¿Por qué aumenta el cáncer?
Se calcula que hay cerca de veinte millones de casos nuevos diagnosticados cada año en todo el mundo
El cáncer es todavía una de las principales causas de muerte en los países desarrollados junto con las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias. Se calcula que existen cerca de veinte millones de casos nuevos diagnosticados cada año en todo el mundo, con una proporción similar entre hombres y mujeres. Los más frecuentes son los de mama, pulmón, colon y próstata, pero es importante destacar que la supervivencia en alguno de estos casos es muy alta. Por ejemplo, el 84% de las personas que padecen un cáncer de próstata y el 78% de mama siguen vivas diez años después del diagnóstico, señal que suele marcar que los tumores ya no son un peligro. Pero otros tienen cifras de supervivencia muy bajas como el de pulmón (menos del 10%) y el de páncreas (un 1%).
El porcentaje de enfermos que superan un cáncer ha ido aumentando en las últimas décadas, debido sobre todo a nuevas estrategias terapéuticas y de prevención, hasta el punto de que ya está por encima del 50% teniendo en cuenta todas las variantes de esta enfermedad . Pero esto no significa que el impacto global del cáncer sea ahora más bajo. De hecho, es todo lo contrario: a pesar de la mejora, la cifra total de muertes por cáncer, en realidad, aumenta. Y, según un estudio del grupo dirigido por el doctor Habitamu Bizuayehu, de la Universidad de Queensland (Australia), la tendencia no se dará la vuelta a medio plazo, sino que seguirá ascendiendo. La mortalidad debida al cáncer casi se doblará en todo el mundo el próximo cuarto de siglo: han calculado que de los 9,7 millones de muertes anuales actuales se pasará a más de 18 en el 2050.
Los científicos han llegado a esta conclusión construyendo un modelo matemático a partir de los datos disponibles de 36 tipos de cánceres en 185 países, y así han podido predecir sus tendencias futuras. este incremento no será homogénea: los países con mayor calidad de vida, como Noruega, verán un aumento de alrededor del 50%, mientras que a los de nivel socioeconómico más bajo, como Níger y Afganistán, podría alcanzar el 300%, lo que les acercaría a las cifras totales de víctimas de Europa y Norteamérica juntas.
¿Por qué crece (y crecerá) la mortalidad por cáncer, si cada vez tenemos tratamientos más efectivos? Los posibles motivos son diversos y complejos. Por un lado, existe el aumento simultáneo de la población mundial y de su esperanza de vida. Con cada vez más personas llegando a la edad en la que los cánceres son más frecuentes (a partir de los 60 años), es fácil entender que los casos deben subirse también en paralelo, por una cuestión puramente numérica. Y más casos significará más muertes, aunque el porcentaje de supervivientes continúe al alza.
Pero esta no puede ser la única explicación, porque hace algunos años que vemos una tendencia inesperada a diagnosticar cánceres en personas cada vez más jóvenes. Un estudio publicado recientemente en Lancet, dirigido por el doctor Ahmedin Jemal, llega a la conclusión de que 17 de los 34 cánceres que analizan (a partir de datos de 23 millones de pacientes entre 2000 y 2019) son más frecuentes entre los 25 y 50 años que antes: hasta dos o tres veces más en los nacidos en 1990 que los nacidos en 1955. Esto se sustenta en un trabajo de la Universidad de Zhejiang, publicado en BMJ Oncology, que observa lo mismo, sobre todo en países desarrollados y en la década que va de los 40 a los 50 años
El cáncer es una enfermedad muy relacionada con la vejez, por eso esta observación es asombrosa. . Por un lado, vemos una occidentalización de los estilos de vida en los países en desarrollo, lo que está favoreciendo factores nocivos como ahora la contaminación, el sedentarismo y la obesidad, todos relacionados con el cáncer. En todo el mundo, de hecho, la alimentación cada vez contiene más carne procesada y roja, menos verdura y más sal, mientras que aumenta el consumo de alcohol y se mantiene el del tabaco. Esto se ve reforzado por el hecho de que cada vez vivimos más en entornos urbanos, más tóxicos que los rurales debido a la contaminación. impacto en todas las edades, no sólo en la gente mayor, y por eso el riesgo de padecer cáncer se desplaza hacia otras franjas de edad menos habituales.
A pesar de estos datos negativos, cabe recordar que, en general, estamos haciendo avances muy importantes en el tratamiento de la enfermedad, desde las inmunoterapias -que han reducido muchísimo la mortalidad de ciertos tipos de cáncer- hasta una mejor prevención, que es siempre la estrategia más efectiva. Es decir, a pesar de ser cierto que, considerando a toda la población del planeta, cabe esperar que cada vez veamos más cánceres, las probabilidades de que una persona supere la enfermedad serán progresivamente más elevadas y esto debe considerarse una victoria. Parcial, pero importante, porque nos acerca cada vez más a convertir el cáncer en un problema de salud mortal pero controlable, como la diabetes y la hipertensión, que es un objetivo sin duda alcanzable. Sin embargo, también habrá que encontrar formas de fomentar estilos de vida más saludables.