Ni un día en casa

Teatro Kitchen Bar: ¡que empiece el espectáculo!

En esta comida, pensada como una obra, hay un trabajo preparatorio detrás que probablemente no es visible

Teatro Kitchen Bar

  • Dirección : av. del Paralelo, 164 08015 Barcelona
  • Cocina : snacks y platillos
  • Obligado : cazuelita de nori con foie-gras y anguila
  • Vino : carta extensa en variedad y calidad
  • Servicio : profesional y atento
  • Local : comedor moderno con terraza
  • Precio final por persona : 100 euros (sin vino)

"Soy un cocinero de Rubí que llevo veinticinco años trabajando en este oficio". Así se presenta Oliver Peña, chef, líder y alma del Teatro Kitchen Bar. Este restaurante está en el mismo local donde brilló el añorado Tickets de Albert Adrià. Somos conscientes de la dificultad de disociar el Teatro Kitchen del Tickets, pero Oliver ha sabido aportar un sello propio en el que resalta su talento y su personalidad.

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La comida está pensada y planificada como una obra de teatro con diferentes actos. Nosotros estamos en el patio de butacas dispuestos a conocer el argumento de la sólida y exitosa carrera de Oliver. El telón se levanta en la terraza con una copa de Estrella Damm muy bien echada. Después de este preámbulo iniciamos el primer acto en el que casi todo es a base de finger food (comida con los dedos). Probamos platillos y snacks que nos sorprenden tanto como nos maravillan: taco de quelitas km 0 (planta de origen mexicano que también se cultiva en nuestro país); cannolocatalano (una versión nostrada del clásico siciliano); regañá de puerro con la receta del romesco de la madre de Oliver; bollo de atún y huevos de tortilla; niguiri crujiente de toro; cristal de corteza y camarones; flautín de ternera; mochi de pollo a la catalana y, para terminar este maravilloso inicio, probamos la fabulosa cazuelita de nori con foie-gras y anguila. Aprovechamos el entreacto para hablaros de la primera botella de vino que nos tomamos: Gran Caus tinto 2019 de Can Ràfols de los Caus del Macizo del Garraf. Un vino con notas afrutadas, fresco y con un final completo y agradablemente extenso.

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Volvemos al escenario principal con una ensalada de tomate, aceitunas kalamata y pan crujiente y con elaguachile de pescado limón. Segundo acto, la hora de los platos calientes: rollo de langostinos de la Ràpita; pulpo a la coreana con una textura perfecta; saam de tocino de cuello, tacos árabes de cordero y, por último, un llonguet trufado de queso del Pallars y de Molí de Ger. Para toda esta secuencia, Agostina Fernández, directora y sumiller, nos recomienda una botella de Els Pics 2021 de la bodega Mas Alta del Priorat, un vino aparentemente sencillo que aporta un gran placer. La alargada obra personalizada que nos ha preparado Oliver nos ha permitido degustar las dos exitosas recomendaciones que nos ha hecho Agostina. No sufra, los tres volvemos a casa en transporte público.

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La obra culmina con una doble escena dulce: milhojas tropical y laalfajor helado de caramelo salado y cacahuete. Mientras todavía degustamos el fantástico vino del Priorat hablamos de la calidad de la cocina del Teatro Kitchen Bar y destacamos que hay un trabajo preparatorio detrás que probablemente no es visible, pero que se nota cuando te pones en la boca la mayoría de los snacks y catas que elabora el equipo del restaurante. Oliver es el chef, pero también hace de apuntador para explicar a cada espectador el argumento personalizado de su función. "En este momento tengo un gran grupo de trabajo que ha evolucionado muy positivamente. Ahora soy feliz, tengo la tranquilidad que siempre había buscado. La cocina que hago es gustativamente la que quiero", afirma Oliver reconociendo el trabajo de todos los actores y actrices de reparto con la contundencia que le da el saber y la experiencia.

En el Teatro Kitchen Bar se escenifica una obra sublime con un actor principal que comparte escenario con un producto de calidad y perfectamente ejecutado. Nosotros salimos del guión y Oliver fue quien improvisó incorporando pequeñas piezas gastronómicas en una función que, para nosotros, sería la ganadora del premio Butaca de este año.