Ni un día en casa

Porvenir: los buenos ingredientes de una propuesta extraordinaria

Un restaurante lleno de talento y profesionalidad con una oferta gastronómica muy atractiva

Chesco y Roger en la sala del restaurante el Porvenir
  • Dirección: calle del Porvenir, 72 (Barcelona)
  • Carta: menú y carta con buena relación calidad-precio
  • Obligado: manitas de cerdo con salsita de gamba roja y caracoles
  • Vino: buenas opciones también en las copas
  • Servicio: profesional y divulgativo
  • Local: acogedor y cómodo
  • Precio por persona: 40 euros

Dos activistas de una AMPA de Fort Pienc, barrio del distrito del Eixample, se conocieron dinamizando actividades de la escuela de los hijos durante la pandemia. Fue entonces cuando Roger Viñas (cocinero) y Francisco Salrach, Chesco (sumiller y jefe de sala), creyeron que montar un restaurante juntos sería una buena idea. El 23 de noviembre del año 2020 abrió sus puertas el restaurante Avenir, tras superar todos los obstáculos propios de una época de mal recuerdo.

El porvenir es un restaurante con una oferta gastronómica muy atractiva. Nos ofrecen dos menús degustación, uno de dieciocho platos y dos postres por 84,50 euros y el otro de trece platos y dos postres por 69,50 euros. Además, al mediodía se encuentra la Fórmula Clásica, con platos para elegir por 30 euros, y el Tastet del Porvenir, en el que se nos permite probar siete platos emblemáticos del restaurante y un postre también por 30 euros. Nosotros escogemos esta opción y el resultado es extremadamente bueno.

Empezamos la cata con unos asombrosos ajos confitados. El protocolo nos indica que hay que chupar un poco la piel y después comerse el ajo. Son dulces, sabrosos y no repiten. Se comen con los dedos y, por este motivo, nos llevan en un cuenco la histórica agua con limón para limpiarnos en vez de las nefastas toallitas. Un gran acierto. Continuamos con unos mejillones a la brasa con una salsa verde que mejora el producto fresco. El vino que nos recomienda el Chesco es el Elixir de Trepat de la Bodega Vidbertus, ubicado en Espluga de Francolí.

Retomamos la cata con un buñuelo de trinchado (patata y col) en el que el cerdo se ha sustituido por una manzana ahumada que te deja un sabor muy agradable en la boca. También comemos unas judías blancas del ganchillo, con tripa de bacalao y alga códium. Las secas son carnosas y exquisitas, de esas que te pegarías un plato entero. Un ravioli relleno de calamar es el preámbulo de uno de los platos más admirables y buenos del menú: tripa vegetal con oreja blanca. Tiene una textura crujiente y va acompañado de una salsa que nos remite directamente a los callos clásicos.

El remate final es tan extraordinario como bien ejecutado: pies de cerdo con salsita de gamba roja y caracoles. Es una maravillosa adaptación del mar y montaña tan nuestro. Con este plato tocamos el cielo y nos ganan para siempre. El conjunto es perfecto, pero tanto los pies de cerdo, como la salsa como los caracoles son excepcionales por sí mismos. El postre es un mini pastel de queso que culmina muy acertadamente un menú de mediodía de mucha calidad y muy bien realizado.

El restaurante Avenir tiene un prestigio ganado por el buen trabajo de Roger Viñas y Maria en la cocina y por el del Chesco Salrach y de Joan en la sala. Nos sentamos con el Chesco para que nos diga dónde recae el éxito: "Tenemos una cocina original y bien elaborada, una buena selección de vinos, la relación personalizada con los comensales con la explicación de los platos y el ritmo de servicio. Es una combinación muy bien valorada por nuestra clientela".

No se exprimieron demasiado el cerebro para elegir el nombre del restaurante, pero nosotros somos testigos de que el talento y la profesionalidad de Roger y Chesco se reflejan en la mesa y en el servicio al comensal. Vaya a comprobarlo.

Recuerda que la mejor opción para disfrutar de esta propuesta gastronómica son los servicios de Renfe Cercanías

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