Tim Burton busca la redención autoral volviendo al mundo de 'Beetlejuice'
La secuela del filme de 1988 inaugura la Mostra de Venecia, que recibe a Winona Ryder y Jenna Ortega
Enviado especial a VeneciaLa relación de Tim Burton con el Festival de Venecia viene de lejos. En 2007, el director deEd Wood visitó la Mostra para recibir el León de Oro honorífico en el conjunto de su carrera, un viaje que aprovechó para presentar un montaje provisional de Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet. Para muchos, Burton ya se encontraba entonces en un período de decadencia, con su gusto por el pastiche y el reciclaje –inició su trayectoria imbricando el imaginario de Edgar Alan Poe con el terror de la factoría Hammer– pervertido por la realización de remakes. Tres años después, el estreno de su versión deAlicia en el país de las maravillas certificó la caída de Burton en el pozo de los desmanes digitales y la intrascendencia artística. Este miércoles, el autor de Eduardo Manostijeras ha vuelto al Lido de Venecia para inaugurar la 81a edición del certamen italiano con Beetlejuice Beetlejuice (que se estrenará salas comerciales el 6 de septiembre).
De paso, Burton ha entonado un convincente mea culpa: “En los últimos años he experimentado una sensación de desencanto respecto a la industria del cine. Sentía que tenía que volver a hacer algo que me saliera del corazón”, ha apuntado ante la prensa acreditada. “Cómo le pasa al personaje de Lydia en Beetlejuice Beetlejuice, cuando te haces mayor a veces la vida te lleva por caminos extraños. Me sentía perdido, pero esta película me ha devuelto la energía”.
Treinta y seis años después del estreno de Beetlejuice, Burton se plantea la secuela como un retorno no solo a los personajes y a los escenarios del filme original, sino también a los métodos y a las herramientas de una era fílmica que ya parece remota. “Cuando hicimos la primera Beetlejuice, improvisamos mucho y rodamos muy rápido, y ahora he querido replicar aquella estrategia. Si teníamos una idea sobre cómo podía ser una criatura fantástica, corríamos a comprar un muñeco en una tienda y lo caracterizábamos nosotros mismos”, ha explicado Burton. Esta anécdota sobre la espontaneidad que ha marcado la realización de Beetlejuice Beetlejuice revela otro elemento clave del filme: la negativa a abusar de los efectos digitales en favor de un trabajo artesanal con los medios del cine analógico, desde escenarios expresionistas construidos con cartón piedra hasta una colección de criaturas monstruosas hechas de látex.
Jenna Ortega, la nueva musa de Burton
Los fanáticos del Beetlejuice de 1988 disfrutarán de lo lindo con el reencuentro del histriónico Michael Keaton en la piel del demonio más grosero de la pantalla grande, aunque la gran joya humorística del filme es Catherine O'Hara, que vuelve a demostrar su don para la caricatura amable como la madrastra de Lydia, el personaje de Winona Ryder. Sin embargo, hoy en día el principal atractivo mediático de Beetlejuice Beetlejuice es Jenna Ortega, el último fenómeno juvenil de la factoría Disney –se hizo popular gracias a la serie Stuck in the middle–, convertida en estrella mundial gracias a su papel de Miércoles Addams en la serie Miércoles de Netflix, de la que Burton dirigió los primeros cuatro capítulos. La fascinación que despierta Ortega entre el público adolescente se evidenciaba ante la alfombra roja de la Mostra, que la tarde antes de la proyección de gala de Beetlejuice Beetlejuice ya acogía a un grupo de chicas que esperaban saludar a su heroína disfrazadas de Miércoles.
Cuando le preguntaron por el trabajo en el nuevo filme de Burton, Ortega destacaba que, pese a interpretar a la hija en la ficción de Winona Ryder, había intentado construir su personaje de manera autónoma, centrándose en sus traumas familiares y la su conciencia medioambiental: “A Beetlejuice Beetlejuice, Winona y yo damos vida a dos mujeres con opiniones fuertes, pero su personaje está acostumbrado al esoterismo, mientras que el mío arrastra un fuerte resentimiento hacia el mundo”. De hecho, como ha señalado Monica Bellucci, actual pareja de Burton y la exmujer de Beetlejuice en la ficción, “la película trata sobre el universo femenino, porque está protagonizada por tres generaciones de mujeres que luchan entre sí, pero que acaban aprendiendo unas de otras”.
Dado el éxito relativo de Beetlejuice Beetlejuice –que puede reconciliar al espectador con el genio creativo de Burton, pero también sufre un exceso de subtramas y autorreferencias–, no sería extraño imaginar una tercera entrega, aunque Burton lo ha descartado tirando de matemáticas: “Si he tardado treinta y cinco años en hacer la segunda parte, la tercera me cogería casi con cien años. No lo veo, aunque con los avances de la ciencia nunca se sabe”, ha comentado Burton con una sonrisa traviesa en el rostro.