Àngel Jové y Pere Portabella, cabezas de cartel del Museu Tàpies para 2026
El museo mostrará el legado del artista dos años después de su muerte
BarcelonaÀngel Jové (1940-2023) fue un gran artista y muy polifacético: uno de los autores de la primera obra de videoarte del Estado, Primera muerte, colaboró con Bigas Luna en películas como Bilbao y Caniche y diseñó objetos como la lámpara Babel. Además, realizó decenas de portadas para las editoriales Lumen y, sobre todo, Anagrama. Jové podría haber vivido de rentas, pero siguió escribiendo y creando incansablemente en el estudio. Sus seguidores y el público que aún no le conoce están de suerte: dos años después de su muerte, el Museo Tàpies expondrá su legado con una gran muestra comisariada por la prestigiosa historiadora del arte Maria Josep Balsach, compañera del artista. Será uno de los platos fuertes de la programación del museo para 2026 y una de las exposiciones del año en Barcelona. "Àngel Jové fue un artista muy fuerte, pero también muy sensible", afirma la directora del Museu Tàpies, Imma Prieto. "Hizo algunas exposiciones muy concretas y por amistad, pero el mundo del arte no le interesaba, encontraba que rasgaba su concentración. Cuando tuvo que elegir entre el mundo del arte y crear, eligió crear".
La exposición llevará por título Ángel Jové. De intactum (del 19 de marzo al 27 de septiembre) y ocupará dos de las tres plantas del museo. Jové, que también es conocido por ser el coautor del logo de Zeleste, junto con Silvia Gubern, empezó a recogerse hacia los años 90. Desde entonces, expuso esporádicamente. "Jové abordó las temáticas de la pobreza, la posguerra y la memoria. La posguerra española y el franquismo quedan muy patentes en su trabajo, pero a partir de una metamorfosis poética", dice Prieto. "Reflexionó sobre aquellos espacios más íntimos del ser humano cuando vive en condiciones de dureza, fragilidad y falta de libertad. Aquí aparece un ser humano que apela a un infinito desde espacios melancólicos", subraya. Además de sus dibujos, pinturas y esculturas (algunas hechas con alambres y platos vacíos), la muestra recuperará películas de los años 60 y 70.
Jové creó el vídeo Primera muerte junto con Silvia Gubern, Jordi Galí y Antoni Llena, que formaban el Grup del Maduixer, "totalmente rompedor respecto de Tàpies", dice Prieto. No quisieron formar parte del Grupo de Trabajo, el colectivo conceptual al que Tàpies se enfrentó en 1973 con un artículo crítico en La Vanguardia. Entre los creadores del Grupo de Trabajo estaba el cineasta Pere Portabella, a quien el museo dedicará otra de las exposiciones del año, Tàpies, Portabella. Política de la amistad (del 29 de septiembre de 2026 a febrero de 2027). Incluirá cuatro obras de Tàpies de la colección de Portabella, algunas inéditas, y será una de las actividades del centenario del cineasta.
La relación entre ambos creadores era anterior a la polémica sobre los conceptuales; en 1967 Tàpies había hecho el cartel del cortometraje de Portabella No cuente con los dedos (1967). "Lo que pretendemos en esta exposición es activar un espacio de interpelación directa con la ciudadanía para plantearnos qué está pasando hoy con la crítica –explica Prieto–. En contra de lo que algunos pueden pensar, la crítica entre Tàpies y Portabella es un espacio de diálogo y amistad profunda", dice Prieto.
El Tàpies de los años 50
La programación incluirá otra exposición sobre Tàpies, Antoni Tàpies. El movimiento perpetuo del muro (del 12 de febrero al 6 de septiembre de 2026), sobre cuatro exposiciones que realizó Tàpies durante los años 50 en las Galerías Layetanas, la sala Gaspar y la galería Stadler de París. Fue entonces cuando Tàpies empezó a mostrar sus trabajos públicamente y pensó en cómo debía hacerlo. Para recoger sus reflexiones, se reproducirá alguno de esos espacios que marcaron la percepción de las obras, porque podían estar pintados de negro o revestidos con cortinas.
Habrá dos exposiciones dedicadas a mujeres artistas: Cristina Lucas. E-conmotion (de septiembre de 2026 a febrero de 2027) proyectará una película con imágenes de archivo sobre las sucesivas revoluciones industriales y su impacto desde una perspectiva de clase, histórica, política y ambiental. La muestra tendrá un acento olfativo específico para cada época, con obras hechas con carbón, petróleo, electricidad y big data.
La otra artista será la sudafricana Penny Siopis (1953), que expondrá del 22 de octubre de 2026 a marzo de 2027. "En su obra se percibe que no vivió la represión de la población negra, pero fue tratada como una blanca de segunda por ser de origen griego. La muestra expondrá objetos que el artista recogió en manifestaciones a favor de los derechos humanos como panfletos y trozos de gorro quemados, acompañados de una descripción archivística. Y en otra parte, de carácter más plástico, habrá collages realizados con estos objetos, pinturas y películas. "Sus pinturas son maravillosas, muy expresivas, pero también tienen ese punto de dolor y fragilidad, y muestran cómo los fascismos y las políticas neoliberales están en las antípodas de cualquier espacio donde podamos hablar de igualdad de derechos humanos", dice la directora del museo.