La leche de camella, un producto gourmet y una joya nutricional

LanzaroteCon cinco ejemplares sería suficiente para empezar el negocio. De las camellas se quitaría leche, con la que también se podrían hacer cosméticos y de la lana, ropa. Así lo explica Guacimara Cabrera, CEO de DromeMilk Camel Bio Farm en el festival gastronómico Saborea Lanzarote, un evento donde se reúne lo mejor de los productores y restauradores de las islas Canarias. Cabrera dirige la única granja que hay en España y anima a quien quiera empezar otra porque "la competencia no les da miedo", al contrario. Ellos han abierto camino desde Fuerteventura y son los primeros productores de esta preciada y nutritiva leche en el estado, y están dispuestos a ayudar a los intrépidos que se sumen en esta aventura. Ahora mismo esta leche es un producto con menor producción que demanda, que viene sobre todo de países como Alemania, donde es más conocida y apreciada que aquí.

La leche de camella que apenas ahora se produce en la isla de Fuerteventura es un proyecto que ha tardado 40 años en ver la luz. Así que empezamos por el principio.

Hace más de seis siglos los camellos entraron en las islas provenientes de África. Se convirtieron en un animal muy preciado, incluso el ejército le prefería al caballo. El camello fue fundamental en la vida productiva de las islas, pero con la llegada de la tracción mecánica quedó fuera de juego. Además, una vez domesticados, necesitaban a los humanos para seguir subsistiendo.

Quien salvó a estos camellos en el umbral de la desaparición fue una industria cada vez más lucrativa: el turismo. Los paseos de los visitantes a las islas Canarias en camello mientras observaban el paisaje volcánico mantuvieron viva a una especie gravemente amenazada. De hecho, ni siquiera estaba considerada especie en ese momento. Fue la familia de Guacimara Cabrera que emprendió la misión de identificar y hacer valer a estos animalitos autóctonos. En 1983 habían entrado los últimos camellos en España provenientes de África, y es en este momento en que ven que son muy distintos a los que había en Fuerteventura.

En el año 2006 el Oasis Wildlife Fuerteventura empezó un proyecto de investigación conjuntamente con la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad de Las Palmas, y después también con la King Saud University de Arabia Saudita, en la que estudiaron qué era necesario para tener una granja de camellos. Y en 2011, después de muchos años de lucha de la familia de Guacimara Cabrera, la comunidad científica certificó lo que ya sabían, que el camello de Canarias es una especie endémica única en Europa y la única española, de la que ahora hay 900 ejemplares, 400 de ellos en la granja de Cabrera. Pero la ciencia no se detuvo aquí, sino que analizó la leche de esta especie, y la conclusión a la que llegaron es que es una pequeña joya nutricional.

Exportación de camellos

Hasta hace poco, en lugar de comercializar la leche, lo que se exportaba desde Canarias eran los camellos. En Europa hay 60 granjas de camellos, pero en España, y más concretamente en Canarias, de donde son autóctonos, no había ningún productor de leche. Según Cabrera "es un error" porque al exportarlos "no generamos desarrollo nosotros". Pero es que, además, dónde son más productivos es en su hábitat natural. Hace unos años exportaron unos camellos de raza canaria a Países Bajos, y una vez analizada la leche que producían, no se acercaba a la calidad de la leche que producen en las islas, con su suelo rico en minerales, la hierba que pastan y la cantidad de sol que reciben.

La leche de camilla se asemeja más a la leche materna humana que a la de vaca. Para encontrar otra leche similar en el mundo animal deberíamos recurrir a la de yegua. Es muy poco grasa y muy blanca. Tiene hierro, potasio, omega-3, vitaminas del complejo B y puede triplicar la cantidad de vitamina C de la leche de vaca. Es fácil de digerir y es recomendable para prevenir la obesidad y la diabetes. También ayuda a reparar el tejido muscular, así que es indicada por las personas que deben realizar grandes esfuerzos físicos, tales como los deportistas de alto rendimiento. Cabrera dice que también queda muy bien con el café con leche, puesto que el sabor es suave y ligeramente más salado que la de vaca debido a la alimentación del camello, basada en plantas desérticas con muchos minerales.

La iniciativa de DromeMilk Camel Bio Farm ha recibido un premio este 2023 por parte del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en la modalidad de emprendeduría de industria alimentaria. Pero no es la única institución que les ha apoyado, porque también han participado en el acto que organizó la FAO hace apenas unos días en Roma en los que se ha decretado que el 2024 será el Año Internacional de los Camélidos, de los que la organización dice que son "héroes de los desiertos y las alturas". La iniciativa pretende concienciar sobre "el potencial no explotado" de estos animales y que "se aumenten las inversiones en el sector de los camélidos". La FAO recuerda que son un animal fundamental en muchas culturas y que proporcionan leche, carne y fibra, sirven como medio de transporte de bienes y personas, aportan fertilizante biológico y se adaptan muy bien a sitios donde otras especies de ganado no sobrevivirían.

Poca producción

Actualmente, la producción mundial de leche de camella para consumo humano es 500 veces menos que la de leche de vaca, pero la demanda mundial no deja de crecer. Es por eso que para hacer frente a la demanda, desde DromeMilk alientan a otras personas que se sumen a la causa. Su granja de Fuerteventura es la mayor de Europa, pero su objetivo no es sólo vender la leche, sino centrarse en los derivados. La razón es que la leche que produce una camella es poca y tiene elevados costes. Una camella no alcanza la madurez reproductiva hasta los 5 años y después puede producir 3 litros al día. Medio litro de leche puede costar entre 11 y 35 euros en comercios occidentales, puesto que su producción es hasta 30 veces más cara que la de vaca.

Por eso la granja se centrará también en hacer helados, quesos y chocolate. Justo en el encuentro Saborea Lanzarote se podía probar un nuevo producto, el kéfir, que los asistentes pudieron probar a la vez que Guacimara Cabrera. También han creado unos bombones con la bombonería artesanal La Corona, de Lanzarote, que han sido todo un éxito porque crearon cuatro gustos con productos 100% canarios: como el de leche de camella, chocolate y mermelada de chumbera o bien el de camella al queso artesanal ahumado de cabra mayorera y la mermelada de higo blanco canario. Unas delicias auténticas.