Fotografía

El World Press Photo: imágenes cada vez más cercanas y profundas

La gran exposición internacional de fotoperiodismo en el CCCB llega a los veinte años

BarcelonaLa cifra de periodistas y reporteros asesinados en las últimas dos décadas es estremecedora. Según Reporteros Sin Fronteras, entre 2006 y 2023 fueron más de 1.600, es decir, una media de unos ochenta al año. World Press Photo les rinde un homenaje dentro de la exposición anual, que se puede ver en el CCCB a partir de este viernes y hasta el quince de diciembre. Este tributo consiste en una instalación que recuerda un altar con un chaleco protector y un casco, rodeados de unas telas blancas colgadas con los nombres de las víctimas escritos. "Queremos que la gente se lleve el mensaje muy claramente: si no hay libertad de prensa y libertad de expresión, no hay democracia", advierte Sílvia Omedes, directora de la entidad que lleva el World Press Photo en Barcelona, la Fundación Photographic Social Vision.

"Después de organizar la exposición durante veinte años, reivindicamos World Press Photo como un lugar para poner en valor el fotoperiodismo. Con una media de público de 60.000 visitantes, muchos de los cuales son escolares, creemos a lo largo de ese tiempo que hemos incidido en que al menos en la ciudadanía de Barcelona se respeta el fotoperiodismo", explica Omedes.

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Una de las guerras más mortíferas para los reporteros es la de Israel y Palestina. Es también de dónde salió la ganadora del año, la fotografía de una mujer palestina, Inas Abu Maamar, de 36 años, abrazando el cuerpo de su sobrina Saly, de cinco años, que murió con su madre y su hermana cuando un misil israelí impactó en su casa en Jan Yuniss (Gaza). World Press Photo no se posiciona políticamente, pero el jurado quiso dar dos menciones para poner contexto a la imagen ganadora: en una, de Mustafa Hassouna, una mujer se lamenta entre las ruinas de un barrio destruido por los ataques israelíes; en la otra, un soldado israelí, contempla los restos de la matanza de Hamás el 7 de octubre de 2023 en el festival Supernova. En ambas imágenes hay una sola persona. El cambio de escala de la destrucción entre una y otra es abismal.

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Del personal a lo global

Para Omedes, las terribles imágenes de guerras y tragedias que se producen en todo el mundo pueden dejar al público "anestesiado", por razones como es muy improbable que uno se encuentre en las mismas circunstancias. Para evitarlo, los reporteros van "más a fondo" a la hora de documentar recurrentes problemas como los estragos del calentamiento global, las migraciones y las guerras, como la de Ucrania y la de Israel y Palestina. Por otra, este año se hace especialmente elocuente la dinámica de los tres últimos años de seleccionar a los ganadores a partir de unos jurados regionales. "El jurado ha ido a buscar historias muy singulares en las que el personal es político, y es universal. Estos nuevos jurados regionales intentan encontrar historias que no hayan sido publicadas en los grandes medios de comunicación. Pueden parecer pequeñas, pero son historias que conectan con muchas preocupaciones transversales de todo el mundo", explica Omedes.

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Esta dinámica ha favorecido que reporteros que trabajen en su ámbito local tengan más visibilidad. "Hay muchas historias de conflicto, pero desde una perspectiva más interna y más cercana –afirma la comisaria de la muestra, Martha Echevarría–. En la nueva estrategia del premio hay más ganadores que pertenecen a la comunidad".

Esta profundización en las problemáticas humanas hace que cobren más relevancia las enfermedades y los estigmas que las rodean, como la demencia y el cáncer, y los cuidados. En las imágenes del reportaje ganador del año, el segundo galardón más importante, de la reportera sudafricana Lee-Ann Olwage, se puede ver cómo Fara Rafaraniriana, de 41 años, se cuida todo el tiempo de su padre, después de darse cuenta de la enfermedad que padecía, en vez de pensar que bebía o que tenía otra enfermedad mental. "Si las enfermedades mentales son un reto a escala global, esta hija, que es casi una heroína, cuida de su padre con muchas menos facilidades que las que tenemos en Europa y Estados Unidos", dice Omedes. El reportaje de la fotógrafa china Wang Naigong sobre el cáncer es delicado y sobrecogedor al mismo tiempo: una mujer enferma de cáncer, Jiuer, le pidió que documentara los años finales de su vida, dentro de un proceso de apropiarse de su propia muerte y preparar sus hijas y su marido. Jiuer murió en el 2022. "Este proyecto fue muy mal recibido en China porque la muerte es todavía un tabú", dice Echevarría.

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La lucha por proteger a la mariposa monarca

Otra cara de los premios es la fotografía de naturaleza, en la que entre los ganadores se encuentra Jaime Rojo (Madrid, 1981), por un reportaje para National Geographic sobre los esfuerzos por salvar a las mariposas monarca por parte de comunidades de Canadá, Estados Unidos y México, países por donde pasan estas mariposas durante su migración. "De la misma forma que World Press Photo se ha convertido en una institución de referencia para hablar de conflictos sociales, cada vez vemos más historias que abordan lo ambiental desde una perspectiva social y económica, no se pueden separar", afirma Jaime Rojo.

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Rojo, que empezó a seguir a la mariposa monarca hace unos veinte años, también trabaja en otros temas medioambientales como el de su próximo proyecto, el impacto del muro entre México y Estados Unidos en los movimientos de los animales que viven en la frontera. Ganó a los World Press Photo por primera vez en 2017. El premio le dio el empuje de abrirle las puertas a National Geographic. "Mi aproximación a la mariposa monarca durante este tiempo ha cambiado mucho. Cuando la empecé a fotografiar en 2004, sólo fotografiaba cosas bonitas, no me interesaban las historias humanas, y el World Press Photo anterior y el contacto con legas hizo que me diera cuenta de una capacidad que no sabía que tenía, la de contar historias con imágenes". Esto hizo que Rojo fuera más allá de "la belleza de los santuarios de hibernación de la mariposa monarca en México" para dar visibilidad a las personas que luchan contra la desaparición de hábitats en la ruta migratoria de estas mariposas: "Mucha gente de Ontario a Michoacán están sustituyendo al césped de su jardín por plantas y flores como las que hay en las praderas".