Cómo combatir la fiebre del ceviche y del cheesecake: argumentos para defender la cocina catalana
El cocinero Jordi Vilà publica 'Manual de autodefensa de la cocina catalana' y hace merchandising

BarcelonaLa reivindicación puede realizarse desde muchos lugares, también desde el humor. Por eso el cocinero Jordi Vilà, conjuntamente con su equipo creativo, ha creado el Manual de autodefensa de la cocina catalana. Consiste en un póster que, a modo de auca e inspirado en las artes marciales, muestra cómo combatir los argumentos de los desinformados que creen que la pasta tiene más historia en Italia que en Cataluña o que los escabeches como el del ceviche nos han venido del otro lado del Atlántico cuando ya aparecen en el Libro de Sent Soví hace 400 años.
En este póster encontrará los argumentos definitivos para defender la cocina catalana "con honor, elegancia y gloria" y, deberíamos añadir, con conocimiento de causa. Por poner ejemplos: con una especie de patada voladora encontramos El golpe del cheesecake, con la ilustración de Joan Manel. Llama a liberarnos ya hacer del pastel de queso americano un manjar para el 4 de julio, su día oficial. ¿Para el resto del año? Miel y requesón, brazo de gitano, torta, comida blanca, buñuelos de viento, pijama o carquiñoles. Y así hasta nueve ítems que podemos defender con gracia y contundencia. Y otras claves para ganar el combate como La defensa pasta, El giro ramen, El toque tenedor, La coz ceviche o El jab antiumami.
Los catalanes también
Lo que ha llevado al cocinero a sacar adelante esta iniciativa –que tendrá en un futuro un libro– es la sensación de que la cocina catalana se encuentra en tiempo de descuento. "No vivimos una época de cambio, vivimos un cambio de época", dice. Y centra el debate: "A mí me encanta el ceviche, que es supertradicional en algún lugar del mundo. Comémoslo cuando vayamos allí. Y cuando alguien que está aquí es peruano y abre un restaurante peruano, yo también lo celebro. Pero lo normal sería que en Barcelona, por cada lugar donde hay ramen, hubiera diez donde se puede comer escalivada, escudella y caracoles. Y esto no es así. Debemos sacudir el árbol", dice el cocinero.
Vilà tiene clarísimo que defender lo que nos es propio, lo que nos define, no implica comprar según qué discursos. "Si hay talento y hay algo bueno de fuera, utilícelo, los catalanes siempre lo hemos hecho. No es un planteamiento desde un punto de vista excluyente. No és un «els catalans primer», sinó «els catalans també»".
Com que el sentit de l'humor és marca de la casa, mentre es presentava el cartell, s'ha proposat que a les escoles es mengi sushi de molt mala qualitat. Així la mainada ja no en voldrà més. I s'ha recordat que el problema principal és que a les cases no es cuina, que és el cordó umbilical amb la tradició gastronòmica d'un lloc. Ara ens limitem a reescalfar menjar, i la gran indústria no seria precisament una gran amiga de la cuina catalana.
"Si anem a Sicília volem menjar cuina siciliana", explica Vilà, que afegeix que defensant la cuina catalana també es defensa la siciliana a Sicília i l'asturiana a Astúries. Si algú vol sumar-se a aquest moviment d'autodefensa, pot adquirir el pòster per 15 euros, la samarreta (n'han fet dos models) per 20 o la tassa per 12. I per a qui ho vulgui todo, por 40 euros tendrá los tres objetos. Los encontrará en las tiendas Va de Cuina y en los restaurantes Vivanda, Alkimia y Alkostat.