'El buen patrón' manda en los Goya 2022

La película de Fernando León de Aranoa gana seis premios del cine español

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Fernando León de Aranoa, con Goya a la mejor dirección por 'El buen patrón' — Fernando León de Aranoa con el Goya a la mejor dirección por 'El buen patrón'. JOSE JORDAN

BarcelonaLas nominaciones a los premios Goya habían dejado una fotografía del cine español con dos películas ocupando el primer plano. El resto, incluida Madres paralelas, miraban de sacar la cabeza entre las 20 nominaciones de El buen patrón y las 14 de Maixabel, y fuera de campo había títulos muy interesantes ninguneados por los miembros de la Academia del Cine Espanyol. Pero después de la gala de la 36a edición de los Goya, celebrada este sábado en el Palau de les Arts de Valencia, el retrato ha salido más variado, sin ningún dominio agobiante. El premio gordo a la mejor película se lo ha llevado El buen patrón, que al final ha sumado seis premios, incluido el de mejor dirección para Fernando León de Aranoa. Las leyes de la frontera, adaptación de la novela de Javier Cercas, ha ganado cinco Goya, y Maixabel y Mediterráneo, tres cada una. Sin premio ha quedado Madres paralelas de Pedro Almodóvar, que tenía ocho nominaciones.

Uno de los triunfadores de la noche ha sido el cine catalán, presente en buena parte de los galardones, empezando por el mismo El buen patrón, que cuenta con producción catalana, y también con nombres propios representantes de otras películas como por ejemplo la actriz Nora Navas, la directora Clara Roquet, el director artístico Balter Gallart, la diseñadora de vestuario Vinyet Escobar, los técnicos en efectos especiales Pau Costa y Laura Pedro y el equipo de sonido formado por Daniel Fontrodona, Oriol Tarragó, Marc Bech y Marc Orts.

En las categorías de interpretación: Goya a la mejor actriz para Blanca Portillo (Maixabel) y a mejor actor para Javier Bardem (El buen patrón); a mejor actriz de reparto para Nora Navas (Libertad) y a mejor actor de reparto para Urko Olazabal (Maixabel); a actriz revelación para María Cerezuela (Maixabel) y a actor revelación para Chechu Salgado (Las leyes de la frontera). Es decir, un reconocimiento especial (tres de seis) a las interpretaciones de Maixabel , la película de Icíar Bollaín con guion de Isa Campo.

La gala, de más de tres horas de duración, ha sido sin presentadores, con poco brío y todavía con menos margen para un humor con cara y ojos, que ya es una pena dado que la ceremonia servía como conclusión del año dedicado a conmemorar el centenario de Luis G. Berlanga. Sí que ha habido margen para alargar los discursos de agradecimiento, quizás porque en estos tiempos todavía pandémicos el sector cinematográfico ha preferido ser autoindulgente en vez de regañar a los premiados charlatanes.

Entre los agradecimientos han dominado los buenos sentimientos, como es habitual, así como la narración de los esfuerzos que han hecho falta para llegar hasta tener el cabezón de Goya en las manos. Zeltia Montes, premio a la mejor música original por El buen patrón, se ha emocionado recordando el apoyo que ha recibido de la madre y ha pedido a los productores que paguen mejor a los músicos. Clara Roquet, mejor directora novel por Libertad, también ha recordado precariedades diversas y ha deseado que en el futuro puedan hacer cine los que no pueden disfrutar de privilegios como ella misma. Los premios a Mediterráneo han ido acompañados del anhelo por que "el Mediterráneo deje de ser una fosa común", tal como ha dicho la cantante María José Llergo, que ha dedicado el Goya a la mejor canción "a Oscar Camps, el fundador y presidente de Open Arms". El discurso de la noche, sin embargo, lo ha hecho la cineasta afgana Sahraa Karimi, que antes de dar el premio a la mejor dirección ha pedido que no se reconozca el régimen de los talibanes.

Entre los gestos de la noche, la mano de Pedro Almodóvar pidiendo de estranjis al público que se levantara para aplaudir a la actriz australiana Cate Blanchett, que ha recibido el Goya Internacional de la mano del mismo Almodóvar, con quien rodará pronto, y Penélope Cruz. Con la lección aprendida, dos horas más tarde el público se ha puesto derecho para ovacionar a José Sacristán, reconocido con el Goya de Honor.

En cuanto a la representación institucional, entre las autoridades había el presidente valenciano, Ximo Puig; el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez; la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta. Sánchez, en la alfombra roja, ha reconocido que de las cinco nominadas a mejor película solo había visto Mediterráneo y, "por descontado", Maixabel.

El regreso de Joaquín Sabina

La parte musical de la gala ha sido irregular. Ha empezado con una desconcertante versión de Libre, de Nino Bravo, a cargo de Jedet, Cristina Castaño y Bebe. Mejor, mucho mejor, ha estado Rita Payés cantando Te venero con C. Tangana (que se ha reservado apenas un breve rapeado) y comunicando la profundidad del bolero con poder orquestal. El Goya 2022 también han servido para queJoaquín Sabina volviera a un escenario dos años después de caer en un concierto en Madrid. En Valencia, Sabina ha cantado la crepuscularTan joven y tan viejo acompañado de Leiva, y ha rematado la canción diciendo "Viva el cine español", que de esto van los Goya, de celebrar una fiesta de consumo interno.

El momento más emotivo, el in memoriam para recordar a los profesionales muertos en el último año, ha tenido como banda sonora la canción basada en el poema Negra sombra de Rosalía de Castro que Luz Casal ha interpretado en gallego con la solemnidad que requería la ocasión. Además del gallego, en la gala se ha hablado bastante catalán, sobre todo en la parte final del discurso de Jaume Roures, productor de El buen patrón ("tomo el 25% en catalán", dijo, refiriéndose a la sentencia sobre el castellano en la escuela catalana), y también en intervenciones como la del actor valenciano Willy Montesinos, entre otros.