Diseño

Homenaje a Miguel Milá: recordando un 'Corazón mexicano' en el Saló de Cent

El Ayuntamiento de Barcelona entrega la Medalla de Oro de la Ciudad a la familia del diseñador, fallecido el 13 de agosto

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Jaume Collboni entregando la Medalla de Oro de Barcelona a la esposa de Miguel Milá, María Valcárcel

BarcelonaEl diseñador Miguel Milá, fallecido a los 93 años el 13 de agosto, pensó en su oficio hasta el final. “¿Hemos tratado el objeto con respeto?”: esto es lo que Milá preguntó a su hijo Gonzalo el día antes de su muerte, mientras intentaba ponerse cómodo en una cama de hospital en Bilbao. Este lunes un emocionado Gonzalo Milá ha explicado la anécdota en el punto álgido del acto de concesión póstuma de la Medalla de Oro de Barcelona a Miguel Milá, en un Saló de Cent lleno a rebosar todo y con el aforo ampliado. Justo antes, Gonzalo Milá había hecho reír a todo el mundo, entre ellos decenas de miembros de la familia Milá Sagnier, con otra anécdota que refleja el sentido del humor de este pionero del diseño catalán: en una de las últimas visitas de obra, Miguel Milá, que ya iba en silla de ruedas, se quedó mirando al suelo fijamente. Gonzalo Milá le preguntó qué miraba mientras veía pasar una hormiga enorme. La respuesta de su padre, después de una pausa dramática, fue de traca: “Hormigón sobre hormigón”.

Además de colaborador de su padre, Gonzalo Milá también es el comisario de la retrospectiva de Miguel Milá que podrá verse el próximo año en el Dhub, tal y como ha anunciado el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, en el parlamento inicial, durante el cual ha destacado el carácter "de reparación" del acto de la Medalla de Oro, porque Milá aún no había recibido "el homenaje de la ciudad".

El acto lo ha conducido el periodista Òscar Dalmau, que ha empezado en lo alto sonando Corazón mexicano, uno de los temas que Miguel Milá interpretó con su grupo en el Círcol Maldà. Era el recibimiento musical en Collboni; la esposa de Milá, María Valcárcel, Cuqui, y sus hijos Gonzalo, Micaela y Lucas; el otro hijo, Juan, no ha podido asistir al acto. El propio Milá se ha hecho presente con una lámpara TMM en medio del escenario y la proyección de unos fragmentos del documental que le dedicaron hace unos años Poldo Pomés y Marta Feduchi, ambos entre el público. "En los últimos tiempos decía que diseñaba para que le quisieran, ¡le gustaba tanto!", ha recordado Valcárcel durante su intervención, mientras que en la primera glosa, la historiadora y crítica Victoria Combalia ha descrito a Milá como "un gran señor" y ha destacado el "minimalismo cálido" de sus diseños. En la segunda, Quim Larrea ha puesto de relieve "la talla mundial" de Milá. "Transformó la sencillez en excelencia", ha dicho Larrea, para terminar una historia larguísima que le hubiera gustado contar a Milá para hacerle reír.

Nadie ha querido perderse la ceremonia. La periodista Mercedes Milá y sus hermanas Clementina y Reyes estaban pletóricas de orgullo por su tío. Además, ha sido el primer acto público de Sonia Hernández Almodóvar como consejera de Cultura. También estaba el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, ​​Xavier Marcé; el otro gran decano del diseño catalán, André Ricard, y su familia; y profesionales de diferentes generaciones como la también diseñadora Nani Marquina, los arquitectos Victoria Garriga, Josep Bohigas, Aureli Mora y Omar Ornaque; los diseñadores Xavier Manyosa y Marc Morro, y representantes de empresas como Muebles 114 y Santa & Cole. La clausura, otra vez una mezcla de sentimiento y vitalidad, con el músico Alfonso de Villalonga tocando tres rancheras que Gonzalo Milá, su padre y Antonio Rentería tocaban en el trío Son.

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