Un discípulo de los Roca que triunfa en Girona
Adrià Edo y Júlia Trota sirven cocina honesta y de producto en su restaurante Ditifet
Ditifet
- Dirección: calle Calderers, 10, Girona
- Cocina: tradicional elaborada
- Obligado: planchado de pies de cerdo, rebozuelos y conté
- Vino: libro de vinos con referencias de todo el mundo
- Servicio: cercano, atento y profesional
- Local: espacio moderno con arcos y paredes de piedra clásica
- Precio por persona : 80 €
La cocina es lo primero que se ve al poner un pie en el Ditifet. Una buena carta de presentación y una declaración de intenciones. Al fondo, bajo un arco de piedra clásico, Adrià, con su inconfundible camiseta blanca y el delantal verde, dirige y ejecuta los pedidos de los clientes que van llegando. Tiene poco tiempo para levantar la vista de los fogones, pero de vez en cuando afloja el nivel de concentración para saludar a la gente que va accediendo a la sala. Adrià Edo, con treinta y cinco años, es un hombre feliz, disciplinado y creativo, virtudes que comparece con su pareja, Júlia Trota, maître y sumiller del restaurante. Ambos trabajaron más de seis años en El Celler de Can Roca hasta que la pandemia, como le ocurrió a mucha gente, les cambió la vida. La cóvido les dio el tiempo que necesitaban para reflexionar, hacer números y hablar con un par de amigos de toda la vida que ayudarían a dar el impulso económico definitivo. Paseando por el Barri Vell de Girona, encontraron dos locales interesantes y ni siquiera se dieron un margen de tiempo para dudar: fue dicho y hecho.
La carta es todo a hecho un espectáculo. La propuesta gastronómica es tentadora y estimulante, basta con hacer un repaso de algunos de los platos que se anuncian. Es una oda en el producto con un toque destacable de creatividad. Damos unas cuantas vueltas hasta que acabamos decidiendo que lo mejor que podemos hacer es no decidir nada. Lo dejamos en manos del chef, Adrià, que si no tenía suficiente trabajo, ahora tendrá que añadir la selección de platos de nuestro menú. Queremos hacernos una idea representativa de su cocina y dejamos que se luzca escogiendo lo que él considera lo mejor: el tártaro de vieira, salsa de oliva y piparra da el pistoletazo de salida al festival. Continuamos: croquetas de ternera de Girona, y planchado de pies de cerdo, rebozuelos y queso comté (una auténtica delicia con pan de bollo y trufa rallada por encima).
Un libro de vinos
Es el momento perfecto para detenernos a saborear los primeros sorbos de la botella de Les Camades 2021, de la Bodega Bravo Escós (DO Priorat), una de las joyas de la bodega de Julia, a la que hemos dejado la responsabilidad de escoger el vino de una carta con aspecto de libro de vinos (con referéncias). Llegan los setas a la brasa con papada ibérica Arturo Sánchez; los guisantes pequeños del Maresme con bazo, caldo a la mantequilla y tallarines de sepia, y el tuétano a la brasa con ensalada de cilantro y tostadas. Un primer acto sencillamente brillante.
Inauguramos una botella de Sarau (DO Empordà), un vino ecológico elaborado por Jordi Esteve en los viñedos de Rabós de Empordà, para enfrentarnos al monstruo final: la mediade frisona alemana madurada en seco Behiki (de 60 días de maduración). Contra todo pronóstico, salimos victoriosos, y nos queda aún un agujero para rematarlo con el postre: un pastel de almendra con sorbete de limón para bajar, acompañado de una pequeña cata de la botella de Còsmic Valentia blanc (DO Empordà), que Julia ha abierto para acabar. "Hagamos una cocina honesta con el producto, nuestro punto fuerte es la materia prima. No sé si puedo decir que estamos en nuestro mejor momento, porque siempre espero avanzar, pero estamos contentos y orgullosos de lo que hacemos", confiesa Adrià. Él es el chef decidido: no dudó en construir el Ditifet, tampoco a la hora de elaborar nuestro menú y está decidido a triunfar. Le sobran el talento y la valentía, al igual que a Julia. ¡Y los amantes de la buena cocina lo celebramos!