Patrimonio

El Ayuntamiento de Barcelona compra la antigua sede de la Editorial Gustavo Gili por 9,5 millones de euros

La operación permitirá ampliar el Centre de la Imatge de la Virreina y convertir la antigua Escola Massana en biblioteca municipal

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El interior de la antigua sede de la  editorial Gustavo Gili

BarcelonaEn una época muy complicada para las ideas progresistas, en los años 60, el editor Gustavo Gili tuvo la valentía de impulsar, con los arquitectos Joaquim Gili, sobrino del fundador de la editorial, y Francesc Bassó, que pertenecían al grupo R, un edificio pionero: la Editorial Gustavo Gili. Inaugurado en 1961, este edificio icónico del racionalismo, en el número 87 de la calle Rosselló de Barcelona, que tenía que mostrar cómo la empresa se había adaptado a la vida moderna, tendrá una nueva vida muy pronto: se convertirá en un espacio municipal de cultura y educación.

La editorial dejó el edificio para trasladarse a la Via Laietana en 2015 y, durante unos cuatro años, fue ocupado por Amazon. Ha estado dos años vacío hasta que, finalmente, el Ayuntamiento de Barcelona ha llegado a un acuerdo con la familia Gili y lo ha adquirido por 9,5 millones de euros. "El edificio forma parte de nuestra historia y para nosotros, que acontezca un bien público y accesible, es el mejor de los futuros posibles. Los edificios no se pueden congelar y merecen tener vida propia", ha asegurado el bisnieto del fundador de la editorial, Gustau Gili. Como está muy bien conservado, el teniente de alcaldía de Cultura, Jordi Martí, confía que en diciembre ya se podrá ofrecer a los programadores para que puedan hacer actividades culturales. "Se podrá hacer todo lo que se pueda hacer, seguro que recibiremos 50.000 propuestas de los programadores", asegura. La compra de este nuevo espacio de 6.800 metros cuadrados, que quiere vincular cultura y educación, se cerrará este mes de noviembre.

Una imagen del exterior del icónico edificio racionalista en el Eixample.

El año que viene se hará el proyecto ejecutivo y, según Martí, en el próximo mandato se podrá ejecutar y trasladar a la antigua sede editorial todo el personal de cultura que ahora ocupa las oficinas del Palau de la Virreina y la antigua Escola Massana. Al edificio también se trasladará el Institut Municipal d'Educació de Barcelona (IMEB), ubicado en la plaza Espanya, y, por lo tanto, se podrá ampliar la Escola Francesc Macià. Parte de la antigua editorial se dedicará a oficinas, pero continuará abierto a diferentes propuestas culturales. "Aún no tenemos el proyecto y no sabemos los detalles, pero será más o menos como por ejemplo la Virreina, mitad oficinas y mitad para la actividad cultural abierta a la ciudadanía", dice Martí.

"Los efectos carambola", como dice Martí, de la compra de la Editorial Gustavo Gili serán la ampliación del Centre de la Imatge de la Virreina, que pasará a ocupar todo el edificio, y el traslado de la Biblioteca Municipal Santa Pau - Santa Creu a la antigua Escola Massana. "La operación nos permitirá reconvertir la sede de la Icub en una gran equipamiento cultural en la Rambla, y potenciar mucho más el Centre de la Imatge", afirma Martí. No se descarta que en la Virreina también se hagan exposiciones del Arxiu Fotogràfic de Barcelona, actualmente poco visibles porque la sede del archivo está en la segunda planta del antiguo convento de Sant Agustí. Otro espacio que se liberará son los pisos que actualmente están sobre la Casa Beethoven. Actualmente también se utilizan como oficinas, pero la intención es recuperar su uso inicial como viviendas y ofrecerlos a los artistas como residencia.

El edificio, de líneas puras y cuerpos poligonales, ocupa el patio interior de una isla de casas del Eixample y está dividido en tres cuerpos diferenciados. Cada volumen responde a una función concreta: en el centro está el vestíbulo y las oficinas; a la izquierda está la entrada y salida del edificio y se comunica con un jardín interior, donde también hay oficinas y está la dirección, y la derecha se utilizaba como almacén y tenía acceso directo para los camiones. El edificio deja a la vista la estructura con grandes aperturas en la fachada para dejar entrar la luz natural. Ganó el premio FAD (1962), fue descrito como una propuesta radical por su lenguaje arquitectónico, y actualmente está en proceso para declararlo Bien de Interés Cultural Nacional (BCIN). "La catalogación no será un impedimento sino un estímulo y contaremos con Gustau (el bisnieto del fundador de la editorial), que le ha dado muchas vueltas", asegura Martí.

La adquisición del edificio se hizo con parte del fondo de 30 millones de euros acordado, a propuesta de ERC, en los presupuestos de 2021 para adquirir y rehabilitar edificios singulares. Con el mismo fondo, en julio de este año el consistorio adquirió el histórico El Molino, y recientemente ha llegado a un acuerdo para comprar el Gimnàs Social Sant Pau.

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