'Veneciafrenia': Álex de la Iglesia abraza la causa veneciana contra la masificación turística

Barcelona'Veneciafrenia'

(2,5 estrellas)

Dirección: Álex de la Iglesia. Guion: Jorge Guerricaechevarría y Àlex de la Iglesia. 100 min. España (2021). Con Ingrid García-Jonsson, Silvia Alonso y Goize Blanco. Estreno en cines

La historia de amor entre Álex de la Iglesia y la ciudad de los canales viene de lejos. En el año 2010, la Muestra de Venecia fue el escenario de la coronación internacional del cineasta vasco, cuando el jurado presidido por Quentin Tarantino le otorgó los premios a la mejor dirección y al mejor guion por Balada triste de trompeta. Además, en términos estilísticos, De la Iglesia debe más de un favor al esteticismo desatado del giallo, el salvaje y atmosférico cine de terror italiano de los años 60 y 70. Con este historial de vínculos afectivos y referenciales, no es de extrañar que, en Veneciafrenia, De la Iglesia abrace con determinación la lucha veneciana contra el turismo de crucero, llegando a convertir una joven troupe de alocados españoles en los indeseados intrusos de los templos de la Reina del Adriático.

De hecho, es esta defensa beligerante del patrimonio veneciano lo que despierta el genio del director de La comunidad, que abre su film con el sueño húmedo y macabro de todo habitante de una gran ciudad: zurrar a un turista con una cámara fotográfica. Dicho esto, es una lástima que De la Iglesia no invierta más esfuerzos en dotar de mayor interés al grupo de anodinos protagonistas, eternos postadolescentes que deambulan por la película esperando la siguiente explosión de criminalidad sanguinolenta. Un festival gore que logra el clímax en un decadente escenario operístico habitado por un heredero psicótico de Rigoletto.