Ralph Fiennes: "Cuando veo a todos los cardenales en las fotos, me pregunto: «¿Por qué no salgo yo?»"

BarcelonaEl cineasta italiano Uberto Pasolini (Roma, 1957) explica que, durante casi tres décadas, ha perseguido el proyecto de adaptar a la gran pantalla la historia de Ulises una vez regresada a Ítaca. Este viaje empezó a materializarse en el 2011, cuando Pasolini fue a buscar al actor británico Ralph Fiennes (Ipswich, 1962) para que interpretara a Ulises como rara vez lo hemos visto en el cine: un hombre traumatizado por toda la violencia que ha visto y ha ejercido, incapaz de tomar las riendas de la propia. The return es la historia de un héroe que vuelve a una casa que ya no se siente suya y que necesitará tiempo para rehacer los lazos con los seres queridos, especialmente Penélope (Juliette Binoche) y su hijo Telémaco (Charlie Plummer) "Quería reflejar el recorrido emocional de una familia rota por la guerra, y después de una experiencia terrible". la Antigua Grecia, pero según el director es un puente directo a las guerras de hoy: "Me encantaría que Putin la viera y se diera cuenta de cómo los conflictos bélicos cambian los pueblos y las personas" La película se ha estrenado en el BCN Film Fest, que ha otorgado el festival de Cónclave, El paciente inglés y Spider, además de interpretar a Lord Voldemort en la zaga de Harry Potter. Fiennes atiende a un grupo de periodistas en el Hotel Casa Fuster de Barcelona.

Interpreta un Ulises en la madurez, una imagen que se aleja de otras películas del mito, en las que se le ve mucho más joven. ¿Cómo le influyó la edad en la construcción del personaje?

— De hecho, queríamos realizar esta película desde hace unos quince años. Yo entonces estaba a la cuarentena y en ese momento pensé que tenía la edad adecuada para protagonizar el filme. Pero pasó el tiempo, y Uberto un día me preguntó: "¿Cuándo haremos esa película?". Yo le respondí: "Probablemente, ahora ya soy un poco demasiado mayor". Y él me dijo: "No, no, tienes la edad adecuada ahora". Cuando rodamos el filme yo tenía sesenta años. La historia cuenta que Ulises fue a la guerra con veinte años y regresó con cuarenta, pero yo no puedo ir atrás en el tiempo. Mi cara refleja mi edad y éste es el Ulises de la película.

¿Cómo le ha impactado representar un mito de la literatura?

— He intentado ponerme en la piel de alguien que no está seguro de sí mismo, que no sabe quién es. Ulises ha perdido el sentido común, desconfía de todos. En la película le conocemos, de entrada, cuando acaba de llegar a la costa de su isla después de una tormenta. Ha tenido una especie de instinto que le ha llevado a casa. Cuando se cura y tiene bastante fuerza, no sabe qué hacer. No tiene ninguna intención de ir al palacio y anunciar a todo el mundo su regreso.

Esta faceta del personaje queda lejos de laOdisea de Homero.

— Sí, esa era la propuesta de Uberto. Él quería que nos adentáramos en este espacio psicológico, que es muy interesante. Ulises no sabe qué hace en la isla, ni sabe si su mujer está con alguien. Es un hombre agotado espiritual y psíquicamente; no tiene ningún propósito en la vida. Todos, más o menos, nos levantamos para ir a trabajar, o tenemos un objetivo vital que queremos conseguir, que puede ser querer estar con los hijos o con la familia. Ulises lo ha perdido todo. Se ha convertido en un hombre pasivo. Lo que más me ha gustado del guión es ver cómo empieza a tomar la iniciativa lentamente y toma las riendas de su vida.

El filme explora las consecuencias de haber vivido una guerra. En un mundo lleno de conflictos bélicos, ¿la película puede ayudar de alguna manera?

— Es una pregunta muy buena. No sé si la película puede ser demasiado útil, sinceramente. Se han realizado grandes películas antibelicistas en el pasado que son maravillosas y, desgraciadamente, todavía estamos en guerra como especie. No creo que un filme pueda detener una guerra, pero confío en que sirva para mostrar su horror y para que nosotros lo tengamos presente. La gran obscenidad del ser humano es la guerra.

¿Podemos llegar a entender a la gente que va a la guerra?

— Durante la Segunda Guerra Mundial existía una fuerza centrada en Alemania que se definía por un grado obsceno y terrible de antisemitismo. Las naciones de Europa vieron que ese daño no se detendría y fueron a la guerra. Curiosamente, acabo de leer una biografía de Ian Fleming, que creó James Bond y trabajó como espía durante la Segunda Guerra Mundial. Al final del libro, el escritor de la biografía explica que en el funeral de Fleming alguien dijo: "Él era conocido por sus libros de James Bond, pero como mucha otra gente, también contribuyó a la guerra y nos llevó aquí, a salvar a la nación". Había una serie de valores por los que debía lucharse. Se pueden tener muchos debates sobre cuándo ir a la guerra y proteger tu forma de vida. Pero los pocos militares que he conocido son amantes de la paz y no de la guerra. Ellos están en el ejército porque reconocen el valor de defender al país que aman.

La película está rodada de forma muy naturalista. Prácticamente no hay diálogos y se juega mucho con los silencios. ¿Qué retos le ha supuesto, interpretativamente?

— Hay una serie de entrevistas de los años sesenta en la televisión británica con personajes conocidos en los que se les hacían preguntas muy inquisitivas. Las caras que ponían mientras escuchaban la pregunta eran extraordinarias. Una vez hice un ejercicio con actores jóvenes que querían aprender a actuar delante de la cámara y reproduje una situación similar: les entrevisté entre ellos para mostrarles qué hacían de manera natural antes de actuar, y cómo la cara les cambiaba cuando les hacían ciertas preguntas. La cara humana por sí sola está llena de significados. En el caso de Ulises, hemos trabajado mucho la experiencia de este hombre que está emocionalmente herido y que regresa después de veinte años, pero que no tiene ganas de hablar de lo que ha vivido. Su cara debería decirlo todo.

El año pasado se estrenó Cónclave, una película que protagonizó y que giraba en torno a la elección de un nuevo papa. Cómo ha vivido la muerte del pontífice la semana pasada?

— Como formé parte de la película y, durante bastante tiempo, viví en ese mundo dentro de mi cabeza, vivir la muerte del Papa ha sido extraña para mí. Estoy muy interesado en saber qué va a pasar ahora. Hace más de dos años de ese rodaje, pero ahora, cuando veo a todos los cardenales en las fotos, me pregunto: "¿Por qué no salgo yo?".

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