Tenéis que sacar a bailar este vino
Venus es el resultado de la terquedad. Os parecerá una maravilla, un pedazo de paisaje
Ficha:
- Venus “La Universal”, 2019
- Garnacha, cariñena y syrah
- DO Montsant
- Para maridar con todo tipo de carnes (brasa, estofados, mares y montaña, si lo queremos), arroz a la cazuela, cocina con setas. Para tomar solo, a media tarde, oyendo música de Pink Floyd o leyendo a Mercè Rodoreda.
Ésta es la historia de un viaje. El de la salvaje, indómita, amable Sara Pérez, que estaba en el Priorat a finales de los 90, cuando todo el mundo “tenía clarísimo” qué era y qué debía ser el Priorat, y ella no encontraba su sitio. Sara huyó. Y esa fuga es Venus.
Huir de la hegemonía, de la expectativa. Visibilizar lo invisible y no obvio. ¿Venus qué no es? No es manipulador, ni seductor, ni cortoplacista, ni comercial, ni marquetiniano.
En el año 99, cuando sacó la primera añada (el Priorat estaba en boca de todos), decidió cometer el sacrilegio (entonces) de buscar más elegancia y más tensión, armonía, equilibrio, “bebilidad”. Comenzó a trabajar con cariñena y syrah, dos variedades bastante reductivas. En muchas zonas del mundo, la cariñena se combina con la garnacha, y la syrah, también. Ella, en cambio, las combinaba ambas. La garnacha era la parte oxidativa: la que abría, la que permitía. Syrah era la parte más introspectiva. Le salió un vino introspectivo, reductivo... Pero ella decía: “¡Este vino debe sacarlo a bailar!” Porque era un vino que necesitaba temperatura, mover la copa, años en botella, crecer.
Y ahora, quien tenga la suerte de probar noventa y nueve o dos miles, dos miles-uno, que eran cincuenta por ciento de cariñena y cincuenta de syrah, que en su momento parecían tan difíciles, ahora son de una finura y de una elegancia que te dejan sin aliento.
En 2004 entró en el proyecto René (hijo de René Barbier e Isabelle Meyer, los creadores de Clos Mogador y responsables de la eclosión del Priorat) y dijo: “Me falta garnacha”. Y sustituyeron a la syrah por la garnacha. Todo fue más fácil porque la garnacha es más oxidativa.
Lo que ahora conocemos como DO Montsant antes era la “DO Tarragona subzona Falset”. Una zona, entonces, poco valorada. Con terrenos arcillo calcáreos, profundos, productivos. Sara la encontraba “de una belleza brutal” y cuando todo el mundo buscaba terrenos pedregosos de producciones mínimas, granitos pequeños y muy madurados, ella buscaba humedades y expresiones más frondosas. Esto hacía vinos más bebibles, directos, rápidos. Vinos con los que podías pasártelo mejor. Ahora, en el mercado está la añada 2019. La última, la que os proponemos. Sara suele hacer una crianza de dos o tres años antes de embotellar y uno o dos años más en botella. Os parecerá una maravilla, un pedazo de paisaje. Venus es el resultado de la tozudez, de hacer realidad un sueño, una forma de sentir. Venus es la búsqueda de la belleza en el momento en que no tocaba.
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