Prehistoria

El boxeador de 300 kilos que sobrevivió a la destrucción de los cartagineses

El Museo Arqueológico de Cataluña explica la prehistoria sarda a través de 200 objetos arqueológicos

La escultura del boxeador tiene más de 2.500 años, pero sigue siendo imponente. Es de roca caliza, mide más de dos metros y pesa unos 300 kilos. Entre los siglos IX a. C. y VIII a. C. vigilaba, con otros gigantes de piedra que representaban a arqueros y guerreros, la necrópolis de Mont'e Prama (Cerdeña), donde se han encontrado 125 tumbas, sobre todo de hombres jóvenes con trazas de haber llevado a cabo una intensa actividad física. El boxeador, descubierto en 1974, sobrevivió a la destrucción de los cartagineses en el siglo V a. C. y ahora se puede ver en el Museo Arqueológico de Cataluña (MAC), dentro de la exposición Isla Megalítica. "Aún seguimos excavando, pero no tenemos respuestas a muchas preguntas. ¿Representan a los guerreros enterrados? ¿Evocan antepasados ​​míticos? ¿Conmemoran un hecho importante?", se pregunta Anthony Muroni, director de la Fundación Mont'e Prama y especialista en la que sí sabía de lo que es de las que con los que se construyeron los gigantes se encontraban originariamente a más de 18 kilómetros de la necrópolis. megalitismo (el uso de grandes piedras) aún forma parte del paisaje sardo. En toda la isla se conservan 240 dólmenes funerarios. En el MAC se pueden observar diferentes representaciones de la diosa madre y de toros. paisaje sardo son los nuragés: se calcula que hay unos 7.000 construidos entre 1800 y 1150 aC. En su entorno se han construido muchas leyendas y en algunos lugares los llaman casas de las hadas. o múltiples. En su entorno, como se puede ver en una recreación en el museo, surgieron asentamientos.

Esta civilización nurágica no tenía jerarquías a la hora de enterrar a sus difuntos. Las tumbas de gigantes son sepulturas de carácter colectivo que se construyeron entre 1800 y 1000 a. Se han documentado más de 800 y, si se observan desde arriba, recuerdan una cabeza vacuna. "Aristóteles escribió que en la entrada de estas tumbas se hacían ceremonias de incubación, los enfermos tenían sueños en los que las divinidades les contestaban preguntas", asegura Boya. La exposición recorre también los santuarios dedicados al culto al agua, donde había encuentros comunitarios y tribales en torno a los pozos sagrados. Pueden verse exvotos de bronce que los sargos colocaban en los santuarios y que representan un barco, un guerrero con dos escudos y una mujer sentada con un niño. En esa época, Cerdeña debía ser una isla próspera. "Sabemos que 4.000 años a. C. ya exportaban a otros lugares del Mediterráneo y que era una isla próspera gracias a los yacimientos de obsidiana", asegura el director del MAC.

Cargando
No hay anuncios