Planes en familia

5 restaurantes para disfrutar con niños de una comida veraniega

Os proponemos espacios gastronómicos adaptados a los más pequeños para que tanto ellos como los adultos puedan estar a gusto

Familia haciendo una comida en la zona chill out del Restaurante Port Massaluca.
4 min

BarcelonaEn la playa, de excursión a la montaña o sin salir de la ciudad: en verano apetece comer alguna comida fuera de casa con los niños para salir de la rutina y rehuir el calor. Sin embargo, a veces los niños se alborotan, se cansan más bien de las sobremesas de los adultos o, simplemente, necesitan un espacio más adecuado. Os proponemos cinco restaurantes donde podrá ir con los niños y disfrutar de la comida tanto unos como otros.

1.
Manreana, una inmersión en el mundo del campesinado
El parc de La Manreana

No es un restaurante, pero se puede comer un bufé libre casero con más de nueve platos a elegir. Lo más relevante de La Manreana, una antigua masía de payés situada en Juneda (Les Garrigues), es su amplia oferta lúdica que nunca decepciona a las criaturas. El compromiso sostenible es marca de la casa y lo tiene todo para la inmersión en la vida campesina: un parque natural y una granja escuela. Los visitantes pueden interactuar con los animales de la granja, acceder a un espacio de fauna salvaje con animales que proceden de centros de recuperación y distraerse entre vegetales en el huerto y en el invernadero. Además, los niños podrán participar en actividades como una visita guiada con un granjero o un escape room por la granja, así como divertirse con camas elásticas, juegos de madera e incluso un laberinto de 1000 m². Las entradas se pueden reservar con antelación en su web.

2.
Kauai, un chiringuito para el relax de los adultos y el juego de los niños
Restaurant Kauai, a Gavà Mar

Un chiringuito frente al mar para comer un arrocito a la sombra en familia y después tomar una copa en la zona chill-out con música de fondo mientras ves cómo los más pequeños se divierten jugando en la arena... ¿qué más se puede pedir? Situado en Gavà Mar, el Kauai es una opción ideal para pasar un día de playa con niños (y sin) cerca de Barcelona. Si va en coche, tiene parking propio, y también dispone de zona de picnic y barbacoas para eventos de grupo. El chef Òscar Manresa lidera la oferta gastronómica, que está basada en tapas, arroces y fideuás (¡y sardinas a la brasa en temporada!). También tienen platos de menú infantil como macarrones a la boloñesa y butifarra con patatas, y opciones vegetarianas. Al mediodía hay un ambiente distendido y familiar, y sábados y domingos se vuelve más festivo durante las sesiones de anochecer con DJs con las que se puede mover el esqueleto hasta las 20 h.

3.
La Caseta del Migdia o cuando los niños recuperan Montjuïc
La Caseta del Migdia, a Montjuic

Barcelona tiene un pulmón verde en el centro que a menudo pasamos por alto. La Caseta del Migdia es un chiringuito situado en el Mirador del Migdia, cerca del Castillo de Montjuïc, con un ambiente distendido y divertido. Se pueden comer platos combinados de butifarra y brocheta de pollo a la brasa o escalivada en la versión vegetariana, acompañados de ensalada, maíz y pan tostado. Con unas vistas privilegiadas sobre el mar y la montaña, este lugar es un oasis para pasar el calor si no se ha ido de la ciudad donde los más pequeños pueden correr y jugar entre los árboles antes de cenar. Abren las tardes y vísperas de viernes a domingo, ya menudo realizan actuaciones de rumba en directo. Si sois unos enamorados de Barcelona y queréis contemplarla desde lo alto de la montaña tomando algo en una terraza, éste es su sitio, siempre que consiga hacerse un hueco entre los turistas.

4.
Zambullida en el Matarraña antes de una buena comida
Restaurant del Càmping Port Massaluca

Si salimos del imaginario vacacional de las calas de costa y las pozas de alta montaña, podemos encontrar en los ríos paisajes realmente originales. Es el caso de la desembocadura del Matarraña, que despliega su caudal entre acantilados. El camping Port Massaluca, en la Terra Alta, se sitúa en este lugar, desde donde se puede ver el antiguo puente ferroviario que atravesaba la montaña camino a Fayón, en Aragón, uno de los pueblos relocalizados tras ser tragados por los embalses. Además de zona de acampada y bungalows en un entorno privilegiado, el camping tiene una oferta gastronómica interesante con productos de la zona y especializada en arroces y fideuás, carnes a la brasa y cocina mediterránea. También hay platos infantiles como macarrones con tomate y pechugas de pollo rellenas de jamón y queso. Además de zambullirse en el río se pueden realizar actividades como visitar en kayak el antiguo campanario de Fayón.

5.
La fábrica de Celrà: un restaurante-ludoteca o la república de los juguetones
La fàbrica de Celrà: un restaurant-ludoteca o la república dels juganers

Que los niños "aprenden porque juegan" ya lo decía Jean Piaget y que "el trabajo de los niños es jugar" lo apuntaba Maria Montessori. Pero a menudo se necesitan espacios y materiales para permitir que esto suceda. Lo tienen en cuenta en el Centro Cívico, el espacio gastronómico y ludoteca situado en la planta baja de la Fábrica de Celrà, antigua Fábrica Pagans y edificio de arquitectura industrial modernista, emblema de este municipio del Gironès. La carta ofrece tapas, pizzas, tortas y bocadillos, así como menú infantil. A un lado del restaurante, se encuentra la joya de la corona: una sala con un montón de juegos y pinturas para dibujar, y una zona con colchones para los menores de dos años. Y si necesitan aire fresco, justo en frente del edificio hay un parque infantil. Es un lugar ideal para llevar a los niños, y quizás también para que los adultos salimos de las exigencias del día a día y recuperamos nuestro espíritu juguetón.

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