Premio de cine

Michael Douglas: "El problema de Mallorca es el exceso de Airbnb y coches de alquiler"

El actor recibe el premio Masters of Cinema en la gala de clausura de la Atlántida Mallorca Film Fest

Cati Moyà
4 min
Michael Douglas este domingo por la noche en la Atlantida Mallorca Film Fest.

PalmaSi el pasado lunes participaba, como un vecino más, en el homenaje a la gente mayor de Valldemossa (Mallorca), este domingo por la noche Michael Douglas estaba en Palma para recoger el premio Masters of Cine de la Atlántida Mallorca Film Fest de manos de la reina Letizia. No es de extrañar, pues, que defienda que los personajes que más le interesan son "los que no son ni blancos ni negros, que forman parte de una escala de grises que te provoca algún tipo de reflexión". Así lo explicaba en la rueda de prensa convocada poco antes de la gala de clausura del festival, en la que ha hablado de sus primeros recuerdos relacionados con el séptimo arte, de la masificación turística en Baleares y de la crisis democrática en Estados Unidos, en además de realizar una defensa del cine como espacio de debate y también de comunicación.

"Las películas son caras –ha afirmado–. Son una manera muy cara de entretenernos, y también complicada. Los pintores pueden hacer muchos cuadros, los escritores muchos libros y los músicos también pueden componer muchas canciones. Pero para hacer películas necesitas a mucha gente, así que he procurado hacer las que dejaban algún poso, las que también servían para alimentar el pensamiento de los espectadores. No siempre ha sido posible, he hecho algunas también por razones comerciales. 'he esforzado tanto en los éxitos como en los fracasos. Ahora bien, siempre he tenido muy claro que prefería un papel secundario en una buena película que un personaje principal en una mala', ha asegurado.

Probablemente el más célebre de todos estos papeles sea el icónico Gordon Gekko, que le llevó a recoger su primer y hasta ahora único Oscar como actor para Wall Street en 1988 y que volvió a encarnar casi 20 años después. "Me gustan los personajes que no son ni héroes ni malvados, quienes de algún modo logran la empatía del espectador pese a que a ti, como intérprete, te provoquen dudas", añadía Douglas. Citó a los personajes que interpretaba en películas como Black rain, Jóvenes prodigiosos o Un día de furia como algunos de sus favoritos. En esta última película daba vida a Bill Foster, un ciudadano que decide rebelarse contra una serie de frustraciones cotidianas que treinta años después han adquirido aún más actualidad en relación a la vida urbana. "Yo estoy muy pendiente de la prensa, leo muchos periódicos, y eso me sirve para detectar cuando un guión toca la tecla de contener un mensaje universal. En este caso hablaba de una cuestión que me parecía importante, por aquel entonces: la derrota de la industria armamentística de Los Ángeles después de la guerra de Vietnam. A todos aquellos que trabajaban, y que hasta entonces habían oído que defendían América con orgullo, de un día para otro les dijeron que no hacían falta y les dejaron en la calle".

La democracia y el turismo

Douglas también ha hablado de la "crisis democrática" que viven actualmente Estados Unidos. "Y también hacia fuera allí: es una cuestión que nos afecta a nivel global. Hay toda una serie de personas que no paran de enriquecerse mientras la clase media sufre cada vez más. Antes había una especie orgullo de formar parte de la clase trabajadora y ahora provoca sufrimiento", afirmaba. "Es hora de que los demócratas recuperen ese sentimiento para evitar que [sus votantes] sigan siendo seducidos por Trump", señaló. El actor ha recordado que en las anteriores elecciones apoyó a Joe Biden y que incluso contribuyó a la recaudación de fondos para su campaña. Hoy calificó a Kamala Harris de "candidata impresionante" que hará que las elecciones sean "muy interesantes". Sin embargo, criticó que "parece que los políticos quieran estar en todas partes todo el rato, cuando su trabajo es ofrecer un servicio público, no debemos olvidarlo".

Una de las cuestiones que planeaban sobre la comparecencia era la masificación turística, que se ha convertido, según Douglas, en "el segundo gran tema de conversación en Baleares". "El primero… ¡no sé cuál es!", ha dicho entre risas cuando le han preguntado por los cambios que ha sufrido, en concreto, Mallorca, una isla que visita desde hace más de 30 años, desde que adquirió la histórica finca de S'Estaca en 1990. "Por supuesto que los he notado, aunque es cierto que al otro lado de la Sierra de Tramuntana nos afectan menos… A excepción de cuándo quieres ir a Valldemossa oa Sóller y te chocas con todos esos buses por la carretera. Creo que el problema viene de dos excesos: de los Airbnb, por un lado, y de los coches de alquiler, por otro, aunque se alimentan entre ellos", argumenta. "Creo que encontrar un equilibrio es muy complicado. Tenemos millones de visitantes y eso afecta a temas como el acceso al agua. Pero quiero pensar que hay gente buscando la mejor solución. La conciencia sobre estos problemas también ha aumentado mucho, en estos años, en Mallorca".

Un actor semiretirado

Volviendo al cine, el actor, que cumplirá 80 años en septiembre, se ha definido como semirretirado. "Decidí detenerme en el 2022, y en el 2023 me lo he pasado sin hacer nada. Y he disfrutado tanto que… ¡Ya ve, sigo así a mediados del 2024!". A la espera de que le llegue tan buena propuesta que no pueda decir que no, continuará este proceso de "simplificar la vida y reducir el peso que durante tantos años he ido acumulando". Y es que sus primeros recuerdos cinematográficos vienen de muy atrás. "Recuerdo muchas películas de cuando era pequeño, como Lilín o Siete novias para siete hermanos, pero sobre todo, claro, las que hacía mi padre", ha dicho el hijo del legendario Kirk Douglas. "Tengo muy grabada una vez que le visité en un rodaje, cuando yo tendría 9 o 10 años. Era de la película Cautivos del mal, que hizo con Lana Turner. Debían hacer una escena romántica, estaban muy cerca uno del otro, y yo los miraba desde fuera. Nunca olvidaré cómo me miró él y con la mano me pidió que me alejara: me tenía dentro de su campo de visión y no le iba bien para actuar", ha explicado con una sonrisa el célebre actor, que desde hoy es también, oficialmente, uno Másteres of Cine.

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