Arquitectura

10 edificios modernistas que quizás no sabes que existen

La pasión de un informático lo llevó a reunir en una web 9.000 referencias sobre el Modernismo en todo el mundo

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Casa Antònia Burés

BarcelonaLa arquitectura modernista tuvo un éxito masivo en Catalunya y también se extendió por todo el Estado y a muchos países latinoamericanos. La bibliografía del Modernismo es ingente, desde las monografías y estudios grandes de nombres como Gaudí, Domènech i Montaner y Puig i Cadafalch hasta los trabajos dedicados a muchos arquitectos que dejaron su huella en todo el país. Ahora una página web, www.arquitecturamodernista.cat, los reúne, con la singularidad de que el autor no es un historiador, sino un informático y administrativo apasionado del arte y la arquitectura, Valentí Pons Toujouse (Barcelona, 1962). "Empecé a trabajar a finales de los años 90. Estudiaba arte y arquitectura por mi cuenta, y en el caso del Modernismo me di cuenta de que siempre salían los mismos edificios o que no salía el autor", afirma Pons.

Desde entonces ha recogido más de 9.000 edificios modernistas de Catalunya, España y una veintena de países, sobre todo latinoamericanos, incluidos los edificios desaparecidos. Entre los arquitectos más representados hay Manuel Raspall, que fue arquitecto municipal de numerosas localidades del área metropolitana, con 151 obras, y Enric Sagnier, con 104. El trabajo ha sido intenso: después de devorar toda la bibliografía existente, Pons se puso en contacto con especialistas del mundo universitario como la catedrática de la UB Mireia Freixa y entidades como el Centre d'Estudis Lluís Domènech i Montaner, y continuó la investigación en archivos municipales. También hizo rutas, primero por Barcelona y más adelante en todo el Estado. En la web también hay un mapa general del Modernismo.

La página coge el relevo del Inventari general del Modernisme que publicó hace años con el apoyo de la Càtedra Gaudí cuando la dirigía el arquitecto Joan Bassegoda y Nonell. "Con la web el trabajo está abierto a todo el mundo", explica. Y Valentí Pons continúa trabajando y va actualizando la web con nuevos datos que encuentra en centros de documentación y archivos y a través del contacto con los familiares de los arquitectos. Coincidiendo con el Día Internacional del Modernismo este viernes, porque se conmemora la muerte del arquitecto húngaro Ödön Lechner el 10 de junio de 1914 y la de Antoni Gaudí el mismo día pero de 1926, recuperamos diez edificios modernistas singulares seleccionados por Pons.

La Casa dels Cargols (Barcelona)

Miquel Ribera tuvo un golpe de suerte mientras cogía caracoles y los homenajeó en la decoración de un edificio

La decoración de algunos edificios tiene un origen curioso: tradicionalmente se han atribuido los caracoles que hay en una casa en el cruce de las calles de Tamarit y Entença de Barcelona al homenaje que el propietario, Miquel Ribera, quiso hacer a estos bichos porque un día que salió a coger caracoles con dos amigos encontró una madriguera con un tesoro debajo de unas matas. También quiso recordar la escena del hallazgo en el remate de la fachada. "Años más tarde, el 1911, hizo lo mismo, pero más modestamente, en un edificio en el cruce del Llobregat con Montseny, en L'Hospitalet de Llobregat", dice Pons. La Casa dels Cargols de Barcelona es para Pons uno de los ejemplos más tempranos del Modernismo, y la fachada está guarnida con otros motivos extraídos de la naturaleza, como palomas, gusanos y mariposas.

Un detalle de la Casa dels Cargols

Casa Antònia Burés (Barcelona)

Una paloma y una ardilla escondidos entre las ramas

La Casa Antònia Burés no se tiene que confundir con la más conocida Casa Burés, del hermano de la propietaria. A pesar de que es menos popular, la Casa Antònia Burés (Ausiàs March, 42) está rodeada de historias fascinantes: la familia propietaria asegura que el diseño de la fachada fue un regalo que Antoni Gaudí hizo al autor del edificio, el arquitecto sabadellense Juli Batllevell, que había colaborado con él en la Casa Calvet y el Park Güell, como recogió el historiador Josep Casamartina en la primera monografía sobre Batllevell. De este diseño llaman la atención dos árboles en los bajos de la casa que han sido controvertidos: mientras que para los propietarios son moreras, a menudo se ha dicho que son pinos, porque el edificio se había atribuido hasta los primeros años 90 al constructor Enric Pi, y estirando el hilo de su relación con el edificio se ha dicho que se le habría querido hacer un homenaje representando su apellido en la fachada. Pons revela otro detalle curioso: "Si se busca bien, entre las ramas hay escondidos una paloma y una ardilla".

