Fin de fiesta en el mercado del arte
La caída del 30% del valor de los cuadros en venta y un ciberataque en Christie's encienden las alarmas antes de las grandes subastas de primavera
Nueva YorkLas estimaciones aún se disparan más allá de la marca de los 18 millones de euros y los cuadros llevan firmas fiables, de nombres como Andy Warhol, Basquiat y Picasso, pero hay una sombra que amenaza la temporada de subastas de primavera, que comienza este lunes.
Un ciberataque en Christie's derribó la web de la compañía el jueves y cuatro días después aún no habían recuperado su control. Guillaume Cerutti, consejero delegado de Christie's, confirmó el domingo que ocho subastas continuarían como estaba previsto, pero con puja presencial y por teléfono, porque aunque los catálogos se pueden consultar en otra página no se puede pujar online. Con la web caída y sin saber el destino de los datos confidenciales, los analistas no están seguros del impacto que tendrá en compradores y vendedores.
Esta semana, las tres grandes casas de subastas (Sotheby's, Christie's y Phillips) venderán más de 1.700 obras de arte moderno y contemporáneo, con una estimación total de unos 1.100 a 1.700 millones de euros. Y pese a su dimensión, la cifra representa un descenso muy acusado desde la cima más reciente del mercado, del 2022, cuando generaron un volumen de negocio que subió hasta los 2.600 millones de euros.
De la guerra de precios al precio mínimo
La guerra de precios que se vivió en el frenesí de la pandemia se ha disipado en gran medida a favor de acuerdos de garantía prearreglados que aseguren la venta de las pinturas por un precio mínimo. Los jóvenes artistas han visto cómo sus mercados colapsaban a medida que los especuladores salían del mercado. Y un reciente estudio del Banco de América afirma que el precio medio de las obras de arte vendidas en subasta en el 2023 disminuyó un 32%, la mayor caída desde hace siete años.
"Hay mucha prudencia. O bien la gente está optando por estimaciones más conservadoras o bien deciden sentarse y esperar a ver qué ocurre en los próximos doce meses", dice Drew Watson, que lidera los servicios de arte en el Banco de América. Varios factores han contribuido a la caída del mercado. Las guerras han afectado a los coleccionistas rusos y de Oriente Medio. La inflación elevada en Estados Unidos ha provocado una menor liquidez en el mercado financiero. Y la calma habitual en la compra asiática, en medio de la volatilidad económica y una crisis inmobiliaria en China, ha dado lugar a una desaceleración de las subastas de arte modernas y contemporáneas. "Había una expectativa de crecimiento del mercado asiático que no se ha cumplido", admite Brooke Lampley, jefe de artes plásticas de Sotheby's.
Mientras que las temporadas anteriores fueron impulsadas por colecciones que alcanzaban las nueve cifras, de mecenas como el cofundador de Microsoft Paul G. Allen (1.482 millones, incluyendo las ventas del día, un récord en Christie's) y Emily Fisher Landau (394 millones de euros, en Sotheby's), las subastas de este año van lote por lote. "Estamos moviendo cielo y tierra para encontrar grandes obras", prometía Lampley.
Los infalibles del mercado
Grandes obras de Jean-Michel Basquiat (como Sin título, 1982) se venderán por entre 37 y 56 millones de euros, la estimación más alta de la temporada. El antropólogo y coleccionista de arte Francesco Pellizzi compró la pintura en la primera marchante de Basquiat, Annina Nosei, y la conservó toda su vida, hasta su muerte el año pasado. De Basquiat –un artista fallecido en 1988 con 27 años– saldrán a subasta siete obras, incluida una que creó con Andy Warhol. Del propio Warhol, Flores (1964) obtendrá entre 18 y 28 millones de euros. En los últimos 40 años se podría realizar un diagnóstico de la salud del mercado de subastas por el aumento y la caída de los precios de las pinturas de Warhol: es significativo que el año pasado no entrara en subasta ninguna obra suya, después de romper el récord de un artista estadounidense en el 2022 cuando se vendió un retrato de Marilyn Monroe por 180 millones de euros.
La mexicana de origen británico Leonora Carrington tuvo una vida complicada pero después de su muerte, en el 2011, ha sido objeto de un interés renovado a medida que el público reevalúa a las mujeres surrealistas. Las distracciones de Dagobert (1945) la compró un coleccionista por lo que hoy serían 900.000 euros y se venderá por entre 11 y 17 millones de euros, después de que haya decidido desprenderse de ellos: alcanzará al menos tres veces más que la última salida a subasta, aunque los expertos aseguran que en privado ha alcanzado ya los 10 millones. Y otro nombre propio será el de Ana Mendieta. El museo privado que la coleccionista de Miami Rosa de la Cruz construyó a través de sus compras de arte contemporáneo se cerró al morir, y los herederos consignaron más de dos docenas de obras de arte en Christie's por valor de 28 millones de euros. Esto hará que aparezcan obras que no suelen llegar a subasta, como una escultura de 1983 de la artista cubana que lleva una estimación de 460.000 euros, cifra que dobla a su referente anterior a subasta. ¿Los coleccionistas querrán una escultura de una artista de performance? ¿El famoso podcast sobre su muerte ha hecho llegar la obra a nuevos mecenas? No todo el mundo está convencido. "El mercado quiere obras de primera y pinturas de los grandes artistas de posguerra", dice Watson, del Banco de América. Ésta es la gracia de jugar a las subastas.