¿Es necesario que los niños lleven gafas de sol?

Llega el buen tiempo y pasamos más tiempo al aire libre aprovechando al máximo los rayos de sol. Es lógico que utilicemos gafas de sol para protegernos de las horas de luz más intensa, pero, ¿es necesario que los niños también lo utilicen? El doctor Joan Prat Bartomeu, oftalmólogo pediátrico y jefe de investigación e innovación del servicio de oftalmología del Hospital Sant Joan de Déu, asegura que pueden llevarlas sin ningún problema. “¿Por qué se las ponen los adultos? Porque se sienten incómodos con el sol, les molesta y por filtrar la luz y que no les moleste tanto, se ponen las gafas de sol. Por esa misma razón, los niños también tienen derecho a llevarlos”.

¿Pueden utilizar las gafas de sol a cualquier edad?

Prat asegura que no hay ningún motivo para que los más pequeños no lleven gafas de sol, ya que "no es bueno ni malo" que lo hagan a cualquier edad. Sin embargo, explica que los niños menores de tres años todavía tienen la nariz muy pequeña para que los encajen bien y considera que si no son imprescindibles quizás no habría que usarlos por debajo de esa edad. “Los padres deberían observar que quieren rehuir el sol, así que en las épocas más críticas del año tiene sentido que lo lleven. Es una opción”.

¿Pueden causarles problemas de visión?

“El desarrollo visual, en general, es muy importante durante los primeros años de vida y termina, aproximadamente, alrededor de los nueve años. A partir de esa edad, la vista ya está del todo desarrollada y el hecho de llevar unas gafas de sol no cambiará este desarrollo”, explica Prat. Asimismo, también asegura que mientras los más pequeños estén en un entorno con mucha luz y que les sea molesta, pueden llevarlas el tiempo que quieran, sin limitación recomendada.

¿Y, por el contrario, hay riesgo de patologías oculares si no llevan gafas de sol?

Prat asegura que no llevar gafas de sol no comporta ningún peligro mientras no se mire el sol de forma directa. “Si miras el sol a partir de cierta cantidad de tiempo puede producirte una quemadura en la retina. Pero esto no lo hacemos y apartamos la vista rápidamente porque nos molesta. Los niños hacen lo mismo”. Éste es el único peligro, con o sin gafas de sol.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir las gafas de sol más adecuadas para un niño?

Lo importante es comprar las gafas de sol en ópticas y rehuir las tiendas no especializadas, que ofrecen materiales dudosos. "No sabes qué te venden y, por tanto, no sería la mejor de las opciones", recuerda Prat. Por eso, hay que optar por ópticas, ya que nos aseguramos que las gafas de sol que vienen tienen una calidad suficiente. "Y hay que tener en cuenta que los filtros marrones y verdes son los mejores para protegernos la vista del sol", añade.

Si el niño no quiere llevarlas, pero lo consideramos necesario, ¿qué podemos hacer?

"De vez en cuando, a los oftalmólogos ya nos pasa, que recetas unas gafas y los niños no se las quieren poner", reconoce Prat. Así que, también en el caso de las gafas de sol, y para asegurar una protección de la vista, Prat pone sobre la mesa una alternativa: las gorras. “Deben ser gorras que tengan un buen voladizo, como las de béisbol. Éstas tapan mucho y son muy eficientes. Y si de lo que se trata es de tapar la luz que viene de arriba, la gorra puede llegar a ser, incluso, más potente que las gafas”, remacha.