La feria Loop: un baile político y visceral de cuerpos y hologramas
Barcelona vuelve a ser la capital mundial del videoarte con la 22ª edición de la feria internacional de videoarte
BarcelonaUna figura fantasmagórica recorre un jardín botánico bailando. El personaje recuerda a Cristóbal Colón y el jardín está en ruinas, parece un lugar postapocalíptico. Es así como el dúo de artistas formado por Margit Lukács y Persijn Broersen denuncia los estragos del colonialismo en el stand de la galería neerlandesa Akinci en la 22ª edición de la feria Loop, que se celebra desde este martes y hasta el jueves en el Hotel Almanac Barcelona. Además, la canción a cuyo ritmo baila el personaje es Y wan'na be like you [Quiero ser como tú], de la película de Disney El libro de la selva, que fue tildada de racista porque en origen representaba un grupo de hombres negros que querían ser blancos. El vídeo también lleva por título Y wan'na be like you y es una muestra del potencial creativo de las nuevas tecnologías: la imagen del jardín está hecha con técnicas como la fotogrametría y la del bailarín a partir de un bailarín real que llevaba sensores de movimiento.
Otro de los vídeos expuestos, The past is a burden Y want to fly away [El pasado es una carga de la que quiero huir], de los artistas Ahmet Rüstem Ekici y Hakan Sorar, evoca los rituales y sacrificios ancestrales con un bucle vertiginoso desarrollado con IA. Todo parece una advertencia: con la fantasía del progreso y las máquinas para el beneficio de unos pocos, hemos menospreciado la relación con la naturaleza y con nosotros mismos y llegado al punto de poner el peligro la vida en la Tierra. Y en vez de ver a la IA como una amenaza, los videoartistas no tienen miedo de hacérsela suya.
"La IA ha dejado de ser el tema por ser una herramienta más", dice la directora de la feria Loop, Gabriela Galcerán. Asimismo, el auge del poder de las máquinas puede verse en el vídeo de Gerard Ortín Bliss point (de la galería Àngels Barcelona): con una objetividad quirúrgica, retrata escenarios como la impresión en 3D de un trozo de carne sintética y la coreografía de cajas automatizadas con las que se organizan los pedidos del delivery de un macrosupermercado. La presencia de trabajadores para acabar de realizar las cajas con los pedidos parece totalmente secundaria. Lo mismo ocurre en el trabajo de Robot (Takuji Kogo y John Miller) sobre los acompañantes hechos con inteligencia artificial en el stand de Video Art Midnight.
En esta edición de la feria participan 37 galerías, 14 de las cuales están por primera vez. Y seis de las obras expuestas son estrenos. "Que haya 14 galerías nuevas es una buena noticia, porque el mercado del arte está en un momento difícil, y hay que tener en cuenta que eventos como la guerra de Ucrania o la guerra entre Israel y Palestina afectan sobre todo a los col· leccionistas individuales. Para coleccionar debe haber optimismo, es un estado de ánimo; por eso en momentos así el coleccionismo público y el institucional son tan importantes", dice Galcerán.
Vídeos que beben de la 'performance'
Para Galcerán, una de las líneas más destacadas de esta edición de la feria es la relación de los artistas con el cuerpo, la "fisicidad" que desprenden algunos de los vídeos, especialmente los de artistas que realizan performance, como es el caso de Thomias Radin en la galería Esther Schipper. Él mismo es uno de los dos personajes que se enfrentan en distintos puntos de Grecia, otra vez bailando. El hecho de que la acción transcurra en Grecia hace referencia a que son dos migrantes buscando su identidad. Otro trabajo que bebe de la performance es Illusion of matter, de Naufus Ramírez-Figueroa (Proyectos Ultravioleta): un grupo de niños juegan con unos huesos gigantescos de pega; es una evocación del trauma del artista por el asesinato de un tío activista cuando era adolescente. La noche que le mataron, Ramírez-Figueroa tuvo una pesadilla en la que la casa le caía encima. Al día siguiente se levantó con la sensación de que había pasado una desgracia, cuando todavía no le habían dado la mala noticia.
En definitiva, tienen una mayor capacidad de sorprender aquellos trabajos que rehuyen el formato del documental más clásico, o que se concentran en algunos personajes singulares, como las cuatro mujeres que se hacen monjas como un acto de fe y al mismo tiempo antisistema en el vídeo de Sidsel Meichene Hansen titulado Baby Jesus (galería Sylvia Kouvali). Contra un sistema arrollador, ellas hacen los votos de castidad, pobreza y obediencia. También relacionada con la religión está la chica que se convierte al judaísmo en el vídeo Naomi, de Jérémie Danon (galería Eric Mouchet): la protagonista creció en una familia atea con una madre senegalesa y un padre francés, que más tarde se convirtió en el islam por amor. Naomi (es el nombre que reciben las chicas cuando se convierten al judaísmo) no cree en Dios, pero no considera que esto sea un obstáculo. “Ser judío es saber contar historias, y creo que compartir esta historia me ayuda a articular mejor la mía”, afirma la chica.
Otro de los personajes sorprendentes de esta feria Loop es la escultura que quiere huir del Louvre cansada que nadie le preste atención a Las extraordinarias desventuras de la jeune hija de pierre [Las extraordinarias desventuras de la joven de piedra], un vídeo de animación de Gabriel Abrantes. La vida en las calles de París casi le cuesta la vida, pero, sin embargo, no se detiene y emprende un viaje quizás aún más peligroso hasta Nueva York. Quizás la chica es un espejo de nuestra sociedad alienada.