'Barbie', el triunfo de la revuelta rosa contra el patriarcado
La brillante comedia feminista de Greta Gerwig supone un punto de inflexión en el cine comercial
- Dirección: Greta Gerwig
- Guión: Greta Gerwig y Noah Baumbach
- 114 minutos
- Reino Unido y Estados Unidos (2023)
- Con Margot Robbie, Ryan Gosling, America Ferrera y Will Ferrell
En el prólogo y en la secuencia culminante de Barbie, Greta Gerwig cambia, revisándolas en clave femenina, dos de las representaciones más fijadas sobre el origen del hombre: la escena inicial de 2001: una odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick, y las manos a punto de tocarse de Dios y Adán en el fresco de La creación, de Miguel Ángel. En principio estamos ante una película basada en un juguete de éxito. Sin embargo, conocedora del momento histórico en el que se inscribe, la directora de Mujeres (2019) firma una propuesta que marca un punto de inflexión en el cine comercial. Hollywood aún no había apostado así de fuerte por un blockbuster para todos los públicos que se asociara de forma tan descomunal a un imaginario, no ya de mujeres, sino de niñas, menospreciado además por casi todos los cánones estéticos e intelectuales. Gerwig toma el mundo de color de rosa y la feminidad arquetípica de Barbieland y los procesa desde la madurez autoconsciente del feminismo pop de cuarta ola para servirnos una película a la vez celebradora y metarreflexiva sobre el cambio de paradigma que hemos vivido en este ámbito en los últimos años.
Margot Robbie y Ryan Gosling: Barbie & Kent
Así, la muñeca de Mattel, interpretada por Margot Robbie, se convierte en la protagonista de una aventura existencial que se mueve entre la fantástica recreación de Barbieland como utopía ginocéntrica en plástico reluciente y la grisura del machismo en el mundo real. El film arrastra algunos problemas: se suma a la tendencia de incorporar una supuesta autocrítica al capitalismo como forma de blanqueo de corporaciones como Mattel y se ajusta de forma previsible a todas las indicaciones de la agenda de la diversidad mientras banaliza la discriminación de las mujeres divergentes. Pero Barbie es sobre todo una brillante comedia musical rebosante de ideas ingeniosas, gags hilarantes y detalles gloriosos, desde la revisión de Kubrick hasta la sorprendente, explosiva, réplica final. El hecho de que se trate de una comedia nos permite asumir la paradoja de que, en un film feminista, el secundario masculino de la historia, un Ken al que encarna un prodigioso Ryan Gosling que se desembaraza para siempre de la imagen de actor soso, acapare algunas de las mejores escenas, sobre todo los últimos números musicales y la secuencia insuperable en la que descubre en el mundo real las dinámicas y las ventajas del patriarcado.