Arte

Joana Cera abre un oasis telúrico en medio de Madrid

El Centro Cultural Blanquerna acoge una nueva exposición organizada por la Fundació Vila Casas

Joana Cera con su escultura 'La mujer de Lot' en el Centro Cultural Blanquerna de Madrid
06/03/2025
3 min

MadridLa exposición de Joana Cera (Barcelona, ​​1965) que la Fundación Vila Casas ha organizado en el Centro Cultural Blanquerna es toda una sorpresa y un oasis. En medio de Madrid, los trabajos de esta artista evocan la naturaleza y los saberes ancestrales con símbolos entre ellos el sol y la serpiente. Las esculturas y las instalaciones expuestas recuerdan una cierta idea de alquimia, como si estuvieran entre este mundo y otro, o si pudieran transformarse de un momento a otro. Los trabajos de Cera, que se define como una artista conceptual, están empapados de una mística muy personal. "En la obra de Joana Cera encontramos la voluntad de superar los dualismos para alcanzar una síntesis", afirma Natàlia Chocarro, la directora de proyectos externos de la fundación y la comisaria de la muestra, a cuya inauguración ha asistido la consejera de Cultura, Sònia Hernández Almodóvar. "Una síntesis entre lo humano y lo metafísico, entre lo telúrico y lo cósmico, lo físico y lo intangible", subraya.

La exposición, que forma parte del programa Puntos de Fuga, lleva por título Extremidades para unir extremos, porque una constante en los trabajos de Cera es "intentar unir dos extremos aparentemente opuestos", como el barro de alta temperatura y el de baja. El recorrido está organizado a partir de La mujer de Lote, una de las dos obras expuestas que forman parte de la colección de la Fundación Vila Casas. El resto, fechadas desde 1995, están planteadas como si fueran "el sueño" de esa mujer. Como el personaje bíblico al que hace referencia, La mujer de Lote está hecha con sal. Se trata de una sustancia en la que se ha producido un proceso de cristalización, algo en el que Cera está muy interesada. Por eso, a menudo ha trabajado con cristales de roca. "Los cristales de roca tienen un orden interno", dice el artista.

A raíz de este orden interno, Cera decidió no manipular los cristales sino limitarse a combinarlos con otros minerales y piedras y determinar la manera de colocarlos. "Cuando me propuse hacer escultura contemporánea con piedra, acabé trabajando con materiales que no fueran tradicionales dentro de la talla de la escultura, por lo que acabé trabajando con piedras semipreciosas y con piedras cristalizadas. Un cristal es algo perfecto", explica. Y en los últimos años, su obra se ha ido desmaterializando aún más, y entre sus últimos trabajos se encuentran hologramas y audios. "Vengo de la escultura, pero lo que me guía es el concepto. Fui residente en la Academia de España en Roma en los años 2019 y 2020. Me presenté en la categoría de escultura. En teoría iba a trabajar con barro y cera, pero me puse a trabajar y de repente tenía sentido hacerlo con hologramo."

El trabajo con el cuerpo

Otro aspecto del trabajo de Joana Cera es el uso del cuerpo. Cera dice de sí misma que tiene "muy poca tierra". Así, como si fuera un acto para enraizarse, clavó los dedos de las manos y los pies en bloque de barro, llenando el vacío en escayola. Curiosamente, sus dedos terminan formando como una especie de paisaje. "A veces la poética más potente de la pieza parece encontrarse en su propia concreción, en su idea. El resultado final de la obra, su apariencia formal, no deja de ser un despojo, algo así como rechazo de una digestión y, si no fuera porque es en el proceso de ejecución donde acostumbran a ocurrir las cosas más inesperadas e interesantes, esas Cera en el catálogo de la muestra.

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