El Centro Pompidou cierra la colección hasta 2030
El proyecto de rehabilitación prevé resolver los problemas del edificio de Renzo Piano y Richard Rogers y hacerlo más poroso
BarcelonaCon el Centro Georges Pompidou de París, inaugurado en 1977, los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers hicieron historia cuando todavía eran bastante jóvenes y desconocidos por su visión entonces radical de un museo como un contenedor high-tech y flexible donde todos los espacios son susceptibles de ser transformados. Y, sobre todo, porque dieron la vuelta a las convenciones y colocaron en la fachada las infraestructuras que suelen estar ocultas, como las tuberías y las escaleras mecánicas, y las hicieron lucir pintándolas de colores llamativos.
Sin embargo, casi cincuenta años después, el Centro Georges Pompidou se ha convertido en uno de los clásicos de la arquitectura contemporánea y uno de los edificios más visitados de Europa. Pero también han aparecido problemas técnicos que han obligado al gobierno francés a rehabilitar el edificio con unas obras que durarán unos cinco años, según un proyecto liderado por el estudio franco-japonés Moreau Kusunoki Architectes en el que colaboran la arquitecta mexicana Frida Escobedo, la encargada de la futura ampliación del Museo Whitney. Los calendarios avanzan, y este lunes cerraron las puertas dos plantas de la colección permanente. Está previsto que el museo quede cerrado en septiembre. Permanecen abiertas hasta junio varias exposiciones temporales, entre ellas una del artista Suzanne Valadon, y está previsto que el museo vuelva a abrir en 2030.
El presupuesto de la rehabilitación de la parte técnica es de 262 millones de euros, totalmente financiado por el gobierno francés. El de la parte cultural asciende a 186 millones de euros, que el Centro Pompidou se compromete a financiar. Si no se obtiene el presupuesto completamente, el componente cultural se adaptará mediante un diseño basado en "bloques funcionales independientes", tal y como informan desde el museo. El proyecto incluye también la renovación del Estudio de Brancusi, que forma parte del Pompidou, y diversas intervenciones en la plaza del museo para que esté más integrada en el entorno urbano.
Aunque el Centro Georges Pompidou cierre, el público podrá seguir teniendo acceso a sus fondos durante las obras: en otoño del 2026 abrirá sus puertas en Massy el Centro Pompidou Francilien, un equipamiento que acoge las reservas del Pompidou y del Museo Picasso de París y que tendrá una programación artística propia.
Un proyecto sensible con el edificio existente
La idea de rehabilitar el Pompidou se remonta al 2020, y Moreau Kusunoki Architectes, conocidos por el proyecto del Museo Guggenheim en Helsinki, Frida Escobedo y AIA Life Designers se adjudicaron el proyecto tras ganar un concurso internacional en cuyo jurado estaba Renzo Piano. El principal reto de la rehabilitación del Pompidou será actualizarlo sin traicionar su esencia. En términos espaciales, se pretende mejorar la accesibilidad y hacer más comunitarios algunos espacios. En la vertiente de la conservación, se tratarán los elementos metálicos oxidados, se renovarán las fachadas y se retirarán los elementos de amianto.
Según Moreau Kusunoki Architectes, la renovación se concentrará en "redescubrir la porosidad de los espacios interiores, restableciendo las conexiones visuales y físicas entre los distintos programas", así como en "racionalizar y simplificar la organización espacial". Por eso se definirán "trayectorias fluidas para facilitar la orientación" cambiando sutilmente las existentes, para que la experiencia sea "más tranquila ajustada a las condiciones contemporáneas". Por otro lado, el proyecto incluye "activar los espacios revelando nuevos potenciales y creando un diseño que permita la flexibilidad de uso", para "reforzar el carácter del edificio como plataforma creativa". Por último, los arquitectos distinguirán sus intervenciones del edificio histórico utilizando una paleta de colores más neutra.
"Desde su inicio, el Centro Pompidou ha buscado ser un espacio experimental y se ha reinventado constantemente para seguir siendo relevante e inspirar nuevas ideas. Vimos este proyecto de renovación como una oportunidad para mejorar todos estos aspectos y, mediante una reparación respetuosa y adaptable, crear un museo que refuerce una apertura y una continuidad. “Nuestra propuesta se basa en un diálogo con el tejido existente –añaden los arquitectos–. Al multiplicar las porosidades físicas y visuales y restaurar la claridad de los diferentes recorridos de los usuarios, el diseño fomenta la reactivación y la revalorización de los espacios.