¿Qué podemos hacer si tienen miedo de Papá Noel o de los Reyes Magos?

No hace falta que se acabe la magia de la Navidad aunque a las criaturas les dé miedo los seres mágicos que les traen regalos

Una niña escondida tras una silla
20/12/2024
3 min

Mar (diez años) reconoce que le dan miedo los Reyes Magos, los tres: "Me impresiona pensar que pueden entrar en mi habitación, que se me queden mirando o se me lleven". Hace unos años que la noche de Reyes duerme inquieta, está nerviosa por si se presentan en su habitación. El problema comienza cuando es la hora de ir a la cama. Antes está tranquila, va con su familia a ver la cabalgata como si nada, seguramente porque está al aire libre y acompañada de cientos de personas. Después de cenar siempre hacen el mismo ritual, dejan comida para los Reyes, se acuesta y nunca se levanta. "Las veces que he oído algún ruido me he puesto muy nerviosa. Entonces llamo a mamá que se queda conmigo hasta que me vuelvo a dormir", explica.

Por la mañana, la prudencia puede más que la ilusión y se espera para ir juntas a ver si los Reyes les han dejado regalos. "Aún está nerviosa por si se les encuentra, siempre recuerda que, de pequeña, uno de los Reyes con las prisas se olvidó uno de sus guantes", comenta la madre, Mamen (43). Reconoce que es un miedo que apareció hace un par de años, desde que es más consciente de que alguien va a entrar en casa mientras están durmiendo. "Ya le hemos dicho que esa noche los Reyes tienen mucho trabajo y no les queda tiempo para entretenerse en entrar en las habitaciones de los niños y niñas, pero no está del todo convencida", dice la madre. En cambio, Papá Noel no le da miedo.

¿Cuándo aparece el miedo?

El miedo es una emoción que aparece entre los dos y los seis años, antes no existe como tal. "Si aparece a partir de ese momento y queremos mantener la ilusión, buscamos la fuente del miedo e intentamos reducirlo", aconseja Estrella Ferreira, psicóloga clínica infantojuvenil y profesora de la UAB. Si al final el miedo no tiene una base concreta y es más abstracto o intangible, la criatura no sabe por qué, pero le da miedo, en estos casos recomienda que la familia analice hasta qué punto el mal rato que pasa compensa por mantener la tradición.

¿Qué puede hacer la familia?

Ferreira explica que es más habitual de lo que podríamos imaginar este miedo a los seres mágicos como el Tió, los Reyes Magos o Papá Noel, y recomienda que la familia tenga presentes algunas pautas:

  • Validemos sus emociones. Por mucho que no entendamos que les dé miedo la llegada de unos seres mágicos que les llevarán regalos, es importante reconocer esta emoción que les inquieta. Démosles el espacio para que se expliquen y encontrar la fuente del miedo.
  • Respetamos cómo se sienten. Hay que tener claro que estas ilusiones han sido generadas por los adultos, por tanto, si a los niños no les genera ilusión la llegada de los Reyes o Santa Claus, no tiene mucho sentido mantenerlas, sobre todo en función del edad que tengan. Ferreira propone que no se presione a las criaturas si no les aporta nada y que no se fomenten las ilusiones que les dan miedo.
  • ¿Qué les genera el miedo. Es importante saber exactamente qué les da miedo. ¿Es la barba? ¿Quizás que entren en casa? ¿Si ellos entran como si nada también podrá hacerlo un ladrón? ¿Les preocupa que si se marchan deprisa dejen la puerta o la ventana abierta?

¿Cómo racionalizar los miedos?

Intentamos darles una explicación racional que encaje para compensar el miedo, como por ejemplo que desde la alcaldía hacen entrega de las llaves de la ciudad sólo a Sus Majestades, para que dejen los regalos. Son unas claves mágicas que sólo funcionan si las utilizan Papá Noel o los Reyes. Si les dieran miedo los animales podrían dejar un cartel en la puerta, la chimenea o el balcón explicando a Santa Claus o los Reyes, que les dan miedo los animales y que, por favor, dejen renos y camellos en la calle.

En la medida de lo posible y teniendo en cuenta que hay varias posibilidades de recibir regalos de seres mágicos, se puede optar por elegir la opción o tradición que no les genere inquietud. dan miedo.

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