Jan Garrido: "Un hijo lo hace saltar todo por los aires"

BarcelonaGigante, tú tienes el corazón gigante / criatura preferida / revolución solar / Gigante, tú tienes el corazón gigante / haces temblar la vida / pequeña bomba nuclear. Después de seis discos, Xiulaland, es un regreso a los orígenes, al motivo que hizo que nos encontráramos, a los motivos por los que hacemos todo lo que hacemos.

Esto que cantabas es Gigante, una de las últimas canciones.

— Es una canción especial que explica cómo es ese amor que siento por mi hijo, un amor gigante, como también es gigante su corazón. Cuento ese amor incondicional y absolutamente fuera de tamaño que vivimos todos los padres y todas las madres. Y el enorme agradecimiento a mi pareja que siento, un enorme agradecimiento a mi hijo y también a mí mismo por todo lo que nos está pasando, que es precioso.

Pequeña bomba nuclear...

— Un hijo lo hace saltar todo por los aires, explota tu vida. El amor que sientes por él lo hace tambalear todo hasta los cimientos. Hace tambalear tu ego, la forma en que habías entendido la vida. Cambia su paciencia, su presencia. Es un desplazamiento milagroso. Si te abres a esta experiencia ves cómo tu ego se dobla gracias al peso de tanto amor. Y vivimos una oportunidad para curar algunas heridas del pasado, para integrarlas, para madurar no desde la teoría, sino profundamente.

Cuéntame esto de los bomberos.

— Tengo una buena amiga que trabaja en el cuerpo de bomberos y surgió la idea de hacer una canción conjuntamente. Hasta ahora había esa canción de la camisa abierta y el bigote torcidopero no nos representaba demasiado a nivel de valores y quisimos hacer otra que fuera una herramienta divulgativa para entender el trabajo de bomberos y bomberas, que nos permitiera explicar a niños y niñas qué hacer si un día hay fuego en casa, como es importante cerrar todas las puertas. La canción se titula Bombera y la protagonista es una niña, para huir del estereotipo.

¿Qué te has tenido que replantear al ser padre?

— La masculinidad, por ejemplo. Tener un hijo me hace reflexionar sobre cómo ser hombre hoy. He tenido que mirarme a mí mismo ya que, por mi hijo, yo soy su referente masculino. Me pregunto cómo me pongo delante de él. He tenido que pensar en qué referentes masculinos tuve yo cuando era niño y joven. Alguna vez oigo que nadie nos enseña a hacer de padres y yo, por lo que vivo, veo que sólo hay una manera. Para aprender a ser padre es necesario serlo. Esto significa pasar el máximo de horas con el hijo, que crezca el vínculo, la presencia, la capacidad de cuidado.

¿Te sientes todavía un padre novato?

— Aprendo mucho todos los días y tengo aún mucho que aprender. La paternidad está siendo un regalo y una suerte, una oportunidad de volver a pensar en cómo soy yo como persona. Estoy viviendo ese amor de una manera que me está haciendo muy bien. A los hombres, ser padres, nos hace muy bien si vivimos la experiencia de cerca. Debemos pasar de la dopamina y la testosterona, que de eso los hombres vamos bien servidos, y segregar más oxitocina, que es la de la ternura, el amor que cuida, el amor fraternal.

¿Cuál es el mejor momento del día?

— Cualquiera. Cualquiera es el mejor siempre que estés absolutamente presente, con el móvil en la otra punta de la casa. Estar plenamente viviendo lo que vives genera muchos cambios, genera muchas cosas preciosas.

Carai, me gusta mucho eso que dices.

— A veces voy caminando con él por la calle, cogidos de la mano, y tengo una sensación de felicidad inmensa, un gozo interno enorme sólo por estar con él, sin que pase nada en especial. Para mí, ésta es la felicidad más especial, la más intensa, la que no necesita inputs de fuera. Hace que me sienta el hombre más afortunado del mundo. Y no ocurre nada. Sólo que estamos juntos. Sintiendo que nos hacemos bien el uno al otro.

Cuéntame algún momento vivido con Bruno relacionado con la música.

— El primer día que me pidió que quería escuchar Verdura y pescado que es una canción que hicimos hace doce o trece años. Quien sabe cuántas veces lo hemos cantado, cuántas manos arriba, cuántas fiestas ha levantado y tantas cosas preciosas. Y ahora, mi hijo de tres años me dice que quiere escucharla y yo siento por dentro algo que no se puede explicar. ¿Cuántas vueltas hace la vida, verdad? Hay algo espiritual en todo esto.