Un detalle del árbol de los bajos de la Casa Antònia Burés.

Gran Hotel (Cartagena)

El arquitecto tortosino Víctor Beltrí fue muy valorado en Murcia

El Modernismo se extendió por todo el Estado por razones muy diversas. "Por cuestiones de salud y, principalmente, por haber obtenido el título de arquitecto municipal de una ciudad española, muchos arquitectos modernistas se mudaron y continuaron edificando con el mismo estilo en el lugar donde fueron", explica Pons. Uno de los casos más destacados fue el del tortosino Víctor Beltrí, muy valorado en Murcia. El Gran Hotel de Beltrí está considerado como el edificio modernista más emblemático de Cartagena, a pesar de que solo se conserva la fachada y actualmente funciona como un edificio de oficinas. La decoración está inspirada enel art nouveau y la Sezession y el elemento más destacado es una cúpula de zinc que hay en la esquina.

El Gran Hotel de Cartagena.

Casa Dámaso Gutiérrez (La Habana)

Ignasi Mas Morell y Mario Rotllant i Folcarà, el Modernismo en el Caribe

El Modernismo no tiene fronteras, y arquitectos como Ignasi Mas Morell, conocido por ser el autor de la Monumental, y Mario Rotllant i Folcarà, el autor de la Masía L'Ampurdá, lo llevaron a Cuba. Ignasi Mas Morell hizo el Colegio de Notarios y la casa del empresario Ramon Planiol en pleno Malecón, de la cual, según Pons, no se conservan fotografías. Sí que continúa como un gran ejemplo de este intercambio cultural la casa del importador de teles y fabricante Dámaso Gutiérrez, de Rotllant i Folcarà. Se trata de una villa aislada en la cual destacan los capiteles con una alegoría del paso del tiempo representada por las tres edades de la mujer: infancia, madurez y vejez, siguiendo el cuadro de Gustav Klimt Las tres edades. A pesar de todo, la fama del Modernismo en Cuba duró poco: algunos arquitectos e historiadores cubanos rechazaron las obras que habían hecho Mario Rotllant, Ignasi Mas Morell y otros arquitectos como Federico de Arias y las tildaron de “catalanismo arquitectónico”.

Casa Dámaso Gutiérrez.

El Teatro Catalunya (Montevideo)

Un teatro de Federico Purcalla que tiene referencias del Palau de la Música

Uno de los edificios modernistas más sorprendentes, desgraciadamente desaparecido en 1937, es el Teatro Catalunya de Montevideo, con el nombre escrito medio en castellano y medio en catalán. El edificio estaba lleno de referencias al Palau de la Música, de Lluís Domènech i Montaner, como el uso del ladrillo caravista, el tipo de arco de la fachada y los dos bustos de Àngel Guimerà y Frederic Soler que había encima de dos pilares. Una razón que justifica todas estas citas es que el edificio fue un encargo que el Centro Catalán Sociedad Coral Catalunya Nova hizo al arquitecto catalán Federico Purcalla. Aun así, la fachada fue más sencilla de lo que había proyectado Purcalla. Si hubiera hecho realidad su diseño, el edificio todavía se habría asemejado más a Palau, porque había previsto unos grandes medallones con los bustos de Ausiàs March y Ramon Llull y un gran grupo escultórico que hacía referencia a los Jocs Florals, al pueblo catalán de Montevideo, a la Fama, al Genio y a la Belleza.

El Teatro Catalunya de Montevideo.

La Eléctrica de la Viuda Estela (Castellón de la Plana)

Tots los detalles del edificio revelan su uso

La sede del edificio del transformador y almacén de la Eléctrica de la Viuda Estela, en Castellón de la Plana (Lluís Vives, 15), tiene detalles reveladores de su uso por todas partes: la ventana tiene forma de bombilla eléctrica; la puerta, de pila voltaica; y el remate, de línea eléctrica. En paralelo, en Barcelona había comercios que ponían reclamos de lo que vendían en la ornamentación: cabezas de vaca en vaquerías (en la calle Rossend Nobas) o en carnicerías (Carnicería Modelo en la calle Casp).

