza podrá acompañarle con el pan que hace el Horno La Panacée, del panadero Arnaud Richou. Maravillosas creaciones hechas con demasiada madre y un pastel de higos que me llama. También hay mucha artesanía en el 100&Nomore, donde Ricardo Barguñó presenta sus ginebras de autor. De algunas hace sólo 100 unidades y van todas numeradas. ¿La más increíble? Desde mi punto de vista, la de pimienta de Sichuan. También triunfa la llamada Brava, inspirada en las plantas de la Costa Brava, como la lavanda. Ambas han sido premiadas.
Quedar retratado
Quien ha tenido un sábado bien atareado es la ilustradora Giulia Sagramola. Fritz-kola daba la opción de ser retratado por Sagramola a quien comprara un refresco suyo. Las caricaturas eran preciosas y, claro, todo el mundo quería una.
Durante todo el día los jeroglíficos del Capficado, el suplemento del ARA que juega con la lengua, han amenizado a los que se atrevían a concursar. Eloi Isern y Cesc Mayor daban premio a los que más acertaban. El juego da siempre mucho de sí. También ha arrancado muchas risas el monólogo irreverente de La Missjones. Vida de pareja, los hijos y las uñas de los pies, que según ella a partir de los 40 debes remojarlos antes de cortarte las uñas.
Aparte del ambiente festivo, quien ha querido ha podido hacer trabajar la imaginación. El mejor ejemplo lo ha personificado Ivan Merino. Ha explicado de forma pedagógica qué es el food design, y se ha hecho un trabajo participativo para imaginar una galleta del FESTÍ FEST. También ha habido tiempo para encontrar soluciones para quienes tienen insomnio. La periodista Cristina Sáez ha dado las claves de cómo comer para dormir bien. Le ha ayudado Alba Coll, de la Fundación Alícia. El domingo será el turno de plantearnos qué evidencia científica tiene el ayuno intermitente.
Entre tanta xerinola se ha hecho un espacio para la reflexión. La encargada ha sido la cocinera Cristina Ojeda del colectivo de mujeres en gastronomía Crema Club. El título del debate era De la tierra a la mesa. Ha congregado a mujeres de la gastronomía, como el de Núria Renom, que ha explicado que hace vino por amor. Y que aunque no la convenza la etiqueta, hace vino natural "porque al amor no se le puede poner límites". O Carla Gili y su proyecto de aceite de finca, bajo la marca Anécdota. Gili nos pone en nuestro sitio cuando habla de los olivos: "Estás trabajando con un árbol que es más viejo que tú, estaban los romanos pasando por la Vía Augusta y él ya estaba". Adriana Carcelén, del restaurante vegetariano Rasoterra dice que no trabaja con ningún productor que no sepa qué cara tiene ni cómo se llama. Una buena filosofía. También lo es la de Anna Pla, la sumiller y copropietaria del restaurante Contracorrent Bistró. Quien vaya y quiera beber vino, no encontrará carta. Explique lo que te gusta y será la propia Anna que, cuando sepa quien sois, elegirá un vino para vosotros.
A medida que va cayendo el sol es la hora de hacer más fiesta. Música ha habido todo el día, pero ahora también es la hora del baile. Indie Cool pone hits que no sólo hacen mover los pies, sino que inevitablemente la gente también canta. Después es el turno de Hal 9000 para cerrar el día de la mejor manera con una sesión que mezcla varios estilos musicales, desde el pop, al urban, pasando por la electrónica, para poner la guinda a la fiesta.
Y el domingo más.