Cate Blanchett reclama un cine de "grandes ideas" que no sea esclavo "de un modelo serializado"
La actriz ha pedido a la industria que escuche movimientos como el Black Lives Matter o el Me Too si no quiere convertirse en "irrelevante"
Valencia"Los proyectos cinematográficos deben transmitir grandes ideas y no convertirse en esclavos de un modelo serializado en el que se pierde el valor de los personajes y las historias". Esta ha sido la principal denuncia que ha hecho la actriz Cate Blanchett durante la conferencia de prensa que ha ofrecido este mediodía en Valencia antes de ser homenajeada por la Academia del Cine Español, que esta noche le otorgará el primer Goya Internacional por haberse convertido en "una figura extraordinaria del cine mundial".
En su comparecencia, la actriz australiana ha mostrado un discurso medido, que ha combinado la defensa de elementos de la vieja industria, como las salas de cine y las producciones más ambiciosas y caras, con la exigencia de que las grandes estructuras incorporen en sus discursos y formas de trabajo los valores de una sociedad que ya no tolera comportamientos machistas o racistas.
La añoranza de los cines durante la pandemia
Sobre la primera cuestión, la también productora ha destacado la experiencia "única, creativa y física" que supone ver una película en una pantalla grande, "en una sala oscura" y "con completos desconocidos". Una vivencia que durante la pandemia ha echado "mucho de menos". Sobre la posibilidad de que las salas de cine revivan una vez que se eliminen todas las medidas de seguridad y se superen los temores al contagio de covid-19, Blanchett ha reconocido que ella todavía mantiene la esperanza, aunque ha subrayado que antes de la pandemia el cine ya estaba en crisis y que sería "negligente" obviar cómo han podido cambiar los hábitos de la ciudadanía durante el tiempo en el que ha estado "cerrada consumiendo por plataformas".
Pese a su alegato de la experiencia de ver películas colectivamente, Blanchett ha admitido que el elemento clave de los films son la "creatividad" y "las grandes ideas", y ha subrayado que, en este sentido, "el tamaño de la pantalla es igual". Por eso considera que ver una película en un ordenador o en una tableta no hace que no sea cine. Para la actriz, el punto fundamental es que se respete el trabajo de los creadores y las obras se muestren al espectador "de la forma en que fueron concebidas", sea en pantalla grande o en el televisor de la sala de estar.
Otro de los elementos tradicionales que ha defendido la ganadora de dos Oscar –uno por El aviador, en 2004, como intérprete secundaria, y otro por Blue Jasmine, en 2013, como actriz principal– ha sido el papel que juegan los festivales y las academias de cine, tanto en lo que se refiere a la promoción y defensa de la industria como al más invisible asesoramiento, entre ellos alguno tan fundamental como el de conseguir financiación para los films. A pesar de estos elogios, Blanchett no ha rehuido las carencias de las estructuras del cine clásico. Les ha reclamado que se adapten a los nuevos tiempos, "miren al futuro" y sean permeables a movimientos y reivindicaciones sociales como las encabezadas por movimientos como Black Lives Matter o Me Too. Si no lo hacen, "corren el peligro de convertirse en irrelevantes", ha advertido.
Blanchett ya trabaja con Almodóvar
Para quien no han hecho falta matices y todo han sido buenas palabras ha sido para el director Pedro Almódovar, con quien la australiana trabajará en la adaptación al cine de los relatos de Manual para mujeres de la limpieza, de la escritora Lucia Berlin. Será el debut del realizador manchego en un largometraje en inglés. "Conozco a Pedro desde hace 20 años y llevábamos mucho tiempo queriendo trabajar juntos. De hecho, hubo un proyecto anterior que no llegó a fructificar", ha explicado.
Blanchett ha calificado el filme de oportunidad extraordinaria dado que considera a Almodóvar todo un "artista". "El universo de Pedro me interesa muchísimo, ayer mismo tuvimos la ocasión de sentarnos a empezar a trabajar", ha explicado, antes de enfatizar que el manchego ha creado un guion "único", tanto por la calidad de las historias de Lucia Berlin como por la contribución del director, que las hace "ir más allá y profundizar en conceptos como las relaciones adictivas y el abuso de substancias".
Además de contar su cariño por el creador de películas como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón o Todo sobre mi madre, Blanchett ha reconocido que el cine español ha sido una gran influencia para su trabajo. "Obviamente, Almodóvar y Amenábar, pero también [los latinoamericanos] Lucrecia Martel, Guillermo del Toro o Alfonso Cuarón", detalló.
Por último, la australiana ha remarcado la alegría que le genera que una artista como ella, proveniente de un rincón del mundo tan distinto, reciba un galardón de una sociedad y cultura tan lejanas. "Estar aquí en Valencia, homenajeada por la Academia del Cine Español, significa mucho para mí", ha concluido.