Transformador de la Viuda Estela en Castelló.

Cinema Spring (Barcelona)

Era un hecho común que los arquitectos se intercambiaran las firmas

A veces confirmar la autoría de un edificio puede ser complicado: "El plano lo firma un arquitecto pero realmente la obra es de otro", dice Pons. Esto pasaba porque los arquitectos municipales no podían firmar proyectos de obra privada en muchas de las ciudades donde trabajaban, así que se intercambiaban las firmas con un colega. "Caselles firma las de Monguió en Tortosa y Monguió las de Caselles en Reus", explica. En otros casos firmaba un maestro de obras en lugar del arquitecto. Por eso hay algunos maestros de obras, como Josep Graner y Josep Masdeu, que no hicieron algunas de las más de 200 obras modernistas que se les atribuyen. El desaparecido Cinema Spring del paseo de la Bonanova de Barcelona es uno de estos casos: como el autor, Arnau Calvet, era el arquitecto municipal de Sarrià, firmó los planos el maestro de obras Josep Masdeu. Mientras que la fachada tenía un aire sumptuoso, el interior era mucho más modesto. Fue derrocado el 1984 para hacer un bloque de viviendas.

El desaparecido Cinema Spring en una imagen publicada en la revista 'Destino' a finales de los años 60.

Torre Joan Grau (Barcelona)

El gusto burgués por la contención vienesa de la 'Sezession'

La burguesía española quería unas casas y unos palacetes modernos y vistosos, pero sin llegar a los extremos del art nouveau y el Modernismo: "Por esto los diseños de sus casas se basan más en el Modernismo austríaco, la Sezession, que es más geométrico y más próximo al clasicismo", advierte Pons. Es un ejemplo Torre Joan Grau, del arquitecto Arnau Calvet (Font de la Teula, camino del Pantà), pero como era el arquitecto municipal de Sarrià, firmó los planos el maestro de obras Ramon Ribera.

Torre Joan Grau.

Casa Tomás Barona (Valencia)

Un arquitecto valenciano repitió un modelo de casa de un colega barcelonés

Alguns arquitectos repetían modelos de otros: una obra del arquitecto Alexandre Soler i March, la Casa Heribert Pons (Rambla Catalunya, 19-21), la actual sede del departamento de Economía de la Generalitat, sirvió de modelo a la casa valenciana Tomás Barona (Marquès del Túria, 70), del arquitecto valenciano Francisco Javier Goerlich, más conocido por ser el autor del teatro también valenciano Trianon Palace. Como recoge una guía del Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, la casa Tomás Barona fue una de las primeras obras del arquitecto, que más adelante sería uno de los influyentes de la ciudad y también el arquitecto municipal. Entre los detalles modernistas destacan las barandillas, las flores de los capiteles de las columnas y el acabado del edificio. Quizás el hecho de tener un modelo hizo que Goerlich se soltara, porque la misma guía recoge que otro edificio de viviendas que hizo en el mismo momento por encargo de Manuel Castelló es mucho más contenido.

Casa Tomás Barona, de Javier Goerlich Lleó

Hotel Pessets (Sort)

Jacint Gómez, una de las figuras más peculiares del Modernismo de todo el país

El Modernismo tiene muchas capas, desde las obras de grandes nombres como Gaudí, Puig i Cadafalch y Domènech i Montaner hasta los innumerables trabajos de arquitectos y maestros de obras más modestos que hay en todo el país. Entre ellos destaca el antiguo Hotel Pessets de Sort, caracterizado por unas esculturas mitológicas de unas alojas. Este hostal es una de las obras más importantes de Jacint Gómez, conocido como el Carlí por ser descendentes de carlinos. Se formó en Francia y cuando volvió a la Pobla de Segur quiso embellecer los edificios y desarrolló para los dos Pallars "una suerte de Modernismo popular muy curioso", como dice Pons, que también ha averiguado que trabajó para Gaudí en la Casa Batlló.

El antiguo Hotel Pessets.
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