Patrimonio

Final feliz para la Casa Tosquella: el Ayuntamiento de Barcelona la compra por 1,15 millones de euros

Este tesoro del Modernismo presentaba "deficiencias en el estado de conservación"

Casa Tosquella
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BarcelonaLa historia de la Casa Tosquella ha acabado bien: dos semanas después de que el ARA avanzara información sobre las negociaciones, el Ayuntamiento de Barcelona acaba de hacer público que ha comprado este tesoro del Modernismo por 1,15 millones de euros, que forman parte del fondo pactado con ERC para el presupuesto 2021 para la adquisición o rehabilitación de edificios singulares en operaciones que se consideraran de interés para la ciudad. La adquisición cierra una larga serie de intentos tanto públicos como privados y permitirá devolver a la casa su esplendor.

La Casa Tosquella, en la calle Vallirana, es una de las obras más emblemáticas del arquitecto Eduard Maria Balcells, y tiene el valor añadido de que resiste desde hace décadas en un entorno urbano marcado por el tráfico de la ronda General Mitre y unos bloques de viviendas. Está catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional, a raíz de ser declarada monumento histórico en 1974, y la Generalitat había empezado los requerimientos para que los propietarios resolvieran “las deficiencias en el estado de conservación”, según afirmaron al ARA fuentes del departamento de Cultura.

La casa tiene una superficie de 866,96 m², 224 m² de los cuales los ocupa el edificio y el resto es jardín. Está calificada como equipamiento desde el año 2012. Según el Ayuntamiento, la compra responde a "la voluntad y la necesidad del distrito de dotar al barrio del Putxet y el Farró de una nueva equipación pública y corregir el déficit histórico de equipaciones, y principalmente los destinados a la gente mayor".

La Casa Tosquella es fruto de la reforma de una casa de veraneo del maestro de obras Joan Caballé de 1889 que le encargó en 1906 el indiano Antoni Tosquella. Como dice el director del Museu d'Art de Cerdanyola (MAC), Txema Romero, en la tesis doctoral que dedicó al arquitecto, “es el proyecto más emblemático de la primera época de Balcells”. Las obras transcurrieron en paralelo a las de obras modernistas tan icónicas como el Palau de la Música Catalana, la Casa Batlló, la Pedrera y el Parc Güell. La reforma consistió en la renovación de las fachadas con los arcos de herradura y la construcción de las dos torres con cubiertas de cerámica esmaltada. Y también la reforma del interior. Como es tan característico de la arquitectura modernista, hasta el último detalle está diseñado. Y a pesar del mal estado de conservación actual, todavía se puede intuir la riqueza decorativa de una obra excepcional en la que hay formas vegetales y animales como ranas, renacuajos, gatos y perros. 

Los intentos de compra por parte de las instituciones

La Generalitat intentó comprar la casa hace casi veinte años, entre los años 2003 y 2004. Más adelante, el Ayuntamiento de Barcelona hizo lo mismo en 2012, cuando el alcalde era Xavier Trias, pero no llegó a un acuerdo económico con los propietarios. El propio gobierno municipal de CiU tuvo la oportunidad de comprar el 80% de la casa por menos de 100.000 euros mediante el derecho de tanteo, porque la propiedad estaba dividida entre cuatro personas, pero descartaron la operación porque no querían comprar una propiedad de la que no habrían tenido el 100%. Según un artículo de David Cobo publicado en Tot Barcelona el diciembre pasado, había un comprador privado que estaba haciendo los trámites para comprarla y otro interesado. Pero el estallido de la pandemia alteró los tiempos de la operación.

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