El astrofísico empecinado en devolver el color al monasterio de Sixena
Juan Antonio Naya ha dedicado 12 años a crear una reproducción en 3D de los murales quemados
BarcelonaJuan Naya es un astrofísico aragonés que trabajó para la NASA y ahora es el consejero delegado del laboratorio Isdin. Pero no es conocido por haber trabajado para la agencia aeroespacial americana sino por la obstinación para devolver el color a los murales de la sala capitular del monasterio de Sixena, un proyecto de 12 años que ha recogido en la película El sueño de Sigena, dirigida por Jesús Garcés Lambert (Caravaggio) y coproducida por el mismo Naya, que este miércoles llega a los Cinemes Girona de Barcelona. “La película me ha permitido entender mejor la sala desde el punto de vista artístico, su maestría, y también me ha permitido valorarla en su momento histórico”, afirma Juan Naya, hijo de Vilanova de Sixena.
Para evitar interferencias con el litigio que mantienen Catalunya y Aragón por las pinturas, Naya llevó el proyecto con "discreción": "Es una película que se puede disfrutar perfectamente tanto en Barcelona, Zaragoza como Madrid, es una película que quiere unir a la gente a través del arte y las personas", dice. En el film, uno de los testigos, historiador aragonés, mantiene que el incendio del monasterio lo hicieron anarquistas catalanes en lugar de vecinos de Vilanova de Sixena, como incluso recoge la Causa General, el proceso abierto por el gobierno franquista en 1940 para depurar responsabilidades. Naya se desmarca: “En la parte documental hablan especialistas, y en las entrevistas dan su visión, no son una presa de posición de la película”, explica.
Juan Naya ha colaborado con el especialista en restituciones virtuales de patrimonio histórico Albert Burzón, el autor del mapping de Sant Climent de Taüll. Esta sería una solución al litigio que la parte aragonesa ha rechazado siempre, porque implicaría abandonar la reclamación de las pinturas originales al Museu Nacional d'Art de Catalunya. Juan Naya, de hecho, no propone llevar su proyecto a la sala capitular del monasterio. “Es un proyecto del cual se puede disfrutar en cualquier lugar del mundo, no tiene necesariamente un destino fijo”, explica.
Así que si uno puede abstraerse del agror del litigio, El sueño de Sigena es un canto a las posibilidades de las nuevas tecnologías en el estudio y la recuperación de las obras de arte; también al valor de la colaboración entre profesionales de diferentes disciplinas. En la película aparecen expertos como Jordi Camps, el conservador jefe de románico del MNAC, donde se conservan unas acuarelas de 1918 que sirvieron de modelo; el catedrático de historia del arte de la UAB Manuel Castiñeiras; el conservador del Museo Británico Neil Stratford; el escritor, historiador y profesor de la Universidad de Zaragoza José Luis Corral, y los restauradores y muralistas Juan Manuel Bote y María Pilar Cano, que asesoraron a Naya en la primera parte del proyecto.
El origen de la película se remonta al hecho de que Naya encontró a mediados de los años 90 un libro con fotografías en blanco y negro de los murales del monasterio y recordó cómo su abuela, que las había visto cuando era una niña, había hablado sobre ellos con pasión. Precisamente la parte de la guerra está explicada como si fuera un mundo sumergido, para poner lirismo y apaciguar la tragedia. Juan Naya parece incansable: cuando la recreación de las pinturas está casi terminada, opta por buscar al artesano que es considerado el mejor en hacer artesonados mudéjares, Paco Luis Martos, para llegar a reproducir uno de los doce techos que tenía la sala capitular.
El sueño de Sigena se estrenó dentro de la pasada edición de la Seminci, llegó a los cines ayer en Zaragoza, el miércoles en Barcelona en los Cinemes Girona, y los estrenos continuarán los próximos días en Madrid, Lleida, Huesca y Sarinyena.