La Acadèmia del Cinema detecta 150 casos de abuso o acoso en el sector

El nuevo departamento contra los abusos impulsará un protocolo de buenas prácticas y recogerá datos para visibilizar la problemática

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Presentación del nuevo departamento contra los abusos en el audiovisual y las artes escénicas

La Acadèmia del Cinema Català anunció en la última gala de los Premios Gaudí que creaba un departamento de atención y prevención de abusos en el sector audiovisual y de las artes escénicas, la primera iniciativa de estas características en Catalunya y en España. Dos meses después de aquel anuncio, la Acadèmia ha presentado el departamento y ha explicado que esta iniciativa llega después de haber detectado aproximadamente 150 casos de abusos cometidos en instituciones públicas y privadas del sector. De estos 150, menos de un 10% han acabado en denuncias.

"Es una iniciativa pionera en el estado español y en la UE; solo en el Reino Unido ha habido acciones concretas en este sentido", ha afirmado la directora de la Acadèmia del Cinema, Judith Colell. El departamento trabajará en tres niveles: el primero estará destinado a la detección, el segundo se centrará en la creación de un protocolo y el tercero se destinará a recoger datos. La detección y asistencia a las víctimas se llevará a cabo a través de un grupo de trabajo independiente encabezado por la abogada Carla Vall y la psicóloga Carla Troncoso. Este grupo será completamente independiente de la Acadèmia del Cinema y trabajará en la absoluta confidencialidad. "Esto es muy necesario para que las víctimas se sientan cómodas. Seguro que nos encontraremos con casos de gente próxima", explica Colell.

El departamento aceptará denuncias anónimas tanto de víctimas como de testigos y casos en que los delitos hayan prescrito. Podrá acceder cualquier persona residente en Catalunya que haya trabajado o trabaje en las artes escénicas. Las denuncias se podrán hacer por teléfono o correo electrónico, y los mensajes tendrán respuesta en un periodo de 48 horas. Lo primero que se ofrecerá será una sesión de acogida a las víctimas para asesorarles sobre las diferentes opciones legales y de atención psicológica.

Poner el estigma sobre el agresor

Uno de los objetivos del departamento es conseguir que "el miedo cambie de lado" y "conseguir que el estigma se dirija contra los agresores y sus cómplices", afirma Carla Vall. "Venimos de un país pequeño, donde nos conocemos todos, y que tiene una tradición de silencio. Nos han enseñado que es mejor callar y no remover demasiado las cosas. Es importante romper el silencio y superar el estigma social que hasta ahora se ha dirigido sobre las víctimas", añade la abogada.

En los próximos seis meses, el departamento elaborará un protocolo de buenas prácticas para la prevención de los abusos al sector que incluirá medidas como la figura del director de intimidad o la obligación de preguntar por contrato a los intérpretes si tienen antecedentes de abusos y acoso sexual. Este protocolo se hará de la mano de la conselleria de Igualdad y Feminismos y la conselleria de Cultura, junto con la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Catalunya y la Asamblea Feminista de Cultura. Además, se hará una recogida de datos de los casos y se segregarán por variables de género, edad, raza, religión, clase y ámbito laboral. Este trabajo servirá "para visibilizar una realidad escondida", dice Colell.

La iniciativa nació a raíz de los varios casos de abusos y acoso en las artes escénicas hechos públicos en los últimos años, entre los cuales están los casos del Institut del Teatre, el aula de Teatro de Lleida y el Col·legi del Teatre destapados por el ARA. "A raíz de los casos publicados constatamos el miedo y la desprotección en que se encuentran las víctimas. Nos encontramos con víctimas con cuadros de ansiedad, abandono de la profesión y víctimas que tuvieron necesidad de poner tierra de por medio ante las situaciones sufridas", explica la actriz y vocal de la junta de la Acadèmia, Maria Molins. El departamento contra los abusos de la Acadèmia del Cinema cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona. El presupuesto destinado a este servicio es de 30.000 euros.

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