Memoria Histórica

Encuentran los restos de María Domínguez, la primera alcaldesa democrática de España

Autodidacta y defensora de los derechos de las mujeres, los franquistas le dispararon en la cabeza en 1936

María Domínguez Remón
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BarcelonaUna peineta destrozada por el impacto de una bala y unos alfileres al lado de un esqueleto enterrado sin tumba ni nombre en el cementerio de Fuendejalón. Es todo lo que queda de una mujer pionera, María Domínguez, la primera alcaldesa democrática de España. Domínguez, que de pequeña casi no había podido ir a la escuela y fue autodidacta, defendía el derecho a la educación, sobre todo de las mujeres, y en 1932 fue la primera alcaldesa de la Segunda República Española en la población de Gallur (Zaragoza). Cuando dejó la alcaldía, un año después, se dedicó a la docencia y el periodismo. En 1936, poco después de que estallara la Guerra Civil, los franquistas le dispararon en la cabeza y la tiraron a una fosa común. Este fin de semana, sus restos se han podido exhumar y ahora se compararán con el ADN de sus familiares para comprobar si realmente es ella.

Maltratada por su marido

Domínguez luchó mucho por su propia libertad y por la de otras mujeres. Sus padres eran jornaleros y ella, de muy pequeña, ayudaba en el campo. Cuando cumplió 18 años la obligaron a casarse y pronto llegaron los maltratos. Después de siete años aguantando la violencia de su marido lo dejó. Se fue a pie y sin equipaje. Sus padres la convencieron para volver pero los maltratos todavía eran peores y finalmente se fue a Barcelona, donde trabajó sirviendo en casas. Ahorró hasta poderse comprar una máquina de coser, que le permitió ganarse la vida de manera más autónoma. Pudo volver a Pozuelo de Aragón y años después se casaría en segundas nupcias y se establecería en Gallur. Empezó a leer todo lo que caía en sus manos y a escribir. Una carta al antiguo diario El País, en la que defendía a las mujeres como ella, le abrió las puertas del periodismo: "Somos nosotras, las hijas del pueblo, las únicas que tenemos derecho a levantar la voz, porque somos las más perjudicadas en estos atentados a las libertades femeninas", escribió.

La lucha por una educación digna

Trabajó mucho para que los niños tuvieran una educación digna. Cuando fue alcaldesa reclamó mejoras para que los niños pudieran estudiar en condiciones dignas: "Los niños que asisten a las escuelas tienen que tener locales dignos y ventilados, y un gobierno republicano se tiene que preocupar por estas cuestiones, es prioritario que el pueblo tenga la cultura que merece un régimen democrático. Con locales sin las condiciones adecuadas, no se puede ejercer la pedagogía ni los niños pueden aprender". Fue alcaldesa del 29 de julio de 1932 al 6 de febrero de 1933. Después se dedicaría a la docencia y a la escritura.

En 1934 la Editorial Castro de Madrid le publicó el libro Opiniones de mujeres, en el que se recogen cuatro conferencias suyas: FeminismoLa mujer en el pasado, en el presento y en el porvenirEl socialismo y la mujer y Costa y la República. En estas conferencias defendió la ley de divorcio y la igualdad. Y nunca se cansó de denunciar que la mujer estaba oprimida desde tiempos inmemoriales por la Iglesia y por los hombres.

El proceso de exhumación de Domínguez fue impulsado por el gobierno del Aragón y la Asociación de Familiares y Amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón. Los trabajos de exhumación los ha llevado a cabo la Asociación para la Recuperación e Investigación contra el Olvido (ARICO). El gobierno aragonés se hará cargo de los análisis de ADN. Durante muchos años la historia de esta mujer luchadora quedó en el olvido hasta que en los noventa se empezó a recuperar. Vicky Calavia le dedicó el documental María Domínguez. La palabra libre.

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